Felipe A. Páucar Mariluz*
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Donald Trump ratificó la guerra al narcotráfico y a la vez hundió a USAID, también militarizó las fronteras. Cortesía Reuters. |
Se imaginó alguna vez la forma desastrosa como terminaría la famosa agencia norteamericana USAID, idolatrada por quienes viven o amasan fortunas mediante la cooperación extranjera, y, denunciada hasta el cansancio por las víctimas de su arbitraria injerencia en asuntos internos de muchos países con el pretexto de apoyar el desarrollo y el combate a las drogas, al terrorismo y la ayuda humanitaria a quienes devastaron sus naciones con guerras absurdas con el beneficio del comercio legal e ilegal de armas o por el saqueo de sus recursos naturales? Ante el desmantelamiento arbitrario y humillante dispuesto por Donald Trump y Elon Musk, cabe plantearse la siguiente interrogante: ¿todo lo que hizo este organismo internacional creado por John F. Kennedy el 03 de noviembre de 1961, hoy administrada interinamente por Marco Rubio y que llegó a tener cerca de 12 mil trabajadores en 2017 que en un 90% fueron despedidos como si fueran integrantes de una organización criminal, estuvo mal? La respuesta es no, como veremos más adelante hubo financiamientos, ayuda y apoyos que si son y serán valorados por sus beneficiarios y precisamente por todo ello no merecía ser pisoteada, vilipendiada o calificada como el monstruo de la corrupción y del crimen organizado por quienes en muestra de lealtad o mea culpa estarían llamados a defenderla o a darle un fin menos deshonroso.
Las medidas tomadas por Donald Trump en sus primeros dos
meses de mandato han sacudido a Latinoamérica y al mundo por su impacto en
sectores políticos, económicos y productivos, así como por el corte
intempestivo de la ayuda humanitaria a las regiones en guerra asoladas por la
violencia que genera éxodo e inmigración. Este alboroto socioeconómico –
político genera incertidumbre: ¿Qué buscan Trump y Elón Musk con la
satanización implacable de USAID? ¿Acaso retirar definitivamente la cooperación
humanitaria con los países pobres o en desarrollo y a otros organismos que
gozan de este beneficio por su condición de aliados o con los que Estados
Unidos mantiene compromisos compartidos en la lucha contra las drogas, el
terrorismo, la migración y el crimen organizado transnacional? Con el Perú
Estados Unidos mantiene un compromiso ineludible del que no puede sustraerse
fácilmente en la lucha contra el narcotráfico productor y comercializador de
cocaína que es consumida abundantemente en su país sin que haga lo suficiente
para frenarla o erradicarla. Una parte de la ayuda que prestaban era una
especie de trueque o pago por la erradicación compulsiva de los cultivos de
coca a los campesinos pobres, por tanto, estamos seguros que si no es con USAID
será con otro organismo pero la cooperación tiene que continuar, no de la
manera como lo fue, sino con cambios radicales, con transparencia obligatoria,
responsabilidad social y orientado al interés colectivo antes que el meramente
burocrático, despilfarrador y engullidor de los pocos recursos asignados y que
en la última década fueron reducidos drásticamente para el caso del Perú a
aproximadamente 120 millones de dólares anuales para todo concepto de apoyo.
Estamos ante una realidad difícil, de la que debe ser consciente el gobierno
nacional y el Congreso para exigir cumplimientos sin someterse a planes y
políticas.
“Para Murphy, el sacerdote estadounidense de la Casa del
Migrante, la política de Trump “es horrible, un insulto. Cada vez que habla
Trump, me dan ganas de vomitar”. A esto agrega que las medidas terminarán por
perjudicar a los propios Estados Unidos. “Si se van los migrantes, quién va a
hacer el trabajo que nadie quiere hacer”, se pregunta. Y mientras tanto,
algunos comienzan a sentir nostalgia por mecanismos como la Usaid, que, a pesar
de las críticas, muchas de ellas válidas en su momento, resultan claramente
preferibles al gran garrote que ahora esgrime Donald Trump en la región”.
(CONNECTAS, 14 de marzo de 2025).
“La sorprendente decisión de la administración Trump de
dictar órdenes de paralización de la ayuda exterior es muy preocupante, dado el
impacto que tiene en tantos programas fundamentales, desde los que protegen a
los defensores de los derechos humanos o ayudan a las personas a buscar
seguridad hasta los que proporcionan asistencia sanitaria crítica y previenen
atrocidades, y muchos más. El alcance total de los daños y el impacto en los
derechos humanos de esta decisión tardará algún tiempo en comprenderse
plenamente, pero hay vidas literalmente en juego y la administración Trump debe
revertir el curso urgentemente. El abrupto desmantelamiento de USAID, la
agencia de Estados Unidos de cooperación, pone en mayor riesgo los derechos
humanos de millones de personas en todo el mundo. USAID proporciona la financiación
y gestiona los esfuerzos para la ayuda humanitaria crítica, el apoyo a quienes
buscan seguridad, para que los gobiernos proporcionen educación básica,
servicios de salud, saneamiento y mucho más. Gobiernos de todo el mundo están
mejor equipados para cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos
gracias a los recursos técnicos y financieros que proporciona USAID. (Amnistía
Internacional, marzo 11 de 2025).
“La administración de Donald Trump canceló oficialmente el
83% de los contratos de ayuda exterior de Estados Unidos que administraba a
través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(Usaid por sus siglas en inglés). Más de
60 contratos en Colombia fueron cancelados”. (La Silla Vacía.com, marzo 12 de
2025).
“Algunas fuentes creen que se estarían destruyendo pruebas
fundamentales para varias de las demandas judiciales que afronta la
Administración Trump. Empleados de la Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (Usaid) recibieron este martes correos electrónicos
con instrucciones para que destruyeran, trituraran o quemaran documentos
clasificados y cajas fuertes con información sensible en su poder. (Reuters,
marzo 13 de 2025).
Mientras el presidente Donald Trump ordenaba a gritos el
cierre de USAID, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca calificó de
"mierda" las iniciativas financiadas por la Agencia de EE.UU. para el
Desarrollo Internacional (USAID). "Simplemente enviaría un mensaje
contundente a los demócratas que fingen estar indignados por la lista de mierda
que está recortando esta administración", afirmó durante una sesión
informativa. (Actualidad RT). Alon Ben Meir, profesor jubilado de relaciones
internacionales del Centro de Asuntos Globales de la Universidad de Nueva York,
escribió: «Ser testigo del devastador impacto de la orden ejecutiva de Trump de
congelar casi toda la ayuda exterior es desgarrador». Agrega Ben Meir, “La
inhumana decisión de Trump no solo es despiadada, sino que destruye los ideales
de compasión y liderazgo que alguna vez definieron a Estados Unidos. Una nación
que alguna vez lideró la lucha contra el hambre y la salvación de vidas, ahora,
bajo el salvaje ataque de Trump, abandona a millones de niños inocentes a la
inanición y la muerte inevitable, señala. Agrega que «su acción desenfrenada
degrada en lugar de preservar la grandeza de Estados Unidos». Esto si que es
muy grave, (IPS). Mike Benz, exfuncionario del Departamento de Estado de
EE.UU., afirmó en una reciente entrevista con el periodista Tucker Carlson que
la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
"básicamente" sostenía "el suministro mundial de heroína",
el 95 % de la cual procedía de Afganistán. De acuerdo con sus palabras,
"uno de los socios más cercanos" de la agencia es el llamado
Instituto para la Paz de EE.UU., que recibe "56 millones de dólares al año
de los contribuyentes". "Su oficina está justo al lado del
Departamento de Estado en Washington D.C., fue creada por el Congreso",
detalló. (Actualidad RT).
“El Ministro de Relaciones Exteriores del Perú Elmer
Schialer comentó que Perú recibe entre 120 y 124 millones de dólares de
cooperación estadounidense, dirigidos a la lucha contra el narcotráfico,
protección del medioambiente y promoción de las mujeres...respecto al combate
al narcotráfico, el canciller consideró que no cree que vaya a ser
"tocado", pues se trata de unos 80 millones de dólares, que "no
son para fines de interdicción solamente, sino también para reemplazo de
cultivos y escáneres en (el puerto de) Chancay". (Infobae, 12 marzo de
2025). “Reconoció que podría haber impactos en áreas como “salud, educación,
producción, medio ambiente, entre otras”, en las cuales USAID implementa su
cooperación a través de su relación con aproximadamente 60 ONG locales que “efectivamente
van a sentir el impacto. Por su parte, DEVIDA, un organismo oficial del
Gobierno adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros, ha funcionado como
la contraparte nacional para recibir fondos de la cooperación, especialmente
del Gobierno de Estados Unidos, por lo que su dependencia económica a USAID es
más que evidente.” (DESCO).
Ricardo Soberón ex presidente de Devida en 2011 con Ollanta
Humala y 2021 con Pedro Castillo hizo un recuento de lo que a su criterio fue
el accionar de Usaid en el Perú: “La impresión que tenemos tras más de treinta
años de seguimiento de las políticas de EE.UU en la región andina en materia de
interdicción y desarrollo alternativo (de los que USAID fue uno de los
principales ejecutores) se resume en tres conceptos: (i) no ha funcionado en
términos generales (la industria de la cocaína funciona a toda su capacidad),
(ii) ha sido sometida a criterios políticos antes que técnicos (la ausencia de
USAID en el VRAEM y falta de apoyo a la oportunidad de crisis de precios de la
coca en la post pandemia), y (iii) ha devenido en un promotor de malas
prácticas como la erradicación previa al desarrollo rural y la falta de apoyo a
una erradicación voluntaria con los campesinos”. (Otra Mirada, febrero 12 de
2025), Soberón hizo público una carta a
pocos días de ser cesado en el cargo en 2011, donde calificaba a Devida como el
peor de los organismos del Estado dedicado a liderar la lucha contra las drogas
(coca y cocaína) y donde la corrupción campeaba además de parecerse a un nido
de ratas (lo había comprobado), una variante de este calificativo endilgó a
Usaid Elon Musk (un nido de serpientes) al momento de justificar su
intervención en el cierre y desmantelamiento sorpresivo y arbitrario de Usaid
que apoyó al Proyecto Especial Alto Huallaga, al proyecto especial Pichis
Palcazu, Proyectos Alto y Bajo Mayo, Proyectos en Aguaytía - Ucayali, Proyectos
en el VRAE que hoy es VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro), etc.,
entre 1981-1997, luego a Contradrogas de 1998 a 2001 y a Devida de 2002 a
2024 en proyectos de desarrollo
alternativo con resultados poco conocidos por la falta de transparencia y el
manejo arbitrario de los recursos económicos. Lo que se percibe y es un factor
común que la cooperación internacional no tuvo un impacto sostenible en el
desarrollo de las zonas de coca y narcotráfico. Para Soberón, en Devida
financiada en parte por Usaid todo estuvo bien mientras ocupaba el cargo de
máximo ejecutivo y solo cuando lo reemplazaron se atrevió a lanzar críticas o proponer
cambios y mejoras que él tuvo la oportunidad de realizarlas con un poco de
criterio y decisión política - administrativa.
En la “Guerra Oculta en al Huallaga, Monzón y Aguaytía”
publicado en diciembre de 2006, en el capítulo XIV punto IV, propusimos:
“Implementar normas de fiscalización y control de los recursos que manejan las
Ongs que actuaban como operadores o ejecutores intermediarios en una larga
lista de organizaciones del gobierno, de organismos no gubernamentales y
entidades extranjeras (evitar el efecto cascada), las que absorben el grueso de
los recursos destinados a los productores agropecuarios. Con ello se evitaría
los continuos negociados y el enriquecimiento ilícito que pese a ser
denunciados continuamente permanecen en la impunidad al no existir decisión
política para la investigación y sanción”. (Página 231).
Igualmente, en la “Guerra de los Cien Años, Narcotráfico y
Terrorismo”, publicado en julio de 2022, en el capítulo XXXI “Propuestas para el combate a las drogas y
desarrollo sostenible en zonas de narcotráfico y violencia”, en el punto 2,
propusimos la: “Revisión y evaluación del Programa Nacional de Desarrollo
Alternativo desde 1981 a la fecha con la intervención de la Contraloría General
de la República que había emitido un informe el 2001 sobre el accionar de la ex
Contradrogas, falta una acción similar en Devida donde siempre se denunció
presuntos delitos y graves omisiones. El Congreso Norteamericano debe
pronunciarse sobre el uso ineficiente de los recursos asignados por su país, ya
que al Congreso peruano no le interesa”. (Páginas 159-160).
“Los críticos de las órdenes ejecutivas de Trump dicen que
en algunos casos como el de la Usaid causarán una catástrofe humanitaria y
socavarán la influencia, la fiabilidad y la posición mundial de Estados Unidos.
Justamente, desde su fundación en 1961 la Usaid ha sido un ariete de la
influencia y la penetración de Washington en países y poblaciones
desfavorecidas, con una clara influencia en su peso y poder de potencia
mundial. El diario dijo que Estados Unidos gastó casi 72 000 millones de
dólares en ayuda exterior en 2023, incluyendo el gasto de la Usaid y el
Departamento de Estado. Como porcentaje de su producción económica, Estados
Unidos, que tiene la mayor economía del mundo, da mucha menos ayuda exterior
que otros países del Norte industrial. La Usaid gastó unos 38 000 millones de
dólares en servicios sanitarios, ayuda en casos de desastre, esfuerzos contra
la pobreza y otros programas en 2023, alrededor de 0,7 % del presupuesto federal”.
(New York Times, febrero 11 de 2025).
En Latinoamérica y en particular en el Perú los
cuestionamientos a la ayuda de la cooperación norteamericana a través de USAID
y del Departamento de Estado de Estados Unidos (ex NAS) son graves, y, si
sumamos los señalamientos realizados por Elon Musk, el archimillonario y
eventual funcionario adhonorem de Trump, el panorama pinta oscuro, Musk ha
calificado a USAID como una ‘organización criminal’, ún nido de serpientes´
vale decir, de ser considerado como el Mesías del Tío Sam desde 1961 a monstruo
de mil cabezas y anti Estados Unidos en 2025. El secretario de Estado
norteamericano Marco Rubio convertido en administrador temporal de USAID
´reveló’ algo que era un secreto a voces y fue puesto en evidencia por décadas,
que solo el 12% de los fondos asignados a organismos gubernamentales y no
gubernamentales dentro y fuera de su país llegaban al beneficiario final. El
88% alimentaba los bolsillos y billeteras de los operadores de distinto pelaje.
Según técnicos y especialistas decentes que trabajaron en
entidades financiadas con los recursos de USAID y DEVIDA en el Alto Huallaga,
VRAEM y otras regiones del Perú, el porcentaje que llegaba al productor de café
y cacao mediante el Programa de Desarrollo Alternativo Sostenible, PDAS, sería
solo el 6%, éste es un porcentaje muy bajo, similar al que recibe un productor
de cacao y café del precio final al consumidor en Estados Unidos o Europa; pero
algo mejor al que recibe un productor de coca del precio final de la cocaína en
las calles de Norteamérica, Europa, Asia, África, Oceanía, etc., que en
promedio es el 2%. Quizá por ello algunas Ongs operadoras de Usaid eran
motejadas como ´no serve’ por un sector del campesinado insatisfecho, aunque
los dueños de estas organizaciones sostengan lo contrario sin mostrar pruebas.
En Perú la USAID en dos décadas (2003-2023) habría gastado
un aproximado de 2 mil millones de dólares en empresas norteamericanas y Ongs
internacionales o nativas de las que solo a Chemonics la Ong., más cuestionada
y denunciada por presunta corrupción se le asignó 180 millones de dólares casi
un 10% del monto total. Igualmente, Usaid entregó millones de dólares a grandes
empresas privadas (bancos y financieras) dedicadas a la Palma aceitera, cacao,
café, a Alianzas Público Privadas a Onges promotoras de cacao y café o a
portales de comunicación anticocaleros, así como a Ongs con supuestos objetivos
humanos y sociales. CEDRO una ONG dedicada a la prevención del consumo de
drogas también fue una de las grandes beneficiarias de USAID. Se espera que al
termino de 90 días el presidente Trump cumpla con dar a conocer un informe
completo y transparente sobre lo que fue la USAID, los fondos que manejó y a
los beneficiarios, porque esperar que APCI lo haga no tiene sentido. Tampoco es
aceptable que un grupo de congresistas lobistas y autoritarios metan sus
narices mediante una comisión investigadora con objetivos políticos de
vendetta.
La debacle de USAID fue aprovechada por medios de
comunicación, comunicadores y políticos para denostar y arremeter contra las
Ongs de derechos humanos, medio ambiente, género, educación comunitaria,
defensa de la libertad de prensa, con el tácito respaldo de la presidenta Dina
Boluarte. No puede negarse que en varias organizaciones gubernamentales
(DEVIDA, CORAH, etc.) y no gubernamentales se mal utilizaron los fondos
destinados para la lucha contra las drogas, ayuda humanitaria, el desarrollo
alternativo, el medio ambiente y las comunicaciones; recursos que terminaron
beneficiando a la burocracia, a los intermediarios y a los privilegiados en el
organigrama de 60 organizaciones no gubernamentales de gestión opaca, salvo
algunas que realizaron un trabajo parcialmente aceptable y medianamente
transparente.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) reveló una información que
confirma la influencia directa del gobierno de Estados Unidos sobre medios de
comunicación en todo el mundo. “La suspensión de los fondos de la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sumido a periodistas
y medios de más de 30 países en una crisis sin precedentes, demostrando su
fuerte dependencia de esta financiación. RSF admitió que USAID financiaba a
varias grandes ONGs dedicadas a sostener medios de comunicación, como el Fondo
Internacional de Medios para el Interés Público, además de apoyar directamente
a medios opositores en Irán, Georgia, Rusia y Bielorrusia, y a medios
progubernamentales en Ucrania. Lo más revelador es que algunos de estos medios
ya reconocieron que no pueden seguir operando sin el dinero de Washington. El
2023 USAID destinó fondos en América Latina por más de US$ 1.700 millones. Para
Europa US$ 17.200 millones y en África US$ 12.100. El Perú recibió 111 millones
de dólares, México (71 millones), República Dominicana (49 millones) y Ecuador
(46 millones). Panamá, con 0,9 millones de dólares, Bolivia, con 0,6 millones y
Chile, recibió solo 0,3 millones de dólares.
También hubo otros beneficiarios de los fondos de USAID en
Perú que utilizaron el lado sensible de la ayuda a los productores de cacao y
café que en realidad fue a un número no mayor del 30% de cacaoteros y
cafetaleros a lo largo de 44 años de vigencia del desarrollo alternativo que
recibieron algo de ayuda. Según estudios no oficiales en promedio la ayuda al
agricultor no superó en el mejor de los casos el 10% de inversión con un valor
de 10 mil soles/hectárea. Igual situación se dio con los cafés especiales al
que se le dio un trato preferente no obstante representar solo el 4% de la
producción nacional exportada. Buena parte de los recursos se destinaron a la
burocracia, a la propaganda y al supuesto incentivo del consumo de productos
alternativos mediante campañas mediáticas, ferias, salones y exposiciones de
productos terminados en el país y extranjero donde los verdaderos productores
del grano de cacao o café estaban presentes en mínima proporción. Además, si
bien se incrementaron las hectáreas de cacao y café el tema siempre fue la
producción y productividad que no fueron ni son sostenibles al haber alcanzado
700 kg., de producción por hectárea/año, que en 1980 era de 500 kg/ha/año.,
para el cultivo de cacao. Ayer como hoy el agricultor sigue afectado por
plagas, enfermedades, excesiva intermediación, falta de capital, mano de obra
escasa y cara, insumos y herramientas a precios exorbitantes, etc. Los
productores de cacao y café son pobres en un 70%. Recordemos que los campesinos
tenían la siguiente apreciación sobre el trabajo de Devida y Usaid: “El
desarrollo alternativo es como sembrar en un escritorio y cosechar en una
computadora”, mientras otros afirmaban que de tanto estar de “taller en taller
parecemos carros viejos”.
Se necesitarán cambios profundos vía la transparencia luego
de la anunciada evaluación por 90 días para lograr el desarrollo sostenible que
en teoría buscaban USAID y el Departamento de Estado de EE.UU desde 1981 con el
financiamiento bajo la figura de préstamo al Proyecto Especial Alto Huallaga,
PEAH. Del Proyecto Especial para la Reducción y Control de los Cultivos de Coca
en el Alto Huallaga CORAH en Tingo María se encarga la Embajada USA a través de
la NAS, en el marco de la ’lucha contra los cultivos de coca y el narcotráfico
con planes, políticas y estrategias que durante 43 años no han variado pese a
los escasos resultados obtenidos a la fecha.
En 2021 un alto funcionario de Devida dijo off the record
que habían entregado 60 millones de soles a la embajada USA para la
erradicación de cultivos de coca e interdicción al narcotráfico, pero al
solicitarles la rendición documentada sobre el uso del dinero, argumentaban mil
pretextos para no cumplir con la entrega, “No sabemos qué hacer, porque
nosotros debemos sustentar el gasto de ese recurso ante el Ministerio de
economía…no podemos decirles que lo entregamos a la embajada y punto”,
argumentó.
Si en Estados Unidos en el caso Usaid y otros tantos casos
se ponen de manifiesto grandes mafias de crimen organizado transnacional, en el
Perú es mucho más grave desde 1985, los sucesivos gobiernos fueron sindicados,
acusados, procesados y sentenciados por corrupción y abuso de poder, resaltando
unos más que otros, recordemos a: Alan García, Alberto Fujimori, Alejandro
Toledo, Ollanta Humala, Martín Vizcarra, PPK, Pedro Castillo y Dina Boluarte.
El caso del triunvirato: Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y Nicolás de
Bari Hermosa fue el más devastador para la democracia porque según
investigaciones de una comisión en el Congreso y de la Procuraduría
anticorrupción y la prensa independiente éste se levantó en peso al país con
maletas y carretillas llenas de billetes verdes que circularon dentro y fuera
de una patria mancillada. En el colmo de la afrenta se llegó a comprar
abiertamente a periodistas, comunicadores y medios de comunicación a quienes se
les tenía en planillas secretas y consideraba como aliados (geishas) dada su
actuación subordinada a la conducta amoral de la patronal cuyo objetivo era
criminalizar y terruquear al campesino y a la prensa independiente, también
hubo quienes recibieron cientos de miles o millones para financiar la ilegal
campaña presidencial re reeleccionista del 2000 o para la candidaturas con
nombre propio a diputados y senadores de personas cuestionadas. Era el periodo
donde los recursos públicos se utilizaban para sostener la criminalidad, el
autoritarismo y la descomposición moral, administrativa o política. Alberto
Fujimori dio un golpe de Estado y nunca fue detenido ni fue encarcelado como si
lo fue Pedro Castillo por un intento de golpe iluso y fallido. La hija del
dictador quiere ser presidente, pero perdió en tres elecciones consecutivas e
ilusiona que la cuarta será la vencida. La hija de Trump también quiere ser
presidenta, evidenciando que los autócratas intentan perpetuar su poder
anárquico y corrupto mediante dinastías.
Finalmente, algo muy cierto, pero no aceptado: “Los Estados
necesitan mantener a ese "maligno" (narcotráfico) vivo para simular
combatirlo, al tiempo que les permite diferenciarse: "ellos son los malos
nosotros los buenos"; además, por más crudo que parezca y más allá de los
refrescos embotellados, no existe un producto más vendido como la droga…” (El
Porvenir.mx, marzo 26 de 2025). (Redactado marzo 26 de 2025).
* Periodista
e Ingeniero Agrónomo.
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