Historia adversa,
con ansiado fin a largo plazo.
La pobreza sigue siendo
el indicativo que el publicitado cambio de la violencia a la paz con desarrollo
es una aspiración y un largo camino por recorrer. Hay avances importantes que
rescatar, también fallas sensibles que superar.
Erradicación forzosa de cultivos de coca. Foto Mininter (difusión).
|
Resumen.
En
el valle del Monzón la coca tiene una historia que supera los cien años, la del
narcotráfico 50 años, del terrorismo 35 años y el desarrollo alternativo 30
años. Si bien hoy cualquier mortal puede ingresar al valle sin problemas por la
seguridad que existe, también es cierto que el panorama sobre la vivencia social
y el movimiento económico con incidencia en lo político es diferente a los años
de efervescencia por las ingentes cantidades de dinero del tráfico ilícito de
drogas, aun cuando el terrorismo de
Sendero Luminoso ponía la cuota sangrienta de caos, inestabilidad y
anarquía. Los cultivos de coca que
llegaron a sumar entre doce y quince mil hectáreas en 2011 fueron erradicados
en aproximadamente 90%, el narcotráfico está casi controlado y el terrorismo es
un mal recuerdo, pero la amenaza de una nueva forma de estallido social está
latente, por el incremento de la pobreza y extrema pobreza debido a que los
programas de desarrollo alternativo no dan los resultados esperados, a despecho
de la postura oficial cuyos informes y publicaciones hacen referencia al gran
cambio social con paz, desarrollo y bienestar. La búsqueda de la verdad ante las
discrepancias sobre la realidad y el exagerado optimismo de la burocracia gubernamental,
genera un debate que podría tornarse conflictivo a la cercanía de un proceso
electoral para la elección de autoridades regionales y locales en 2018. La
sentencia absolutoria que emitió la Sala Penal Nacional del Poder Judicial contra
el ex líder cocalero del Monzón Eduardo Ticeran Salazar acusado de colaborar
con Sendero Luminoso cuando era máximo dirigente del gremio campesino, el
pasado 13 de noviembre, fue vista como una buena señal en favor de la
pacificación. Un informe publicado por UNODC y DEVIDA el martes 05/12/17, da
cuenta que en el Monzón se incrementaron los cultivos de coca en 41% de 401 a
567 has., entre 2015 y 2016.
Además se reveló que según estimaciones de autoridades locales un tercio de la población del Monzón habría emigrado después de la erradicación forzosa y violenta, entre el 2013 y 2017 (RPP). La jefa de Devida Carmen Macías Claux dio a conocer que el año 2016 el gobierno destinó 293 millones de dólares, esto es, mil millones de soles para la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo y se conoce que de esa enorme cantidad de presupuesto solo se destinaron 10 millones de soles para el valle del Monzón donde se erradicaron 12 mil hectáreas de cultivos de coca en 03 años, lo que demostraría lo arbitrario, ineficaz y errado del Plan Nacional de Lucha Contra las Drogas. Al mismo tiempo significaría una falta de sensibilidad y burla ante la crisis social y económica creada por el gobierno de Ollanta Humala en el valle del Monzón. Situación que amerita un cambio en todos los niveles del Estado, ahora que se quiere replicar lo hecho en el Monzón en el otro frente cocalero, en los valles de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro, VRAEM.
Además se reveló que según estimaciones de autoridades locales un tercio de la población del Monzón habría emigrado después de la erradicación forzosa y violenta, entre el 2013 y 2017 (RPP). La jefa de Devida Carmen Macías Claux dio a conocer que el año 2016 el gobierno destinó 293 millones de dólares, esto es, mil millones de soles para la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo y se conoce que de esa enorme cantidad de presupuesto solo se destinaron 10 millones de soles para el valle del Monzón donde se erradicaron 12 mil hectáreas de cultivos de coca en 03 años, lo que demostraría lo arbitrario, ineficaz y errado del Plan Nacional de Lucha Contra las Drogas. Al mismo tiempo significaría una falta de sensibilidad y burla ante la crisis social y económica creada por el gobierno de Ollanta Humala en el valle del Monzón. Situación que amerita un cambio en todos los niveles del Estado, ahora que se quiere replicar lo hecho en el Monzón en el otro frente cocalero, en los valles de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro, VRAEM.
Éxitos que no convencen y fracasos que son amenazas.
Las posturas de quienes están a favor de los éxitos del Programa de Desarrollo Alternativo, PDA, y de quienes la cuestionan por sus escasos logros y la califican de fracaso, se dan desde la década de los 80s y poco es lo que ha cambiado hasta hoy. En determinado momento, los dirigentes de las cuencas cocaleras del país que son 12 llegaron a calificar al PDA como: “El desarrollo alternativo es como sembrar en un escritorio y cosechar en una computadora.” En alusión a los rimbombantes informes de los funcionarios estatales y de los organismos no gubernamentales que lo presentaban como exitosos y como una solución a los problemas económicos y sociales que enfrentaba el productor, por tanto se justificaba la destrucción de los cultivos de coca en el contexto de la lucha contra las drogas.
“En
el 2004 en Huánuco existían 15,371 hectáreas de coca destinadas a abastecer al
narcotráfico; 11,325 de ellas ubicadas en el valle del Monzón y 4,046 en las
áreas de Tulumayo, Cuchara, Magdalena, Huamuco, Yanajanca, Pendencia, Aucayacu.
La producción de hoja de coca de esas hectáreas fue de 30,281 toneladas
métricas; materia prima que exigió 9,802 toneladas métricas de insumos químicos
para producir 92 toneladas métricas de cocaína con un costo de 114 millones de
dólares. Cifra que representa el 18.2% del PBI de la región Huánuco. Es decir,
se trata de un ingreso proveniente del narcotráfico y que es muy cercano al
primer rubro del PBI de esa región (agricultura, caza, silvicultura, 19%).
Hecho muy inquietante por las anómalas implicancias sociales, políticas y
económicas que genera al que, no solo por el bien de esa región sino del país,
sin esperar más hay que ponerle fin.” Manuel Estela Benavides: Un enfoque de
mercado, radiografía del narcotráfico en el Perú. Lima – Perú, 2008.
“En
cuanto a la erradicación (de coca), se trata de una estrategia violenta,
impuesta a los campesinos por las fuerzas armadas y los escuadrones especiales,
entrenados por los expertos de la DEA, que no respetan ni el medio ambiente, ni
los derechos humanos, ni la integridad física de las personas: hombres, mujeres
y niños.
Hechos
denunciados a nivel mundial y como consecuencia, el gobierno de Alberto
Fujimori, emite el DS 004-2000-AG. Con ello el gobierno reconoció que hubo
fumigación química en los valles cocaleros, trayendo malas consecuencias como
la contaminación ambiental, muertes irreparables, destrucción del ecosistema
entre otros.” Propuesta Técnica: Retiro de la Hoja de Coca de la Convención
Única de Estupefacientes de las Naciones Unidas. Central Nacional Agropecuaria
Cocalera del Perú. Huánuco – Perú. Abril de 2008.
“Fui
cocalero, aposté por el dialogo, el cambio y hoy tengo diez hectáreas de cacao”
asegura Hugo Herrera, ex alcalde de Cachicoto. La actitud de Herrera es compartida
por un grupo de agricultores que según Devida trabajan para consolidar 2500
hectáreas de cacao y 1200 hectáreas de café. Existe un grupo de agricultores que
tienen opinión similar a la de Ángel Malpartida Vega, ex dirigente cocalero,
quien piensa que los cultivos alternativos no dan resultados debido al escaso
presupuesto, tecnología mal aplicada o porque no se tuvo en cuenta la
geografía, el tipo de suelo y las
propuestas del campesinado, entre otros factores.
“En el valle del Monzón después de la
erradicación hay mucha pobreza, el gobierno intenta revertir esta realidad, sin
embargo las fallas en el desarrollo alternativo persisten, por eso decidí
aceptar el cargo de Teniente gobernador, apuesto por el dialogo sin deponer mis
principios y compromisos con el campesinado” enfatiza Malpartida Vega.
En el
Monzón, la niñez y juventud junto a sus atractivos turísticos son una apuesta
al futuro. Foto Leyenda del Huallaga.
“La
población tiene que comprender que los tiempos cambian, el valle del Monzón es
amplio, las necesidades son numerosas, hay mucho por hacer, hoy el Monzón
avanza al desarrollo, dejando atrás la violencia, la muerte y la pobreza” sostiene
el ingeniero Víctor Pajuelo Santos, alcalde del distrito de Monzón ante las
observaciones y críticas a su gestión.
Cinco
años después de iniciado el proceso radical de erradicación de los cultivos de
coca consideradas ilegales, recorrer el valle del Monzón deja la sensación que
no existen cambios significativos en lo económico, las familias de agricultores
que tenían en el cultivo de la coca su fuente de subsistencia sostienen que su
economía cayó en el mismo porcentaje de cultivos de coca erradicados, por
consiguiente la pobreza y extrema pobreza que los afectaba se incrementaron a
niveles aún no determinados.
Funcionarios
de entidades del Estado y de empresas privadas que ejecutan proyectos en el
Monzón no ocultan esta realidad y coinciden con las familias al sostener que la
pobreza viró a la extrema pobreza y que las actividades alternativas a la
economía de la coca y el narcotráfico tardaran un tiempo en generar recursos
que permitan atender las necesidades elementales de las familias que dependían
de esta actividad agrícola.
Existen
obras y actividades desarrolladas en el marco del Programa de Desarrollo
Alternativo impulsadas por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin
Drogas, Devida, como el incremento de las hectáreas de cultivos
de café, cacao y un proyecto para la recuperación de suelos degradados. Incidencia
en seminarios, talleres y cursos de socialización para la conformación de
asociaciones, comités y cooperativas para la manufactura y comercialización de
productos agrícolas de calidad, con este objetivo Devida el organismo estatal
rector de la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo destinó
presupuestos para beneficiar a 2000 familias de las aproximadamente 8 mil que
existen en el valle, que hasta el 2012 era cocalero por excelencia.
Se
incrementó y está en proceso de consolidación la presencia de las fuerzas de
seguridad (policial y militar) la que ha mejorado significativamente, en este
objetivo se instalaron tres comisarías en: Palo Acero, Cachicoto y Monzón
(capital del distrito), se dotó de 150 efectivos que brindan seguridad en estos
lugares y todo el valle mediante patrullajes y controles en carreteras. La
población que tuvo posición contraria a la presencia policial ha cambiado de
actitud y ahora se muestra colaborativa, aunque aparecen denuncias aisladas de
presunto abuso, las actividades que emprenden los oficiales y el personal
subalterno es apoyado en la mayoría de veces, según refieren líderes con base
social en asociaciones, juntas vecinales, comités de productores y cooperativas
de servicios.
La
policía antidrogas participa con patrullajes terrestres y aéreos en forma
esporádica con la incautación de drogas e insumos, destrucción de algunas pozas
de maceración de hojas de coca o captura de pocos presuntos narcotraficantes,
lo que evidenciaría la disminución radical de la actividad del narcotráfico
principalmente por el efecto de la destrucción de los cultivos de coca, la
información es divulgada en notas de prensa por la Dirección Nacional de Lucha
contra las Drogas, Dinandro, que cuenta con una base en la ciudad de Tingo
María.
En
educación hubo deserción escolar al extremo que en centros educativos como
Monte Grande y Filadelfia que tenían más de cien alumnos solo asisten cerca de la
mitad. La carretera principal es rehabilitada con la construcción de puentes y
pontones, pero el mini hospital ubicado en Cachicoto que es un clamor por
décadas no funciona después de un año de haber sido inaugurada por el
presidente regional de Huánuco Rubén Alva Ochoa, quien presentó la obra como
una de las principales de sus gestión por la inversión de 10 millones de soles,
por lo que la atención oportuna a la salud de miles de pobladores aún no es
posible.
La
vice gobernadora regional Huánuco, Rosalía Stork Salazar, manifiesta que la
pobreza en el Monzón se incrementó luego de la erradicación de los cultivos de
coca y que el no funcionamiento del mini hospital se debe a que fue construida
cerca de una fuente de agua por fallas en los estudios de suelos,
responsabiliza a la empresa ganadora de la licitación y asegura que el problema
será solucionado.
Podrán erradicar la coca, pero no su monumento frente al local municipal. Foto Leyenda del Huallaga. |
Monzón:
la cenicienta del Alto Huallaga.
El
distrito de Monzón, en la provincia de Huamalíes, departamento de Huánuco, es parte
de un valle que tiene 30 mil habitantes y dos realidades geográficas y
sociales, bien marcadas. La parte baja (ceja de selva) colinda con la provincia
de Leoncio Prado y la parte alta zona de sierra cuenta con una trocha
carrozable que lo une al distrito de Arancay. En la parte baja se puede
cultivar coca, café, cacao y arroz, también la ganadería; mientras que en la
parte alta los terrenos son escarpados y degradados que a decir de los
dirigentes agrarios sirven para cultivar
coca, café y ganadería. Para Tito Hernández Terrones ex funcionario del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en el Monzón sí se
puede desarrollar actividades agropecuarias, forestales y de recuperación de
suelos y no es cierto que solo sirvan para cultivar coca como sostenían los
dirigentes. A esta opinión se suman otros analistas críticos a la coca quienes
señalan que este cultivo solo ha significado muerte y pobreza, con periodos de
relativo bienestar para el productor.
El
narcotráfico tuvo hasta hace un quinquenio su propia historia y estuvo
relacionada al movimiento de ingentes cantidades de dinero ilícito por décadas,
con muertes por ajustes de cuentas o consolidación de poder en dominios pre
establecidos por el crimen organizado y la subversión armada.
Se
atribuye al sectarismo de un grupo de dirigentes y delegados sectoriales de los
productores de la hoja de coca que creían equivocadamente que el cultivo de la
coca nunca sería erradicado, al extremo de haber acuñado el grito violentista
“Coca o muerte, venceremos”; la postración de este enigmático valle pues
pensaron que aceptar y apoyar a los programas de desarrollo alternativo abría
las puertas a la erradicación del cultivo que consideraban su única fuente de
subsistencia. Al respecto el ex dirigente cocalero Ángel Malpartida Vega asegura
que nunca se negaron a ser apoyados por el gobierno y la cooperación
internacional mediante el programa de desarrollo alternativo que promovieron e
implementaron cultivos como arroz, cacao, café y reforestación, así como
inversiones en infraestructura para educación, salud y transporte, pero estas
ayudas dieron pobres resultados o fueron insuficientes ante las grandes
necesidades de las familias campesinas.
Un
indicativo claro de la postración del valle del Monzón es que otras provincias
y distritos que conforman el valle del Alto Huallaga del que es parte Monzón,
si bien tuvieron problemas similares hoy demuestran crecimiento y desarrollo
para bienestar de sus habitantes, un ejemplo son las ciudades selváticas de:
Aucayacu, Nuevo Progreso, Uchiza, Tocache, Juanjui, Aguaytia, San Alejandro,
que ostentan notable avance urbanístico y satisfacción de necesidades básicas.
Morir
por la coca en el Monzón y Alto Huallaga.
El
27 de agosto de 2012, es la fecha que marcó un punto de quiebre en la historia
del conflictivo valle cocalero del Monzón, esa fecha se dio inicio a la
erradicación violenta y fueron asesinados dos cocaleros. Antes se registraron
una serie de acciones consideradas lesivas a los derechos humanos por un
exagerado uso del poder cuando no un abuso de agentes del orden, que tenían la
misión de brindar seguridad y garantizar los derechos elementales de grupos
poblacionales ubicados entre dos fuegos (terrorismo y contraterrorismo o narcotráfico
e interdicción a la droga).
Fueron
mil 200 hombres: novecientos erradicadores de plantaciones de hoja de coca del
Proyecto para la Reducción y Erradicación de la Coca del Alto Huallaga, Corah,
y 300 efectivos de la policía y el ejército que conformaron tres grupos de 400
hombres para tomar el valle del Monzón con el objetivo de acabar con las
plantaciones de coca ilegal. Dos campesinos murieron en el caserío de Tamshi al
enfrentarse con la seguridad del Corah intentando defender sus cultivos. Se
estima que el 90% de los cultivos de coca fueron erradicados transcurridos
cuatro años. Poniendo fin al mito que el Monzón era tierra de nadie, bastión de
la coca y de los cárteles de la cocaína. Abriéndose un abanico de posibilidades
de desarrollo sostenible por compromisos de los gobiernos nacional, regional y
local, al que debe sumarse la cooperación internacional que en los últimos años
ha disminuido no obstante los acuerdos de responsabilidad compartida en la
lucha contra las drogas.
La
coca por su connotación económica, política y social, al ser la materia prima
para la cocaína, ha sido y será un factor de violencia, las pruebas están
registradas en informes oficiales, de investigadores o de la prensa nacional y
extranjera.
En
50 años de lucha campesina por la defensa del cultivo de la hoja de coca en
Monzón y Alto Huallaga (1962-2012), con jornadas violentas y represivas han
fallecido varios productores del controvertido cultivo o fueron detenidos,
procesados y encarcelados decenas de ellos.
Dirigentes
e integrantes de organizaciones agropecuarias desde 1960 defendieron la coca, como es el caso del Comité de Desarrollo de
la Provincia de Leoncio Prado, Monzón y Anexos, creada en 1977 y presidida por
el ex alcalde Tito Jaime Fernández.
A
seguir un breve recuento de los hechos de sangre que impactaron negativamente al
proceso de producción de coca y de lucha en defensa de este cultivo:
En
1983, Enrique Bruckman Falcón dirigente cocalero, maderero y alcalde del distrito
de José Crespo Castillo, provincia de Leoncio Prado, fue herido y salvó de
morir, tuvo que huir luego de un alevoso atentado contra sus propiedades y su
vida por elementos del grupo terrorista Sendero Luminoso.
En
1984, Tito Jaime Fernández alcalde de la provincia de Leoncio Prado y Víctor
Piñan Verde alcalde del distrito de Alomía Robles y dirigentes cocaleros fueron
acribillados a balazos. El primero en la ciudad de Tingo María junto a sus familiares,
nunca se llegó a determinar a los autores intelectuales o materiales que
privaron a la provincia de Leoncio Prado de un líder social y autoridad edil con
carácter humanitario, en opinión de quienes hasta hoy lo recuerdan. El segundo
fue muerto por elementos de Sendero Luminoso en la víspera de la fiesta
patronal de la Virgen de las Mercedes en Pumahuasi capital del distrito de
Alomia Robles.
En
1988, Guillermo Gonzáles Pajares ex dirigente cocalero del Valle del Monzón,
fue asesinado por Sendero luminoso, en venganza por su actitud rebelde frente
al grupo subversivo como militante de un partido político, se conoció que no
obstante haber recibido amenazas en reiteradas oportunidades, todos los
domingos izaba la bandera nacional en el
mástil de la plazuela del caserío Palo Acero donde vivía y se mostraba
contrario a la utilización bajo presión o amenazas de los cocaleros en acciones
subversivas.
En
2009, Diodora Espinoza Vara dirigente de una de las dos organizaciones de
cocaleros existente en el distrito de José Crespo y Castillo, fue asesinada por
Sendero Luminoso, acusada de presunta traición en la modalidad de soplonaje;
acusación negada por quienes la conocían. Espinoza mantenía enfrentamientos con
la dirigente Rosa Obregón de la agrupación cocalera vinculada a la Federación
del Monzón. Rosa Obregón fue sentenciada a 20 años de prisión por la Sala Penal
Nacional en noviembre de 2017.
En
2009, Vicente Rufino Castillo Esteban (46) murió a consecuencia de dos impactos
de bala (tórax y estómago) disparados por un efectivo policial que daba
protección a erradicadores de cultivos de coca, que él en forma temeraria y
desesperada quiso evitar. Agonizó tres días en compañía de su pareja sin recursos
económicos, en pobreza absoluta.
Mientras
se daba el adiós a Vicente Castillo Esteban en la municipalidad de Leoncio
Prado, en el caserío Julio C. Tello a las 9.45 a.m el cocalero Santos Garioso
(45) fue muerto por un disparo en la cabeza de un efectivo policial en reacción
al supuesto ataque que Garioso realizó con una escopeta contra el trabajador
del Proyecto Corah Marco David Valera Cueva que erradicaba su plantación de
coca.
“Para
nadie es un secreto que gran parte de la producción de coca derivaba al mercado
negro, pero ello es posible porque existe demanda de la droga en los países
desarrollados que fortalece la cadena multimillonaria y multinacional del
narcotráfico, permitiendo la oferta de la materia prima. Así que quienes buscan
el control de la coca a sangre y fuego, mientras el mercado de la cocaína es
creciente, simplemente actúan como incendiarios sin medir las consecuencias.”, sostenía
Iburcio Morales Baltazar ex dirigente cocalero y alcalde del Monzón capturado
durante el Operativo Eclipse 2010, y murió en prisión acusado de colaborar con
el terrorismo y narcotráfico.
Durante
el operativo Eclipse 2010 con la participación de la policía nacional y
fiscales especiales fueron detenidos varios dirigentes cocaleros acusados de
colaborar con el narcotráfico y el terrorismo, imputaciones que fueron negadas
por los detenidos y familiares que atribuían las detenciones al objetivo de
descabezar el movimiento cocalero para evitar las luchas en oposición a la
erradicación de los cultivos de coca, denuncias que hoy se confirman pues
transcurridos 7 años fueron liberados por exceso de carcelería en agosto de
2017. El 13 de noviembre solo 18 de los 140 detenidos y procesados fueron
sentenciados a penas privativas de libertad, mientras 122 fueron absueltos y
puestos en libertad.
Fueron
dos los dirigentes cocaleros de mayor poder en el valle del Monzón: Iburcio
Morales Baltazar quien murió en prisión y Eduardo Ticeran Salazar (50),
presidente de la Central Nacional de las Cuencas Cocaleras del Perú, CENACOP, comprendido
en la lista de 156 acusados por terrorismo y narcotráfico del “Operativo
Eclipse 2010”. El mega operativo “Eclipse 2010″ fue realizado la madrugada del
26 de noviembre por cientos de efectivos de la Policía Nacional y la 4ta
Fiscalía Supraprovincial de Lima, el operativo se realizó en simultáneo en las
ciudades de Aucayacu, Tingo María y el Valle del Monzón, en el Alto Huallaga,
así como en las ciudades de Huánuco y Lima.
Ticeran
Salazar fue capturado en una primera oportunidad el 03 de junio de 2011 en
Cachicoto su lugar de residencia y donde tiene una panadería, pero fue
rescatado por un grupo de personas en el Centro Poblado Manchuría cuando era
trasladado a la ciudad de Tingo María, se registraron actos de violencia que
culminaron con la destrucción de una camioneta y algunos policías de la Dircote
heridos. La segunda captura fue el 05 de setiembre de 2011, desde esa fecha
permaneció recluido en el penal de máxima seguridad “Piedras Gordas”. En agosto
de 2017 fue liberado por exceso de prisión y el 13 de noviembre resultó
absuelto de la acusación fiscal mediante sentencia judicial de la Sala Penal Nacional
del Poder Judicial.
La misión de las fuerzas de seguridad es consolidar el cambio y la paz. Foto Leyenda del Huallaga. |
Narcotráfico
y terrorismo: la alianza criminal que asoló al Monzón y Alto Huallaga.
Las
primeras acciones de Sendero Luminoso que se registran en el valle del Monzón
datan de 1,983, primero con el proselitismo y formación de cuadros. La primera
acción criminal armada se produce el año 1,984 cuando asesinan a 19
trabajadores del proyecto para la erradicación de cocales, Corah, en Corvinilla
cerca del caserío Rondos.
Luego
el 01 de enero de 1,986, un grupo de 60 senderistas incursionan en el caserío
Agua Blanca, donde se había organizado un Comité de Autodefensa liderado por el
campesino Andrés Cornelio Castañeda, los senderistas sorprenden y asesinan
luego de un “juicio popular” en la
cancha de fútbol a 16 personas: 12 ronderos y 4 campesinos. Testigos de la
matanza cuentan que el ensañamiento contra el
presidente de los ronderos fue brutal, le cortaron la lengua, sacaron
los ojos y cortaron la cabeza de un machetazo, demostrando un salvajismo
demencial, según decían era como escarmiento y advertencia a los pobladores
para que no se opusieran a sus acciones terroristas y no les delataran.
En
esta zona que era inexpugnable para las fuerzas del orden, se produjeron centenares
de acciones narcoterroristas con más de mil muertes según estimaciones de la
Comisión de la Verdad y Reconciliación y confirmadas por Hugo Herrera San
Martín ex alcalde de Cachicoto (Centro
Poblado de mayor importancia económica en el valle), pero como ocurrió en todos
los escenarios de “guerra interna” la
mayoría de hechos y decesos no fueron registrados.
El
líder terrorista de Sendero Luminoso Florindo Flores Hala, camarada ‘Artemio’,
fue capturado el 12 de febrero de 2012,
a Ártemio´ se le sindicaba como el protector de la actividad cocalera y del
narcotráfico en el Monzón y el Alto Huallaga; aunque la presencia del grupo
senderista fuera pequeña frente al poder logístico y militar del Frente
Policial Huallaga y de una decena de bases militares instaladas en la zona. La
caída del líder de los remanentes del Comité Regional Huallaga de Sendero
Luminoso, CRH-SL, fue determinante para que el presidente Ollanta Humala
respaldara el ingreso al valle del Monzón del Proyecto Especial para la
Reducción y Erradicación de Cultivos de Coca en el Alto Huallaga, Corah, con la
protección de un fuerte contingente
policial - militar con el objetivo de erradicar los cultivos ilegales de coca.
Desde
Monzón, la columna principal de Sendero Luminoso se trasladaba a distintos
puntos de la región selvática y de aquí salieron muchos de los líderes
senderistas que sembraron muerte y desolación, en los departamentos de la
región centro oriental: Huánuco, San Martín y Ucayali.
El
23 de Febrero del 86, Sendero toma la ciudad de Monzón ubicado a 62 kilómetros
de Tingo María y luego de reunir a la población y arengarla, destruyeron
enseres y documentos de la municipalidad desde entonces y por varios años solo
los trabajadores fueron los que administraron la municipalidad, durante el
ataque también destruyeron la única comisaría, desde entonces y hasta el 2013
la policía no tuvo presencia permanente en el valle.
El
3 de julio de 1988, en emboscada a una patrulla militar en el puente Rondos,
son asesinados 13 soldados, generando una brutal represión donde perdieron la
vida 20 presuntos senderistas, que a decir de familiares, la mayoría fueron
campesinos inocentes.
El
05 de setiembre de 1993, más de 200 senderistas tomaron los poblados de Bella,
Inti, Rondos, Agua Blanca y Palo Acero, durante cinco horas reunieron a los
pobladores en sus respectivos lugares, ubicaron a los presuntos soplones,
asaltantes y traqueteros que engañaban a los pequeños productores de droga.
Juntaron a las personas en el caserío Lota y les dieron muerte, con machetes,
hachas y cuchillos, según relatan testigos del hecho de sangre más cruel que se
tenga conocimiento en ese valle.
Relata
Inocencio R. Pardo: “Sendero obligó en esa oportunidad a uno de sus militantes,
un joven de 18 años, a asesinar a su propio padre como prueba de sometimiento y
lealtad al Partido, el asombro fue mayor cuando los presentes vieron que el
padre imploraba por su vida, mientras que el hijo sin pena levanto el hacha y descargó
un golpe en la nuca de su padre
cortándole la cabeza.
Entre
Puente Durand en Chinchao y Monzón existía un corredor por donde se desplazaban
fácilmente los subversivos y escapaban luego de interceptar a vehículos en la
carretera Federico Basadre, para asesinar
a pasajeros o miembros de las fuerzas del orden que aparecían en la “lista
negra” que siempre llevaban consigo.
Uno
de los más sanguinarios líderes de Sendero Luminoso que tenía el control en
Monzón era José Hilario Picón, “camarada Manco”, sus familiares dicen que antes
de ser senderista fue periodista, pero de ello nadie puede dar fe, Hilario
Picón era temido por sus propios compañeros de armas y más de uno intentó
asesinarlo. Fue precisamente en puente Durand donde encontró la muerte, al
enfrentarse a una dotación de la policía de carreteras que lo sorprendió asaltando
a pasajeros de varios vehículos obligados a detenerse.
Luego
de la muerte del “Camarada Manco”, el mando senderista que lo seguía en orden
de liderazgo: “Stalin” o “Luis”, Elmer Tarazona Escalante, se entregó al
Ejército Peruano, buscando la reducción de la pena a través de la colaboración
eficaz.
El
último líder senderista asesinado fue el denominado “camarada Piero” quien en
un confuso incidente encontró la muerte, el Ejército Peruano de la base
Contrasubversiva Cachicoto comunicó haber dado muerte al senderista en un
enfrentamiento luego de perseguirlo junto a su grupo, sin embargo versiones no confirmadas
indican que fue un miembro de su propio grupo que lo aniquiló en una discusión
por el reparto de un cupo de guerra de 60 mil dólares cobrado a un
narcotraficante. Fuente: La Guerra Oculta en el Huallaga Monzón y Aguaytía:
Lima, 2007.
Sendero
Luminoso un grupo genocida, enemigo de la democracia.
Para
entender el grave periodo de violencia registrado en el Perú, sus provincias y
distritos como el Monzón citamos una de las conclusiones de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación, CVR:
“La
CVR encuentra la más grave responsabilidad en los miembros del sistema de
dirección del PCL-SL por el conflicto que desangró la sociedad peruana, por los
siguientes elementos: por haber dado inicio a la violencia en contra del
sentimiento abrumadoramente mayoritario de la población: a) Por haber planteado
su lucha contra la democracia peruana con una estrategia sanguinaria. b) Por
las prácticas violentas de ocupación y control de territorios rurales y
poblaciones campesinas, con un alto costo en vidas y sufrimiento humano. c) por
su política de genocidio mediante actos de provocación al Estado. d) por su
decisión de proclamar el llamado equilibrio “estratégico” que acentuó el carácter
terrorista de sus acciones: Conclusiones Generales de la Comisión de la Verdad
y Reconconciliación, CVR. Lima- Perú, 2003.
“El
origen de Sendero Luminoso, se ha resumido localmente, a la marcada pobreza y
desigualdad en la que vivían la mayoría de peruanos en 1980. Si bien es cierto
que existen estudios que señalan dichas causas, otros sostienen que detrás del
surgimiento del terrorismo se encuentran factores institucionales más que
económicos. Es en el tránsito de regímenes autoritarios a democráticos donde se
evidencia el incremento de acciones terroristas. En Perú lamentablemente se
sumaron ambas premisas.” Editorial del diario Perú 21, 09/17. Lima – Perú.
Narcotráfico:
millones para los barones de la droga y pobreza al campesino.
Según
información del Ministerio de Interior y del ex ministro Fernando Rospigliosi
se conoce que fue a inicio de la década del 80 que el valle del Monzón en el
departamento de Huánuco empezó a convertirse en tierra de nadie. La violencia y
el tráfico ilícito de drogas atraparon entre sus redes de corrupción a miles de
desplazados por la violencia social, este énfasis se hizo en un informe sobre
uno de los operativos más grandes realizados en ese valle y denominado “Fierro
2003”.
“Los
sucesivos esfuerzos por recuperar la legitimidad, la justicia, y el orden, en
el también llamado “Corredor de la muerte”, fueron infructuosos. La
confabulación entre los grupos subversivos y los barones de la droga impulsó un
ciego rechazo de la población hacia el orden y la legalidad. El temor a las
represalias del narcoterrorismo fue más fuerte que la esperanza por alcanzar
un futuro mejor.
Las
organizaciones de narcotraficantes se asentaron en la zona, e incluso
construyeron su propio aeropuerto. Los intentos de las fuerzas del orden por
recuperar la zona fueron rechazados por una población azuzada por los dirigentes
presuntamente manipulada por narcotraficantes.
El
jueves 6 de noviembre de 2003, más de 600 policías pertenecientes a las
direcciones de Operaciones Especiales Antidrogas, Prevención y robo de
vehículos, Contra el terrorismo, Inteligencia, Sanidad policial y agentes del
Ministerio del Interior, conformaron el equipo que propinó un golpe al
narcotráfico.” Operación Fierro 2003, en el valle del Monzón, Ocosmin –
Mininter, (Lima), 2004.
Según
la revista Caretas 1763, Dante Vera, asesor del ex ministro Rospigliosi y uno
de los principales impulsores de Fierro 2003, explicó que "la Policía ya
no enfrentaba al delincuente armado con una retrocarga sino a una comunidad:
mujeres y niños con piedras incluidas".
Alcalde Víctor Pajuelo Santos, iza la bandera del monzón, durante el conflicto era imposible. |
Poderes
paralelos en zonas de narcotráfico como el Monzón.
El
investigador Ricardo Vargas explica cómo y porqué se producen: “Creando una
estructura económica paralela a las actividades legales, el narcotráfico
desarrolla un poder político, de tal modo que crea una estructura en la sombra
con mayor capacidad que la misma institucionalidad formal. Situación que se
explica, en parte, por un poder de generación de niveles altos de
involucramiento de personas dentro de esa red de actividades ilícitas o
paralelas.
Puede
darse incluso en condiciones de una relativa presencia de instituciones
estatales que solo cumplen tareas funcionales a estructuras formales que
carecen de un poder real, quedando su ejercicio en manos de quienes detentan la
base económica de la economía de las drogas.
El
bajo poder decisional y la débil capacidad operativa de las localidades en
materia de orden público generan una alta dependencia de políticas centrales
que limitan su autonomía, con lo cual se complementa el desarrollo de un
escenario que es apropiado para el establecimiento de poderes paralelos al
Estado en su versión local.” Ricardo Vargas Meza: Drogas. Conflicto armado y
desarrollo alternativo. Acción Andina Colombia, 2003.
Carmen Macías, Zar Antidrogas y jefa de Devida, con grupo impulsor de la asociatividad en Monzón en 2016. Foto difusión. |
Vacío
estructural del Estado en el Alto Huallaga (Monzón).
“En
el caso del Alto Huallaga tanto las personas que cultivaban la coca, como las
que la acopiaban, la procesaban o comercializaban, no podían apelar formalmente
al Estado para su protección. No había una instancia formal de derecho que
sirviera para regular los conflictos procedentes del mercado de la droga y por
lo tanto, se tenía que recurrir a la “justicia privada” o venganza (ajuste de
cuentas). En dicho escenario cada quien buscaba su propia “solución” en la
medida de sus posibilidades y era el más fuerte y astuto que reinaba sobre los
demás.
La
situación del Alto Huallaga a fines de los setenta se volvió crítica en gran
parte por la extensión y magnitud de la actividad ilícita…fue en ese contexto,
de lo que podría llamarse un “vació estructural del Estado”, que Sendero
Luminoso inició sus labores de organización política en el Alto Huallaga,
dispuesto a crear un poder alternativo que ejerciera funciones soberanas sobre
una población que el Estado peruano no solo había abandonado a su suerte sino
que amenazaba constantemente.” Richard Kernaghan. Relación política y
narcotráfico: el comportamiento de Sendero Luminoso ante el mercado de la droga
en el Alto Huallaga. Lima, 2002.
En
el mismo tema pero con óptica diferente, sostiene Nicolas Zevallos en un
estudio sobre Capacidades Estatales y Resistencias a la Erradicación: “que durante
los años previos al ingreso de las medidas de control de cultivos, en el Monzón
se ubicaba entre el 11% y el 15% de la superficie cultivada de hoja de coca a
nivel del territorio peruano (UNODC, 2012). Ello venía acompañado del control
territorial de la zona por parte de los gremios cocaleros. Estos factores
hicieron del Monzón un bastión impenetrable para las acciones del Estado y muy
en particular para el control de cultivos (Devida, 2015). El ingreso a esta
localidad fue consecuencia de un largo proceso de intervención en el Alto
Huallaga. La confluencia de diversas intervenciones de la cooperación internacional
y de las presiones para el cumplimiento de los compromisos internacionales a
los cuales el Perú está adscrito, han conminado al Estado a tener un papel
activo en el marco de la política de drogas nacional. Según se sostiene
oficialmente (Devida, 2015), la evidencia de estos logros se encuentra en la
reducción de la superficie de hoja de coca ilícita cultivada en estos
territorios.” Capacidades Estatales y Resistencias a la Erradicación de
Cultivos: una Mirada al Monzón. Nicolas Zevallos. Lima, 2015.
“Recuperando
el Monzón”, la versión oficial del Desarrollo Alternativo.
“Cuando
iniciamos el mandato de este gobierno, en julio de 2011, nos comprometimos con la ejecución de una
política de lucha contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo
alternativo integral y sostenible. Afirmamos que la seguridad sería una
prioridad y la erradicación de superficie ilegal de sembríos de coca, una
premisa; pero sostuvimos, con firmeza, que el desarrollo humano y sostenible
serían los ejes fundamentales del futuro de aquellas regiones del país antes
controladas por mafias y redes ilegales… Coherentes con ese compromiso se
intervino en el Monzón y, hoy, tres años después, esta zona del país, antaño
bastión del tráfico de drogas y de la ilegalidad, camina en un horizonte de
esperanza, oportunidades y desarrollo.” Mensaje del expresidente Ollanta
Humala. Lima, 2013. Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, están recluidos
en la cárcel investigados por corrupción. Los cocaleros aseguran que durante la
campaña electoral se comprometió a no erradicar los cultivos de coca.
“El
cambio es hoy”, lema acuñado por Devida se sustenta en la información contenida
en el libro “Recuperando el Monzón”, del que rescatamos algunos aspectos
considerados como logros hacia la población afectada y en proceso de recuperación.
“Es
clave tener un enfoque integral acercando la plataforma de servicios del Estado
(comisarías, escuelas, centros de salud); rehabilitar vías de acceso, mercados;
fomentar la participación política y gobernabilidad con las juntas vecinales y
los comités de productores, entre otros.
Inauguración
de puente Cashapampa considerado un aporte al desarrollo. Foto Leyenda del
Huallaga.
A
la fecha, los avances son alentadores e incentivan a persistir en los esfuerzos
de cambio; pues son un total de 4003 familias las que han firmado actas de
entendimiento y compromisos de no resiembra de coca, con el Estado. La firma de
actas de entendimiento, según corrobora la información documental, se ha
traducido en la instalación de 2340 hectáreas de cacao y 1687 ha. de café, y de
1591 unidades de biohuerto entre 2013 y 2014. Recuperando el Monzón. Devida:
Lima – Perú, 2015.
Pobreza
y extrema pobreza en el Monzón, según Naciones Unidas.
“En
el año 2009, la pobreza alcanzaba el 34.8% a nivel nacional; sin embargo,
considerando únicamente el promedio de los distritos del Monzón, este indicador
subía hasta un 66.4%. Del mismo modo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH)
nacional marcó la cifra de 0.5058 en el año 2012; el promedio de los distritos
que componen el valle del Monzón, en cambio, marcó una cifra de 0.28, es decir,
apenas poco más de la mitad del IDH promedio a nivel nacional (PNUD, 2013). De
forma similar, el Perú alcanzó un Índice de Densidad del Estado (IDE) de 0.7666
en el año 2012; mientras que, en las provincias que comprenden la cuenca del
Monzón, el promedio de IDE era de 0.62 (PNUD, 2013).” NACIONES UNIDAS. Cultivos
de coca y desarrollo humano. Lima, 2014.
Campos
de Poder y el plan posterradicación.
Para
el antropólogo alemán Christoph Heuser que investigó en el Monzón, los Campos
de Poder se configuran por: “El carácter multisectorial de la intervención ha
sido una de las principales fortalezas del «Plan de Posterradicación» y una de
las principales lecciones de éxito. La participación de los distintos sectores
del Estado y de la sociedad civil ha permitido establecer redes de seguridad en
el corto plazo: comisarías, postas de salud, caminos rurales, infraestructura y
una presencia activa de funcionarios del Estado.
La
consolidación de redes de seguridad como las señaladas, según está demostrado
en abundantes investigaciones, produce capital político, a favor del Estado,
propicia vínculos de solidaridad comunitaria y, en ese sentido, reduce
significativamente las oportunidades para cometer actos delictivos. Por
ejemplo, una eventual rearticulación de redes de tráfico ilícito de drogas.
En
la misma perspectiva, las evidencias sugieren la necesidad de consolidar
acuerdos con el sector privado y la sociedad civil, por ejemplo las
universidades, para incentivar la generación de emprendimientos locales, la
formación de capacidades y la articulación de la economía local con los
mercados de bienes y servicios a nivel nacional y –de ser posible, en el largo
plazo– a nivel internacional.” Después del Auge. Campos de Poder en el Valle
del Monzón. Christoph Heuser. Lima – Perú, 2017.
En
el Monzón sí hay cambios, pero otro tema es la sostenibilidad.
“Un
comparativo entre el Monzón cocalero y el Monzón posterradicación de la coca es
la densidad poblacional que ha disminuido notablemente, antes se notaba la
gente en las calles, en los pueblos había mayor movimiento de personas,
vehículos, actividades comerciales hoy todo eso se ha reducido, por la
desaparición de la economía de la coca y el narcotráfico.
Los
aportes de la cooperación internacional han disminuido por dos razones
fundamentales: por la decisión del presidente de los Estados Unidos de
Norteamérica Donald Trump de recortar los presupuestos destinados a la lucha
antidrogas y al Desarrollo Alternativo y por la crisis económica en Europa
donde se incrementó la pobreza y los fondos para la lucha contra las drogas a
manera de cooperación han disminuido radicalmente.
Los
presupuestos de Devida también se han reducido por efectos del Niño Costero y
por el estancamiento de la economía nacional y para darle prioridad a la
interdicción al tráfico ilícito de drogas, especialmente a Inteligencia
operativa con lo cual se está desarticulando a las mafias que comercializan la
cocaína dentro y fuera del país.
Sí
hay un cambio positivo en lo relativo al mejoramiento de las vías de
comunicación terrestre, se amplía la carretera, se construyen puentes y
pontones, escuelas, colegios, centros de salud; se instalan agua y desagüe, la
energía eléctrica llega a más hogares. El Ministerio de Vivienda y Construcción
apoya a pobladores de escasos recursos con la construcción de 300 módulos
familiares de 35 metros cuadrados.
La
sostenibilidad del Monzón es un tema que preocupa por la salida de los jóvenes
para estudiar y en búsqueda de oportunidades laborales, también de la gente que
tiene recursos y ante la postración del Monzón busca otros lugares donde
desarrollar sus actividades, entonces solo se quedan los pobladores de 50 a más
años quienes en dos décadas no podrán trabajar la tierra y con ello la crisis
se acentuará con pueblos de pocos habitantes.” Entrevista a Antonio Lara Ponce,
investigador - consultor y ex integrante de CEDRO, setiembre de 2017.
Oficina
de Devida en el Monzón, el presente año la restricción presupuestal limitó su
accionar. Foto Leyenda del Huallaga.
El
Monzón era un fortín de Sendero Luminoso y del narcotráfico.
“El
valle del Monzón era una zona liberada hasta 1998, aquí ningún desconocido
podía ingresar porque era asesinado. Usted no podía transitar con esa chaqueta
de periodista, una vez fui testigo que un técnico que realizaba mediciones para
elaborar planos y llevaba una chaqueta fue capturado y asesinado, había
controles y funcionaba el lema senderista “Mil ojos y mil oídos” es decir
personas que todo lo veían y todo los escuchaban para reportarlo a los jefes. En
el centro poblado “La Granja” a poca distancia de Cachicoto señalando la larga
carretera dice “esta era la pista clandestina, de aquí salían las avionetas con
la droga, pero fue destruida con bombas arrojadas desde helicópteros en uno de
esos ataques murió el terrorista conocido como Merino. En Huitopampa, en una
curva de la carretera fue emboscado el narcotraficante ‘Posheco’ uno de
los más importantes en la década del 80.
Para
Falcón, el dinero generado por la coca y la droga (cocaína) fue malgastado y no
invertido en el valle del Monzón y a ello se debe la pobreza y escaso
crecimiento comparado con otras zonas como Uchiza, Tocache, Aucayacu donde
también el narcotráfico reinó por muchos años y donde sí se observa crecimiento
urbanístico y menos pobreza, en comparación con el Monzón donde la marginalidad
y el abandono es visible sin calles pavimentadas y poco desarrollo
inmobiliario.
¿Por
qué cayó el camarada ´Artemio’? según Falcón, éste estaba viejo y gordo, no
tenía economía para sostener al grupo de 50 senderistas a su mando y porque fue
traicionado por su propia gente que fue captada por la policía, uno de ellos lo
hirió por lo que se entregó ante la posibilidad de morir. “hay otros líderes
senderistas que no fueron visibles y que podrían estar trabajando para que
Sendero Luminoso vuelva en algún momento pues la condiciones económicas y sociales
en el Perú son casi similares al año 1980 en
que se inicia en Ayacucho.” Entrevista a Manuel C. Falcón P. (55), que
vivió el conflicto desde niño, agosto de 2017.
Programa
de Naciones Unidas ingresó al Monzón con desarrollo alternativo.
“Nosotros
ingresamos al Valle de Monzon en julio de 1999 y estuvimos hasta el 2006 cuando
la dirigencia cocalera era muy radical y fuerte, pero con todo iniciamos tres
proyectos: café, cacao, sanidad animal y arroz bajo riego, todo fue muy bien.
Instalamos las primeras 350 has de café técnicamente conducidas, rehabilitamos
400 has de cacao, instalamos infraestructura para 350 has de arroz bajo riego,
se hizo dos campañas por año en total 700 has., implementados con 10 tractores
agrícolas apoyados por el Ministerio de Agricultura de Huánuco, además se
instaló un moderno molino de arroz que obteníamos tres calidades: Corriente,
superior y extra, convirtiéndose en el primer proveedor de PRONAA, además el
arroz llego a comercializarse en Huánuco. Ucayali y Pasco por su excelente
calidad. El otro fue la sanidad animal y repoblamiento ganadero en apoyo a los
pequeños ganaderos, todo fue un éxito hasta que Sendero Luminoso con Iburcio Morales
a la cabeza destruyeron nuestro vivero forestal en La Granja lo que hizo que
nos replegáramos a la parte baja donde concluimos con la instalación de 900 has.,
de reforestación en todo el valle con especies que hasta ahora existen. Lo más
importante es el reconocimiento de la población al buen trabajo de lo cual mi
equipo técnico está orgulloso. La inversión solo fue de un millón de dólares
que se supo utilizar adecuadamente.” Entrevista a Miguel Arcayo Ocaña, ex
funcionario del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, PNUD, junio
2017.
Mini
hospital que a un año de su inauguración no funciona causando perjuicio a miles
de pobladores pobres. Foto Leyenda del Huallaga.
Consecuencias
del narcotráfico en las cuencas cocaleras.
Según
el Proyecto para la Reducción y Erradicación de la Coca en el Alto Huallaga,
Corah, la producción de la coca y la cocaína en zonas como el Monzón y Alto
Huallaga por un tiempo prolongado generó: 1 - a) Un descontrolado proceso de
migración de los andes hacia la selva alta. b) una situación de pobreza
crítica. c) un fenómeno simbiótico entre el narcotráfico y grupos subversivos.
d) una irreparable pérdida del potencial productivo y deterioro del
medioambiente natural. 2- Carencia de una planificación a largo plazo con
carácter de integralidad. 3- Descoordinación total entre las entidades
responsables del desarrollo, con un balance negativo en la relación monto de
inversión y resultados obtenidos. 4- Una incipiente presencia del Estado como
ente conductor o generador del desarrollo.
Planteamientos
para superar la crisis socioeconómica en el Alto Huallaga y Monzón.
¿Qué
hacer para superar la pobreza y extrema pobreza en el Alto Huallaga y Monzón?
A.
Incidir en el proceso de incentivo y reactivación de la actividad agropecuaria.
B. Identificar y fomentar los recursos turísticos.
C. Mejorar con mayor
inversión pública y privada la educación y la salud.
D. Mejorar las fases y
estrategias en el combate al tráfico ilícito de drogas.
E. Mantener y hacer
sostenible los avances logrados en la pacificación y seguridad.
F. Incentivar
la inversión privada con el respeto a la ecología y medio ambiente natural.
Se
requiere enfrentar la problemática desde la óptica: social, económica,
cultural, técnica, policial y militar. Proyecto Especial CORAH: Simposio
Integración para el Desarrollo del Alto Huallaga y Monzón. Noviembre de 1998.
A
manera de reflexión final:
“Nada
hay más trágico que el curso obstinado y dramático de algo sagrado que deviene
en peste: todo el poder de la coca que iluminó el mundo andino y amazónico por
milenios se transformó en su condena al introducirse, deformado y en pocas
décadas, en las venas que deberían oxigenar la globalización, en vez de
envenenarla. Coca: Deforestación, contaminación y pobreza: Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos de Colombia. Policía Nacional Dirección de
Antinarcóticos. Bogotá, D. C., 2014.
Conclusiones.
Primero.
El cultivo de la coca significó para el Monzón por cerca de cien años una
fuente de subsistencia mediante la transformación de la cocaína legal, el
trueque por productos alimenticios de la sierra y como materia prima ilegal derivada
al narcotráfico para la conversión en cocaína.
Segundo.
El narcotráfico presente en el valle desde 1970, distorsionó su economía y
generó gran violencia por las luchas entre las firmas y cárteles que involucraban
a los pobladores por ser los abastecedores de la materia prima para la droga.
Tercero.
El terrorismo que ejerció dominio en el valle al aliarse con el narcotráfico y
corromper a las fuerzas de seguridad encargadas de su control y erradicación,
se convirtió en la principal autoridad ilegal desplazando a la autoridad
estatal y convirtiendo al Monzón en tierra de nadie, donde la vida no valía
nada.
Cuarto.
Las fuerzas de seguridad con sus estrategias de control, en reiteradas veces
hicieron tabla rasa de la ley y la Constitución y violaron los derechos humanos
mediante detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos extrajudiciales o
desapariciones.
Quinto.
Los programas de instituciones y organismos del Estado presentes en el valle
desde 1995 no contaron con suficientes recursos del gobierno nacional y de la
cooperación internacional y en la práctica se constituyeron en paliativos a las
grandes necesidades humanas, incrementándose paradójicamente la pobreza y extrema
pobreza, que era la justificación para las luchas campesinas por la defensa del
cultivo de la coca hasta el 2012.
Sexto.
El Programa de Desarrollo Alternativo responsabilidad del organismo rector de
la lucha contra las drogas, Devida, no ha sido lo suficientemente eficiente y
transparente para convencer que sus acciones y actividades ejecutadas
directamente o mediante operadores contratados fueron un éxito en la generación
de una economía alternativa a la coca y la droga, generando confusión y dudas que
prolongan indefinidamente el conflicto.
Séptimo.
La decisión política de erradicar los cultivos de coca a ‘sangre y fuego’ el
año 2012 ocasionó un colapso de la economía local incrementándose la pobreza y
extrema pobreza, lo que obligó a los pobladores a acogerse a los programas de
desarrollo agrícola, de infraestructura y la inversión en seguridad, que
permitió el incremento de las áreas de cultivos de cacao y café, la creación de
cooperativas para la manufactura y comercialización lo que mejoró en algo la
economía de un grupo de aproximadamente dos mil familias de un total de ocho
mil, es decir de un 25% aproximadamente.
Octavo.
El narcotráfico y el terrorismo fueron controlados y los cultivos de coca
erradicados en 90%, con lo que el cambio de mentalidad y la apuesta al futuro
por una economía sin coca y sin drogas o sin violencia se abre paso en forma
lenta pero sin garantizar sostenibilidad, por lo que el peligro de vuelta al
pasado persiste en caso no se modifiquen las estrategias, se dote de mayores
presupuestos, se corrija la burocracia y se haga transparente el manejo del
dinero público o de la cooperación a efecto de lograr eficiencia y eficacia con
un manejo técnico y no político.
Noveno.
Son innegables los cambios operados en el valle del Monzón y hay que reconocer
el trabajo conjunto de instituciones públicas y privadas, pero al mismo tiempo
exigir con firmeza mejores resultados en beneficio de la población afectada,
pasando por la reparación a las víctimas de la guerra interna y haciendo sostenibles
las actividades impulsadas.
Recomendaciones.
Primero.
El Estado y el sector privado deben apostar por apoyar los cambios y mejoras
registradas en el valle, a fin de garantizar que nunca más se produzcan hechos de
violencia producto de alianzas criminales con funestos resultados para la
población.
Segundo.
El Plan Nacional de Lucha Contra las Drogas, debe modificar su legislación a
fin de no priorizar la represión al productor de coca, se debe buscar métodos
sofisticados y de alta tecnología para enfrentar a las mafias criminales,
responsables de convertir la inofensiva hoja de coca en un producto ilegal de
efectos nocivos para sectores de la población constituida por niños,
adolescentes, jóvenes y adultos.
Tercero.
Atender con urgencia a los niños inmersos en la pobreza y extrema pobreza con
educación, salud y alimentación, mientras sus padres puedan recuperarse de la
abrupta caída económica al ser erradicados sus cultivos de coca sin recibir a
cambio ayuda inmediata, pues los programas posterradicación son lentos y muy
limitados por escases de recursos logísticos y presupuestos o la deficiente
utilización de los fondos aportados por la cooperación internacional y el
tesoro público.
Cuarto.
Incidir en la responsabilidad compartida entre países productores y
consumidores de cocaína y demandar su cumplimiento ante la Corte Penal
Internacional. Transparentar el uso de los presupuestos en la lucha contra las
drogas y el desarrollo alternativo, estableciendo penas de cárcel drásticas para
los que incumplan. Se debe acabar con aquello de: “A caballo regalado no se le
mira el diente.”, que justificaban el despilfarro, la malversación y la
apropiación ilícita con impudicia e impunidad de los recursos asignados por la
cooperación internacional y el Estado peruano, según numerosas denuncias
documentadas que fueron soslayadas.
Bibliografía.
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- Rol del Estado en la Lucha Contra las Drogas. Jaime García y Gabriela Stockli. Universidad Católica del Perú. Lima, 2015.
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- Leyenda del Huallaga. www.leyendadelhuallaga.blogspot.com
- Relación política y narcotráfico: el comportamiento de Sendero Luminoso ante el mercado de la droga en el Alto Huallaga. Richard Kernaghan. Lima, 2002.
- Propuesta Técnica: Retiro de la Hoja de Coca de la Convención Única de Estupefacientes de las Naciones Unidas. Central Nacional Agropecuaria Cocalera del Perú. Huánuco – Perú. Abril de 2008.
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- Coca: Deforestación, contaminación y pobreza: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Colombia. Policía Nacional Dirección de Antinarcóticos. Bogotá, D. C., 2014.
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- Ricardo Vargas Meza: Drogas. Conflicto armado y desarrollo alternativo. Acción Andina Colombia, 2003.
- Operación Fierro 2003, en el valle del Monzón, Ocosmin – Mininter, (Lima), 2004.
- Manuel Estela Benavides: Un enfoque de mercado, radiografía del narcotráfico en el Perú. Lima – Perú, 2008.
- Fabián Novak/Jaime García/Sandra Namihas. El problema del narcotráfico en la región Huánuco. Lima – Perú, 2008.
Nota. La presente
Investigación o Trabajo Final, es para optar el título de: “Especialista en
Periodismo y Ciencias de la Información.” De la Universidad Científica del Sur
y de la Fundación Universitaria Iberoamericana, FUNIBER.