jueves, 17 de marzo de 2011

Las Naciones Unidas y las cifras maquilladas de la coca en Perú.

Felipe A. Páucar Mariluz

Dirigente cocalero Eduardo Ticeran, hoy en la clandestinidad por defender la coca y criticar los efectos de las políticas contra las drogas. Foto Leyenda del Huallaga.

La red de comunicaciones de los ejecutantes de la estrategia antidrogas cuenta con voceros que tienen la misión de desinformar al país respecto de la realidad del narcotráfico y específicamente de la coca, para ello se valen de personas que pertenecen a esta misma red o que por estar desinformados son aprendices en la materia.

Es así que constantemente escuchamos afirmaciones tendenciosas o falsas que se basan únicamente en datos que instituciones u organismos internacionales publican sobre el flagelo, en respuesta a los requerimientos de los financistas que pagan por los servicios que por lo general responden a condiciones previas o lo que se estila como trabajar en cumplimiento de una consigna o libreto.

Hace buen tiempo la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU informó que el Perú podría superar a Colombia como el país del mundo con más plantaciones de coca si la tendencia de incremento mensual se mantuviera.

El 2009 la JIFE sostuvo que: "Preocupa a la Junta la posibilidad de que, de mantenerse la tendencia actual, en el período 2010-2011 Perú desplace a Colombia como principal productor ilícito de arbusto de coca del mundo, lugar que había ocupado ese país por última vez en 1996". Para quien tenga una pizca de conocimiento, la coca en Perú en 1996 estaba en crisis y no en apogeo.

El informe mundial sobre drogas de la JIFE indicaba que la superficie total plantada de arbusto de coca en Sudamérica en 2009 descendió por segundo año consecutivo por la considerable reducción del 16 por ciento registrada en Colombia. Pero, en Perú las plantaciones aumentaron por cuarto año consecutivo incrementándose en un siete por ciento llegando a tener 59 mil hectáreas.

Hace unos días escuché en una emisora radial local a un supuesto entendido en narcotráfico, referirse a este mismo informe pero como uno actual o que estas cifras serán las que las naciones unidas expondrá en su informe de 2010 en junio de 2011 y al mismo tiempo con regocijo mal disimulado y cual pitoniso selvático se vanagloriaba de que sus ‘pronósticos’ fueran supuestamente hechos realidad.

La verdad es que nadie sabe cuanta coca hay en el Perú, toda vez que los informes de marras de la ONUDC han demostrado ser inservibles desde hace décadas y que solo responden a los intereses del los Estados Unidos y otros países que les pagan los estudios o garantizan su sobrevivencia.

Resulta un contrasentido y al mismo tiempo una afrenta a los organismos que dicen luchar exitosamente contra el narcotráfico y los insumos que convierten la coca en droga, que se diga que cada día hay más coca y más narcotráfico en el Perú.

Quien entiende que cada año se erradiquen diez mil hectáreas de cocales en Huanuco, San Martín y Ucayali, teatros favoritos del Corah, y se siga exhibiendo las mismas cifras como si no se hubiese erradicado una sola planta. Eso tiene el tinte de ser una gran farsa numérica. Por que las resiembras no alcanzan al 20% de lo erradicado.

Para mentir y comer pescado hay que tener cuidado, por que los efectos podrían ser contrarios a los objetivos planteados. Aquí, lo de miente, miente, que algo queda, no funciona, así de sencillo.

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