Felipe A. Páucar Mariluz*
Cambiar el statu quo de las fuerzas dominantes, en un país
de grandes diferencias, contradicciones y traiciones, es una hazaña que en 200
años no se pudo lograr.
Presidente Pedro Castillo en Pichari - Vraem. Foto captura TvPerú. |
El 3 de octubre, el presidente Castillo llegó a Pichari, Cusco, donde en campaña se comprometió con los cocaleros a buscar posibles soluciones a un problema que lleva más de 100 años, estuvo acompañado de algunos ministros y congresistas. Una de sus actividades fue inaugurar dos modernas plantas procesadoras de cacao y café con un costo de 12 millones 800 mil soles que el CITE VRAEM puso a disposición de los productores y emprendedores. Durante la ceremonia manifestó que “era sueño de su gobierno industrializar los productos agrícolas y la hoja de coca”, posición que ratificó en la reunión con los agricultores participantes en el XII Congreso Nacional de la Confederación Nacional de Productores de la Cuencas Cocaleras del Perú, Conpaccp, donde reconoció que había recibido su apoyo en la campaña electoral.
Esto provocó el histerismo de los anticocaleros de siempre
que progresan con el conflictivo tema, uno de ellos Rubén Vargas Céspedes quien
afirmó que se había ‘ideologizado la lucha contra las drogas’, calificó de
‘operador cocalero’ a Luis Barrenzuela quien dos días después de haber
acompañado al presidente fue nombrado ministro del interior, y como si fuera
vidente o tuviera la bola de cristal, el expresidente de DEVIDA por dos años y
ex ministro del interior por 15 días dijo que, “Estamos camino a convertirnos
en un peligroso narcoestado” (El Comercio). Sumándose a las versiones
tremendistas de Fernando Rospigliosi quien dijo el 2004 que en el Perú se
produciría la ‘bolvianización’ de la coca, cuando 4 mil cocaleros llegaron a Lima
en una marcha de sacrificio. Igual, Jaime Antezana que repetía sin cansancio
que en Perú se produciría la ‘colombianización’ de la coca y el narcotráfico, y
que ello nos llevaría al ‘narcoestado’; Pedro Yaranga otro experto en
narcotráfico para algunos medios insistía en que los anuncios e intenciones del
gobierno pasaban por expulsar a USAID y la DEA organismos venidos a menos y a
los que defiende con uñas y dientes. Sin embargo, nada de lo dicho ocurrió y ocurrirá porque el
problema de la coca y el narcotráfico está controlado por el momento con los
operativos y golpes propinados por la Dirandro a las mafias de la droga que
llevaron a que la arroba de coca en el Vraem y otras cuencas cocaleras se
cotizara en 30 soles, esta realidad la comprobamos en un reciente recorrido por
el Vraem levantando información sobre el trabajo de instituciones públicas y
privadas en desarrollo y seguridad en el valle.
Luis Barrenzuela ya como ministro del interior retornó al
Vraem el 9 de octubre, estuvo en Mazamari y luego en Pichari donde la mañana
del 10 presidió la ceremonia de izamiento en la base policial donde anunció
intensificar los operativos contra el narcotráfico y terrorismo. Sin embargo,
Perú 21 recogiendo información extraoficial o de “funcionarios involucrados en
la lucha antidrogas” informó que el ministro había cancelado los operativos de
erradicación de cocales que se habían programado iniciar el 15 de octubre y en
primera plana tituló: “El narcotráfico
celebra”. Hasta el 10 de setiembre que estuvimos en el valle no existía ni un
solo rumor a nivel de autoridades y dirigentes cocaleros sobre el inicio de la
erradicación de los cultivos de coca. Se alude a la tensión social existente en
el valle pero ello no es cierto porque en el XII Congreso de la Conpaccp
celebrado en Pichari el 02 y 03 de octubre en la agenda no se abordó el tema de
la erradicación, cuando de ser cierto habría sido prioritario y la zona no
habría estado en absoluta calma.
Presidente Castillo con la nueva premier Mirtha Vásquez, con experiencia de gobierno. Foto cortesía. |
Así, entre vaivenes y denuncias a la carta, pasaron más de
dos meses desde que Pedro Castillo juró como presidente de la República. Sin
embargo, su nueva administración aún no da señales de estabilidad y rumbo
claro. El voto de confianza que recibió su primer Gabinete de ministros no
neutralizó los choques en un Congreso fragmentado de oposición, que inició
investigaciones al Gobierno. El contexto político impacta sobre la economía
afectada por la pandemia, mientras que la población expresa el más bajo
respaldo a un gobernante en varias décadas de régimen republicano.
La escasa aprobación a Castillo en parte obedecería a la
polarización entre derecha e izquierda y los resentimientos por la derrota de
Keiko Fujimori la candidata perdedora de Fuerza Popular en 2011, 2016 y 2021,
la que en cada uno de estos procesos logró captar aportes presuntamente
ilegales que suman 23 millones de dólares y por los cuales tiene en curso
sendos procesos de investigación penal que la llevaron a la cárcel durante
largos meses, además, tiene a su padre preso por delitos de lesa humanidad y
corrupción. PPK le concedió el perdón siendo liberado después de negociados con
Kenyi Fujimori, acto por el que fue obligado a renunciar mientras el Avenger Kenyi terminó involucrado en un proceso penal por el supuesto delito de tráfico
de influencias que lo sepultaron políticamente, se dijo que fue la señora
Fujimori quien dirigió el operativo demoledor en contra de su hermano y su
padre. Alberto Fujimori retornó a la cárcel y hoy su salud se deteriora
mientras corren rumores que pasaría a una prisión pública como sucedió con su
socio Vladimiro Montesinos.
“Lamentablemente, este Gobierno abre flancos con mucha
facilidad y no contempla los riesgos de determinadas acciones. La relación con
el Congreso estaba destinada a ser tensa y realmente no sorprende que este
active todos los mecanismos de fiscalización posibles, incluso cuando no son
razonables, como en el caso de investigar el proceso electoral, del que ya se
sabe que fue legítimo”, señala la politóloga Paula Távara.
Fue un error designar un primer Gabinete con varios ministros
cuestionados y si bien el Parlamento le dio la confianza al equipo del primer
ministro Guido Bellido con 73 votos a favor y 50 en contra, esto no se tradujo
en un respaldo. Desde su nombramiento el 29 de julio, el Gabinete arrastraba
críticas sobre su idoneidad: de los 19 ministros, al menos seis tenían
denuncias graves. El ex primer ministro
Guido Bellido era investigado por la Fiscalía por presuntos delitos de apología
al terrorismo y lavado de activos, mientras que el ex titular de Trabajo, Iber
Maraví, también fue vinculado a movimientos terroristas.
Sobre la crisis de la economía que impactó negativamente en
los precios, el gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera,
advirtió que -en términos de inflación en el país- es importante diferenciar la
tendencia global de incremento de precio en los commodities (materias primas o
productos básicos) frente a la afectación directa del clima político en el
país.
“Efectivamente, hay un alza en los commodities a nivel
mundial, y eso ha encarecido hasta en un 50% u 80% algunos alimentos. Los
fletes también se han quintuplicado desde el periodo pre-pandemia. La energía,
el gas, el petróleo, también han subido considerablemente. Sin embargo, otra
parte que no es menor es el tipo de cambio. La moneda peruana es de las que más
se ha depreciado en los últimos meses a nivel de la región y esto,
principalmente, por el contexto político. Es como si lloviera sobre mojado:
tenemos precios globales más altos que se transan en dólares y hay necesidad de
comprarlos con una moneda nacional que ha perdido valor”, explica.
Pedro Castillo en Congreso cocalero. Foto captura Municipalidad de Pichari. |
La población percibía un gobierno de tres cabezas: Castillo, Cerrón y Bellido, lo que generó indecisiones que agravaron la inestabilidad política en el país vigente desde hace 5 años y que se expresó en crisis sucesivas que llevaron a que juramentaran cinco presidentes entre electos y transitorios y esta inestabilidad política abonó en parte el alza del dólar y el incremento de precios de productos alimenticios, el gas y otros, mientras el ex primer ministro Bellido jugaba a ser un cacique con la capacidad de pechar al presidente y enmendarle la plana a los ministros y viceministros. Un poco forzado por las circunstancias llegó la reestructuración del Gabinete con el cambio de 7 ministros y la designación de la expresidenta del Congreso Mirtha Vásquez como premier, ella tiene experiencia política y no es de derecha, ahora el reto es enrumbar al gobierno, solucionar problemas urgentes de carácter social, político y económico. Pero la procesión va por dentro en el Congreso, tanto la oposición y el grupo de Perú Libre que sangran por la herida de la derrota y una presunta traición que denunciaron en medio de puyazos, estarían preparándose para una nueva arremetida contra el gobierno pretendiendo la caída del presidente Castillo. No se aprendió la lección y el círculo vicioso de la política enferma y en proceso de decadencia tiene para buen tiempo, desgraciadamente en perjuicio de la mayoría de peruanos.
EL director del CITE VRAEM José García Romero junto al presidente Castillo. Foto captura TvPerú. |
A propósito de economía un reciente informe del BBVA da
cuenta que la economía se recuperará y que los pronósticos son alentadores: “La
economía peruana crecerá 9,0% en 2021 y 4,3% en 2022, recogiendo un fuerte
“rebote estadístico” y condiciones externas favorables. Estas previsiones se
realizan en un entorno de elevada incertidumbre. Los anuncios que haga el
gabinete entrante darán mayor visibilidad sobre la probable evolución favorable
de la economía. La recuperación económica global se consolida, favorecida por
el mayor control de la pandemia y los significativos estímulos económicos. En
este contexto, los precios de los metales han logrado mantener las ganancias
acumuladas, configurándose así un entorno favorable para la economía peruana.
Por el lado local, la actividad económica mostró durante el
primer semestre del año un mejor desempeño que el previsto hace tres meses. Los
indicadores sanitarios han mejorado notablemente y el proceso de vacunación se
ha acelerado, aunque no se puede descartar una tercera ola de contagios en los
próximos meses. En el escenario base se considera un contexto político de
elevada y sostenida incertidumbre este y el próximo año que induce a una
cautela en el gasto del sector privado, sobre todo en el de inversión”.
En lo político, nadie pensó en el giro rápido y sorpresivo
del presidente Castillo para acabar con un gobierno de varias cabezas, las
decisiones se tomaron ante la actuación descontrolada y desbocada del ex
premier Guido Bellido que acabó pechando y enmendando las decisiones del
presidente y de varios integrantes del gabinete ministerial que presidía, fue
la torpe actuación de Bellido que obedecía a las imposiciones del presidente de
Perú Libre Vladimir Cerrón que precipitó su caída más que las denuncias que
enfrentaba. Su excesiva confianza le jugó una mala pasada, fue descabezado al
aceptar sin poner peros al pedido de renuncia del cargo, lo que posibilitó la
reestructuración del gabinete con nuevas figuras del que el ministro del
interior y de educación son cuestionados. La respuesta descontrolada del
hermano de Vladimir Cerrón vocero de la bancada oficialista con 37 congresistas
acusando de ´traición´ a los cambios de ministros cuestionados evidenciaba que
Castillo había golpeado primero y esta vez de manera acertada.
Se acusa e insulta a Pedro Castillo de ignorante, falto de
capacidad y experiencia, sin personalidad y presunto comunista con vínculos a
grupos extremistas, pero ello respondería a percepciones subalternas
discriminatorias.
Si revisamos la historia, los expresidentes Juan Velazco,
Francisco Morales, Fernando Belaunde, Alan García, Alberto Fujimori, Alejandro
Toledo, Ollanta Humala, tampoco tuvieron experiencia previa en la función
pública y en la actividad privada, fueron desde profesores universitarios,
militares, hasta parlamentarios y terminaron investigados como capos de mafias,
procesados por corrupción o violación de derechos humanos con un pie en la
cárcel y uno de ellos terminó suicidándose para no ir a un presidio. Pedro
Castillo le ganó a la líder de la derecha extrema y de los grupos de poder
también sin experiencia en gestión pública o privada pero con sendos
expedientes judiciales que podrían considerarse una herencia familiar.
“El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha buscado poner un
límite a los sectores más radicales de su partido y respaldarse en cuadros de
izquierda "con más experiencia de gestión", dijo a Sputnik el
politólogo Jorge Aragón. Sin embargo, según el analista, Castillo debe cuidarse
de una posible ruptura con su bancada en el Congreso que lo deje
debilitado.
Con las dos vertientes planteadas en el oficialismo, la
remoción de Bellido y su sustitución por Mirtha Vázquez, una abogada feminista
y defensora del medio ambiente perteneciente al partido Frente Amplio, podría
ser considerado como un signo de moderación del Gobierno. "El ala
cerronista denuncia que esto que ha pasado es una especie de traición y que se
está dejando de lado el mandato de las urnas al hacer un movimiento hacia el
centro pero creo que eso no ha sucedido", explica Aragón.
Durante la campaña electoral de 1990, Alberto Fujimori en un
principio solo quiso ser senador de la república apoyado por los evangélicos e
ingenieros, Pedro Castillo apoyado por profesores, ronderos, flokfloristas y un
sector de la izquierda también quiso ser congresista. Fujimori fue atacado con
saña por la derecha al considerarlo un populista, en la misma forma que fue y
es atacado el presidente Castillo. Según las propuestas de la reciente campaña,
puede decirse que Pedro Castillo fue el ingeniero Fujimori de los 90 y Keiko
Fujimori el Mario Vargas Llosa perdedor. Sin embargo, por lo que hizo y lo que
representa el Fujimorismo, el presidente Pedro Castillo debe ser 360 grados
opuesto y diferente, caso contrario será visto y recordado como un impío más a la
causa de los peruanos que confiaron en él.
En la campaña electoral la profesora Marisol Bello del
colegio Markam escribió un mensaje que refleja el sentimiento de millones de
peruanos que luchan por justicia y reducir la brecha de desigualdades que avergüenza:
“El viejo cuento del comunismo. En los años 60 la derecha estuvo igual de
histérica que ahora y quiso meter miedo para que la gente no votara por
Belaúnde, etiquetándolo de comunista. Mucho más miedo da que se normalice la
corrupción y que se pretenda llevar otra vez al poder a una familia que se ha
cargado en peso al Perú”… “Castillo tiene muchas limitaciones, pero ya
aprenderá. Él reivindica a la gran mayoría de peruanos. Los olvidados y
ninguneados por un estado que siempre les dio la espalda y por una clase
dominante racista que se cree superior. (Él) no es ningún ‘terruco’. Pena me da
los que se dejan manipular por campañas millonarias y una prensa vendida. A
otro perro con el cuento del amor por el Perú. Lo que defienden son sus
privilegios”. Opinión que no se respetó, siendo atacada duramente especialmente
por quienes exigen respeto por las suyas.
¿Cómo un maestro de escuela rural sin un programa de
gobierno logró conquistar electoralmente a la mitad del país? Historiadores,
antropólogos, sociólogos, politólogos y hasta filósofos ensayan algunas
explicaciones.
De los informes de la Defensoría del Pueblo sobre
conflictividad social se desprende que, de las siete regiones con más
conflictos, en cinco de ellas el candidato de Perú Libre arrasó en las urnas.
¿Cómo logró Castillo esquivar la maquinaria de demolición que puso en marcha la
élite política y económica? El sociólogo Santiago Pedraglio asegura que la
fortaleza de Castillo tiene tres pilares: la relación de empatía con el
electorado que vio en él a un prójimo; el discurso de cambio de modelo que
cuajó fácilmente en medio de la brutal crisis sanitaria y económica que produjo
la pandemia, y la movilización de los maestros que, según cifras del Ministerio
de Educación, en el Perú ronda el medio millón. “Esto se entrelaza dándole al
votante una resistencia o distancia frente a la crítica contra Castillo”,
agrega Pedraglio. “Fue el único candidato que sí visitó pueblitos. Él decía que
no perdía el tiempo yendo a la televisión, su discurso era que si querían
hablar con él vayan y lo busquen en la plaza de armas de Chota”, describe Urpi
Torrado, gerente de Datum Internacional.
“Cuando el ahora presidente Pedro Castillo se perfilaba para
la segunda vuelta electoral, la fórmula de sus discursos ya era bastante
conocida: siempre apuntaba a una élite rival (económica, política, mediática),
daba una lectura absoluta u homogénea de la población y sus necesidades, y
enaltecía el rescate de la soberanía popular. Aunque sus mensajes han ido
bajando un poco de tono tras asumir el gobierno, los componentes populistas en
el contenido son casi los mismos”, El Comercio 11/10/2021. (Con información.
BBVA, France 24, Reuters, Ipsos, Sputnik, Hildebrant en sus 13, El Nuevo Líder,
Defensoría del Pueblo, PCM, Municipalidad Pichari, TvPerú, El Comercio, Perú
21, IPE).
• Ingeniero
Agrónomo – periodista.
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