sábado, 2 de enero de 2021

2020 el año del silencio: Pandemia, Economía y Crimen Organizado en la Amazonía.

Todos los males juntos en un año para la reflexión y la toma de decisiones políticas en los altos niveles de la administración mundial en particular en los países que integran la Amazonía, la esperanza del mundo. Foto Internet.


El reto en 2021 consiste principalmente en que los líderes del mundo antepongan intereses propios en beneficio de los miles de millones de habitantes a nivel global y centren sus esfuerzos en resolver los problemas más urgentes o angustiantes. Es un misterio lo que será el 2021 y cómo aumentarán o disminuirán nuestras preocupaciones y padecimientos, pero queda la esperanza que también saldremos adelante.

En el caso del Perú, el gobierno del expresidente Martín Vizcarra tomó decisiones que en principio fueron bien recibidas pero luego ante fallas notorias y la falta de información o transparencia en la distribución y gasto aparecieron los cuestionamientos. Se conoce que más de 60 mil millones de soles fueron destinados a programas y rubros para enfrentar la pandemia, pero lo que no se conoce es cuánto de esos recursos llegaron a los pobres y pobres extremos. Tampoco cuánto de lo que se entregó a los dos mil municipios y 25 gobiernos regionales fueron invertidos o gastados oportuna y eficientemente y cuánto de ello nutrió las abultadas carteras de los corruptos de ‘cuello y manos blancas’.

La transparencia y eficiencia en todos los niveles de la administración pública empoderados por la gran corrupción deberían ser tarea del gobierno transitorio del presidente Francisco Sagasti para esperar mejores resultados en tranquilidad y paz social que ayudaría a recuperar el crecimiento y desarrollo en un quinquenio. Eso al menos es el deseo en ¡Año Nuevo!. 

Lograr un balance del año 2020 que satisfaga los criterios, opiniones y precepción de todos no es sencillo, dada la diversidad de circunstancias y posiciones frente a los males que aquejan a la humanidad. Desde nuestra perspectiva y en esta oportunidad nos detenemos en los resultados evaluados hasta hoy de la pandemia Covid-19, del tráfico de drogas, del oro y de personas en el mundo y en la Amazonía de la que es parte el Perú. Planteamos este objetivo y añadimos información e investigaciones producidas por instituciones, organismos y medios de alta confiabilidad y credibilidad.

“La política busca el poder; el periodismo, la verdad. La política se desvía cuando predomina el bien particular sobre el bien común, pero el poder es siempre su medio; el periodismo se desnaturaliza cuando busca el poder antes que la verdad. Siguiendo lo que entendió Adam Smith hace más de 200 años, un medio se debe fundamentalmente a su audiencia, como cualquier otro servicio a sus usuarios.  Insistir en hechos y datos antes que en intereses inmediatos o subalternos es la esencia de la credibilidad”. Gonzalo Zegarra, El Comercio.


Pandemia y economía.

Cuando comenzó 2020, la economía global acababa de alcanzar su décimo año consecutivo de crecimiento ininterrumpido, una racha que la mayoría de economistas y autoridades de finanzas gubernamentales esperaban que persistiera durante los próximos años. No obstante, en apenas dos meses, un nuevo y misterioso virus detectado por primera vez en China en diciembre de 2019 se estaba extendiendo rápidamente por todo el mundo, rompiendo esas expectativas y provocando la recesión mundial más pronunciada en generaciones.

El Fondo Monetario Internacional estima que la economía mundial se ha contraído un 4,4% este año en comparación con una contracción de solo un 0,1% en 2009, cuando el mundo enfrentó por última vez una crisis financiera.

El cierre de empresas y de cualquier actividad no esencial ordenado por los gobiernos en gran parte del mundo desencadenó una ola de desempleo no vista desde la Gran Depresión.

En algunos países, como China, los niveles de infección por COVID-19 se suprimieron eficazmente mediante confinamientos estrictos pero relativamente breves, lo que permitió que las tasas de desempleo se mantuvieran bajas. Otros, como Alemania, implementaron planes respaldados por el gobierno para mantener a los empleados en las nóminas de la empresa incluso aunque escaseara el trabajo.

En lugares como Brasil y Estados Unidos, la propagación incontrolada del virus y las respuestas sanitarias y económicas de los gobiernos provocaron una pérdida de puestos de trabajo. Unos 22 millones de personas quedaron sin empleo en Estados Unidos solo en marzo y abril y la tasa de desempleo saltó a cerca del 15%. La mayoría de los economistas espera que los mercados laborales tarden un año o más en volver a algo parecido a antes de la pandemia.

Que asestó un duro golpe al comercio mundial y los volúmenes de exportación cayeron abruptamente a su nivel más bajo en casi una década en marzo y abril. Desde entonces, la recuperación ha estado liderada en gran medida por China, que se encuentra sola entre las principales economías que experimentan un crecimiento interanual de las exportaciones.

Los niveles sin precedentes de estímulo gubernamental evitaron daños aún mayores a muchas economías, pero también se sumaron a una montaña global de deuda soberana acumulada por los gobiernos, lo que plantea dudas sobre si una crisis financiera será la próxima con la que deberá lidiar el mundo.

Sin embargo, tasas de interés históricamente bajas que rondan y a veces están por debajo del 0%, implican que los costos de pagar la deuda para las economías del Grupo de Siete (G7) están en su nivel más bajo desde los años 70, cuando la carga de la deuda era solo una fracción de lo que es ahora.

"La deuda hoy es sostenible y lo seguirá siendo unos años, porque mientras la actividad económica y el empleo no hayan recuperado impulso, es poco probable que los bancos centrales hagan algo con sus tasas. Eso permite a los gobiernos mantener el apoyo fiscal en forma de planes de retención y apoyo a las empresas", dijo Laurence Boone, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que es una organización internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor.

Una consecuencia de esa generosidad fue que el gasto de los consumidores se mantuvo mejor de lo que muchos esperaban. Aunque el gasto en servicios se desplomó y sigue deprimido -en restaurantes y para viajes y ocio en particular-, los consumidores apostaron por comprar bienes, especialmente artículos caros como automóviles y mejoras para el hogar, que se beneficiaron de las tasas más bajas.

Otro efecto directo de todo ese gasto público ha sido un aumento del ahorro entre los consumidores en muchas partes del mundo. Los pagos de apoyo gubernamentales en las economías desarrolladas pasaron a las cuentas bancarias de los hogares y, con los consumidores confinados en los primeros días de la pandemia en particular, las tasas de ahorro se dispararon.

Comenzaron a volver a la tierra en la última parte de 2020, pero se siguen muy por encima de niveles anteriores. Algunos economistas ven esto como el combustible que ayudará a impulsar el repunte económico en 2021 y más allá, cuando las vacunas del COVID-19 permitan una recuperación más amplia y los consumidores comiencen a moverse, y a gastar, con mayor libertad. 


Crimen organizado en la Amazonía.


La extinción de especies animales y vegetales valiosas es una realidad mientras la amenaza del crimen organizado se acrecienta en la Amazonía. Foto Mongabay Latam.


La destacada investigadora Livia Wagner investiga diversos problemas en la Amazonia y en un evento internacional refirió que no le fue fácil ingresar a La Pampa, en Madre de Dios. Lo intentó tres veces hasta que pudo llegar para conocer el vínculo entre la minería ilegal y el crimen organizado en el Perú. Eso fue hace cinco años, entonces esta experta de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional se dedicó a estudiar cómo funcionan las mafias dedicadas a la explotación de oro y el tráfico de personas en uno de los lugares más afectados por la minería ilegal en Latinoamérica.

En ese momento realizó una investigación en cuatro países del continente: México, Colombia, Brasil y Perú. Así pudo conocer cómo se interrelacionan las actividades ilegales y cómo se presentan en cada país.

Estuvo en el V Congreso Nacional de Fiscales Especializados en Materia Ambiental de Perú y habló sobre cómo se realiza esta actividad ilegal y la cadena de actores que se deben tener en cuenta para enfrentar al crimen organizado (narcotráfico, explotación del oro, trata de personas, etc.).

Se le preguntó, ¿Usted ha dicho que la minería ilegal y el tráfico de oro han superado al narcotráfico en cuanto a ganancias? Respondió que eso tiene que ver con el precio del oro, que es volátil pero ha aumentado bastante. La minería ilegal produce mucha ganancia y eso atrae a los grupos criminales. Además, están en áreas remotas y sin presencia fuerte del Estado, factores favorables para que las redes criminales se expandan. Por eso ha superado el valor del tráfico de drogas y de la cocaína.

¿Usted ha explicado que los crímenes ambientales no van solos, sino que se conectan? En la minería ilegal es muy obvio, especialmente en Latinoamérica, la conexión con la explotación sexual y cuantos más trabajadores hay, entonces hay más explotación sexual. Incluso, hace 5 a 10 años, había explotación laboral de los mineros. Es algo de lo que ya no se habla, pero existía el reclutamiento forzado de los trabajadores antes de la fiebre del oro. Ahora lo que está aumentando es la forma o estructura de la trata de personas, pues hasta el perfil del traficante de mujeres ha cambiado. Antes eran hombres, pero actualmente son las mismas mujeres que han sido explotadas sexualmente quienes se dedican a esta actividad porque, muchas veces, no pueden regresar a su lugar de origen, entonces se dedican a la trata o la explotación sexual.

¿Qué otros delitos se conectan con la minería ilegal? A nivel de fuerza laboral hay una conexión con el tráfico de drogas. Significa que los trabajadores que un día están en la minería, también se mueven a la producción de cocaína. Otra cosa que tiene que ver con la producción de drogas o el transporte de drogas es que usan los mismos aviones para trasladar oro. Es decir que las avionetas para transporte ligero de 200 a 300 kilos y las rutas que se usan para transportar la droga a Bolivia se usan para el oro también.

¿El oro y la cocaína se trasladan juntas? No se puede decir que un grupo maneja los dos productos. En Perú, solo hay un caso que se sabe que usaba la minería formal para lavar activos que fueron producto del narcotráfico, que fue el de Sánchez Paredes, pero el resto de grupos no están en las dos cosas, están como en paralelo.

Lo que no está cambiando en todos estos años es que la mirada está principalmente y casi explícitamente en el minero ilegal. En mi presentación he tratado de destacar que no es suficiente abordar al trabajador. Obviamente el trabajador es el que comete la actividad ilícita, pero para el ecosistema de la minería ilegal uno necesita múltiples actores en diferentes niveles y jerarquías. Y eso no ha cambiado. Todavía se enfocan en la criminalización del minero, pero con eso no basta y con eso no se va a resolver nada.

Deben enfocarse más en los actores que facilitan, voluntariamente o no, que la minería ilegal pueda pasar los flujos ilícitos financieros, los bancos que están aprovechando que la minería está prosperando, las empresas que proveen maquinaria, son todos actores que están involucrados. Enfocarse en el trabajador es lo más fácil para presentar que se está haciendo algo, pero no es la solución y no es nada eficaz porque hasta ahora uno ve que no ha cambiado nada y la Operación Mercurio lo que está haciendo es un desplazamiento de esta actividad, pero no está enfrentando el problema. Además, las operaciones tienen que ser coordinadas entre las diferentes fiscalías.

La ganancia financiera es un elemento primordial del crimen organizado. Si además de seguir las rutas del oro, también se siguen las del dinero (lavado), se sabrá hacia dónde llegar. Mirando las rutas uno ya sabe quiénes son los actores que forman parte de esa ruta del dinero y de toda la cadena de suministro. Es incómodo porque se van a encontrar actores que en realidad no deberían estar involucrados.

La expansión o la presencia de la minería ilegal es al mismo tiempo una expresión de la corrupción en todos los niveles. Es el policía que les avisa a los mineros que habrá una interdicción. Ese es un primer nivel, pero llegando a niveles más altos, hay muchos más involucrados. El ecosistema de actores formales deja que eso suceda.

La minería ilegal es muy diferente en cada país. Lo único que se puede decir que los une es que todos son parte de la cuenca amazónica y que hay redes criminales que están involucradas, en diferentes niveles. Antes en Perú el involucramiento era de redes criminales, pero no era el crimen organizado como en Colombia o en México. Pero la trata de personas con fines de explotación sexual siempre está presente, es un elemento que siempre está ahí.

Los niveles del involucramiento de las redes criminales eran diferentes. En Colombia, las FARC y el ELN manejaban las minas y la trata de personas para fines de explotación sexual y explotación laboral. Eso no había en Perú, donde la gente migraba hacia la región de Madre de Dios voluntariamente. En Colombia era diferente, la gente no podía salir de la mina porque las FARC y el ELN las manejaban. Significa que eran diferentes niveles de cómo manejaban las minas ilegales. 

El problema con el oro ilegal es que uno lo puede ‘legalizar’ fácilmente a través de las refinadoras y después no se sabe de dónde vino. En una barra de oro el 5 % podría venir de la minería ilegal de Madre de Dios, pero todo lo juntan y lo refinan. Mientras el oro no ha sido refinado se puede hacer la trazabilidad porque en el caso de la minería aluvial la pureza del oro es un poco más baja que la minería de roca. Es posible hacer la trazabilidad, aunque es costoso y las empresas no tienen interés en hacerlo. Ese es el problema, no solo se puede tener el oro de minas certificadas porque esas minas certificadas producen muy poco oro. La demanda sube y las empresas no tienen suficiente oro, entonces ahí comienzan a traer oro de fuentes informales e ilegales.

Su auge depende del precio del oro. Todo lo que está dentro del crimen organizado depende del lucro o de la ganancia financiera. Si el oro baja, la gente se irá a la pesca ilegal o a otra actividad. Siempre depende del precio del oro.

Se ha hablado de trabajar en conjunto, de crear redes entre las fiscalías en América Latina. Se deben hacer operaciones coordinadas, pero son entidades diferentes, cada una tiene su forma de trabajo. Pero tienen que trabajar en conjunto y cuando eso se establezca, las entidades verán los beneficios de control y erradicación del crimen organizado que afecta en estos temas también a la Amazonía.

A todo esto, ¿Cómo combatir las actividades ilegales que depredan la Amazonía? Una manera es que la población cuide sus territorios y las haga respetar. 

Desde el Ministerio del Ambiente hay un Programa Nacional de Conservación de Bosques para la mitigación del cambio climático aunque en teoría es bueno en la práctica deja mucho que desear y lamentar. (Con información: Mongabay Latam, Reuters, América Economía, Universidad Los Andes, Banco Mundial, MINAM, El Comercio).


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