domingo, 5 de marzo de 2023

VRAEM. La Guerra sin fin: Del Operativo ‘Patriota’ en Vizcatan del Ene a la masacre en Pichari - Natividad.

Felipe A. Páucar Mariluz.


Ceremonia de homenaje en Lima a los 7 efectivos PNP fallecidos en la emboscada terrorista en Natividad – Pichari - Vraem. Difusión.

Esta es una guerra sin fin. ¿Por qué el crimen organizado (terrorismo, narcotráfico, corrupción, lavado de activos, contrabando, etc.) nos lleva siempre la delantera, nos marca la pauta y desnuda nuestras debilidades o miserias? ¿Es posible admitir que un grupo reducido de personas pobremente armadas pueda mantener en permanente zozobra a la población civil y poner de rodillas en ocasiones a miles de efectivos adiestrados, con armamento sofisticado, con logística y tecnología moderna, con servicios de inteligencia y grandes presupuestos? Algo grave sucede para que nos hagamos a los desentendidos y nos miremos el ombligo o nos disparemos a los pies. 

El Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, VRAEM, requiere de manera urgente una reingeniería a las estrategias en seguridad y lucha contra el terrorismo y narcotráfico y a los presupuestos e inversiones en planes de desarrollo. Una evaluación e investigación profunda a los programas ejecutados por entidades públicas y asociaciones público – privadas, incidiendo en la eficiencia, transparencia y respeto a los derechos de sus integrantes, con atención inmediata a las denuncias sobre presunta corrupción y abusos de autoridad.

Diez de la mañana del sábado 11 de febrero de 2023, se produce el brutal ataque con emboscada en el Centro Poblado Natividad, distrito de Pichari, Provincia La Convención, Cusco, donde fallecieron 5 policías de la DINOES y 2 de la comisaría de la Base Contraterrorista, cinco de ellos con tiros de gracia en la cabeza, cuando según versión oficial se dirigían a Puerto Cocos. Dos policías estaban con el uniforme y armamento de reglamento, los otros 6 vestían polos, short y zapatillas, supuestamente iban a comprar pescado para el almuerzo del domingo, la tarea de los policías no uniformados y desarmados  habría sido ingresar a las pozas de crianza para capturar a los peces usando redes, porque así lo hicieron en anteriores semanas marcando una rutina que resultó fatal. El primer balazo lo recibe el conductor de la camioneta que ingresó a una doble curva en U desde una loma de 15 metros de alto, seguido de una lluvia de balas, el vehículo sin control se despista y choca contra una pared de tierra quedando volcado y a merced de 20 extremistas del  Militarizado Partido Comunista del Perú, MPCP, que utilizaron fusiles FAL y Galil, no usaron granadas, dos efectivos quedaron vivos, uno de ellos pedía ayuda a los transportistas que llegaron en los siguientes minutos, existe un video con imágenes desgarradoras publicadas en las redes sociales donde se le escucha decir “ayúdame”, “hazme una carrera”, mientras se retorcía en la carretera con el brazo y pierna derecha destrozados, algunas versiones señalan que pudo ser el oficial Challhuacho de quien se dice tenía amenazas y temía por represalias, habría llegado a pedir su cambio a otra comisaría, éste se arrastró varios metros y terminó muerto en posición decúbito ventral en la cuneta, él fue sepultado en Natividad su tierra natal. El capitán Edwin Mego fue el único sobreviviente del brutal ataque facilitado por la evidente indisciplina con negligencia e incumplimiento de las elementales normas y reglamentos para el desplazamiento de un contingente policial y/o militar en zonas de emergencia. Un alto oficial presente en el lugar dijo “En una guerra que lleva décadas el que no aprendió las lecciones del pasado y baja la guardia pierde”. Esta será una masacre más que quedará impune porque quienes tienen responsabilidad indirecta no la asumen. Mientras algunos personajes desinformaban a la opinión pública difundiendo elucubraciones en medios de comunicación, por ejemplo, para Jesús Apolinario Antezana Rivera, los autores no fueron los violentistas del MPCP, sino un ‘comando narco’ del que nadie puede dar fe de su existencia. Para Pedro Yaranga la emboscada estaba vinculada a las protestas sociales que se desarrollaban en el país desde el 7 de diciembre, según él la masacre llevaba implícita el mensaje “Si ustedes no pudieron exterminar, asesinar más policías en la capital aquí estamos nosotros…”, afirmación temeraria y tendenciosa que buscaba afianzar el terruqueo sin mostrar pruebas.  

En versión de un ex miembro de inteligencia que trabajó en el Frente Policial Vraem y estuvo destacado en varias comisarías, lo que pudo haber facilitado a los sediciosos lograr su objetivo con facilidad sería lo siguiente: “No estuvieron haciendo un operativo, tampoco una diligencia, estuvieron cumpliendo un objetivo particular, eso debe investigarse, porque quien dio la autorización incumplió con las normas básicas que establece el reglamento en caso de movilización de personal fuera del área urbana donde se encuentra una comisaría. Para un operativo, una diligencia de constatación, verificación o en cumplimiento de una misión tiene que haber una orden de operaciones o plan general, luego el personal tiene que estar uniformado, armado y debidamente instruido; se le entrega el armamento, cuatro cacerinas con 120 municiones, gas lacrimógeno, chaleco antibalas, casco, guantes, palo de plástico…mira hasta para fallecer hay que ser inteligente. En una comisaría todo movimiento de personal fuera de 200 metros y hacia el área rural, el comisario tiene que dar cuenta o comunicar al Frente Policial Vraem, este eleva el pedido o la información a Lima, ministerio del Interior que autoriza, caso contrario está totalmente prohibido salir del casco urbano de la comisaría, en este caso la camioneta con los efectivos había recorrido 20 minutos desde Natividad hasta Mantaro, es una distancia por poner un ejemplo entre Pichari y Kimbiri, incluso habían pasado Puerto Cocos que se dijo era el destino, qué estaban haciendo allí?”. Hay más versiones coincidentes como ésta. En la investigación también debería incluirse los presuntos maltratos y abusos de autoridad que estarían cometiendo algunos altos jefes policiales con los subalternos.

En agosto de 2022 se desarrolló el mega Operativo ´Patriota’ teniendo como bases estratégicas Pichari y Mazamari en el corazón del Vraem, desde donde las fuerzas combinadas del Ejército, Marina, Policía Nacional, Fuerza Aérea acompañadas por la Fiscalía centraron su objetivo en la base principal del Militarizado Partido Comunista del Perú, MPCP ubicado en Vizcatan del Ene, por primera vez se utilizó un misil teledirigido que impactó en un cerro de agreste vegetación donde se suponía vivían cerca de 200 elementos alzados en armas, más familias con niños presuntamente secuestrados y conocidos como los ‘pioneritos’. Desde mucho antes los servicios de inteligencia criminal  reportaron que el grupo sedicioso contaba con 150 hombres con armas largas y gran poder de fuego capaz de derribar helicópteros y causar grandes bajas en personal de combate, sin embargo, la gran cantidad de armamento, pertrechos y otros aditamentos de guerra presentados como incautados en conferencia de prensa por altos oficiales en Pichari trajo a la memoria la especie de shows mediáticos de los años 80 y 90s en el Huallaga, donde material armamentístico de las propias fuerzas del orden en uso o dados de baja eran presentadas como propiedad de terroristas. La muerte de 2 efectivos militares y de 3 presuntos terroristas, más el material requisado en lo que habría sido el campamento principal de Víctor Quispe Palomino camarada ‘José’, darían fe de los logros de un operativo que si bien no pudo capturar al líder del PMCP le causó  daño al desarticularlo y aminorar el impacto de futuras acciones que venía preparando contra las fuerzas de seguridad y población civil, eso se dijo entonces, que ahora sabemos era parcialmente cierto.

“Golpeamos en el corazón al cabecilla terrorista del Vraem”. Por primera vez el escondite del jefe terrorista del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, Víctor Quispe Palomino, fue intervenido por efectivos militares durante la Operación Patriota, afirmó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de división EP Manuel Gómez de la Torre. Entre el 11 y 15 de agosto, los hombres de la FEC cumplieron con la Operación Patriota, lo que el jefe del CCFFAA consideró la primera ofensiva contra la organización criminal autodenominada Militarizado Partido Comunista del Perú, que encabeza Víctor Quispe Palomino, camarada ‘José’, quien perteneció a la célula fundacional de Sendero Luminoso. “El diseño de la operación responde a una acción directa sobre el objetivo, una operación ofensiva neta. Golpeamos en el corazón al cabecilla terrorista del Vraem”, “Hemos ingresado en el Vizcatán, desbaratando su sistema de comando, control y comunicaciones. En estos momentos están totalmente incomunicados”, aseguró.

Obtuvimos información en octubre de un efectivo (puede ser del ejército, la policía, la marina, etc.) que participó en el Operativo ‘Patriota’, el manifestó que todo lo informado por la oficialidad sobre el operativo y los resultados era verdad, con excepción que el objetivo de la acción armada era adelantarse a los posibles ataques clandestinos con emboscadas al personal del Proyecto Especial Corah y personal de resguardo que iniciarían la erradicación compulsiva de cultivos de coca en varios sectores cercanos a Vizcatan del Ene, objetivo que se cumplió tanto en la cantidad de hectáreas de cultivos de coca erradicados (mil) y que no existiese ninguna acción armada que afectara la seguridad o pusiera en peligro la integridad del personal civil y uniformado. “Puedo dar fe que el operativo se planeó y ejecutó con tal precisión y grado de sorpresa que incluso los pobladores de la zona no sabían lo que realmente estaba ocurriendo, pero eso sí, el objetivo principal fue la captura o aniquilamiento del camarada ‘José’ y su grupo, se logró asestarle un golpe que nunca se lo imaginaron, es la primera vez que formé parte de un operativo  planeado y eficientemente ejecutado”, reconoció aquel día el suboficial.

Hoy el general EP Manuel Gómez de la Torre es sindicado por el primer ministro Alberto Otárola en declaraciones a la fiscalía como uno de los responsables de la muerte de 48 civiles que participaban en las protestas sociales a manos de efectivos militares y policías que utilizaron sus fusiles AKM y Galil para asesinarlos, según apreciación inicial del equipo de investigación.

 

La ayuda nunca llega oportunamente y cuando llega es para efectuar un balance con conclusiones sesgadas para evitar identificar a los responsables indirectos, las investigaciones son meros protocolos que deben cumplirse por exigencia burocrática. Foto captura video.


El 23 de noviembre de 2022, en la base de la Dirección de Operaciones Especiales, DIROES, Ate – Vitarte, el Viceministro del Interior Abel Gamarra Malpartida aseguró que: “Desde el Mininter reafirmamos nuestra política de tolerancia cero al tráfico ilícito de drogas, con la misión de imponer el principio de autoridad, en bien de la paz social, el orden público y la seguridad ciudadana”; fue al momento de iniciar con la quema de 19.2t., de drogas e informar que durante el 2022 se destruyeron 64 pistas de aterrizaje clandestinas del narcotráfico, el último fue el 21 de noviembre en el distrito de Yuyapichis, provincia de Puerto Inca en la región Huánuco, con ello se habría cortado los vuelos clandestinos entre Perú y Bolivia. El Perú reinició la interdicción aérea en 2016 sin ayuda extranjera, cada avioneta transporta entre 250 y 350 kilos de cocaína. Gamarra informó que durante el presente año se incautó e incineró 81.7t., de drogas (en abril 16.5, en agosto 16.6, en octubre 16.8 y noviembre 19.2t.), fueron destruidas 848 pozas de maceración y 492 laboratorios utilizadas para la conversión de hojas de coca en cocaína, además, se detuvieron 11 570 personas vinculadas al narcotráfico. Estas cifras corroboran que la producción de coca, cocaína a manos del narcotráfico tuvieron un ascenso impresionante entre los años 2015 y 2021 años en que fueron presidentes de DEVIDA el organismo rector de la lucha contra las drogas del Perú los siguientes ejecutivos: Alberto Otárola Peñaranda (2014-2016), Carmen Masías Claux (2016-2018), Rubén Vargas Céspedes (2018-2020), Fidel Pintado Pasapera (2020-2021) éste era funcionario de Vargas Céspedes. La información brindada se basaba en la ‘Data negra’, en cifras  estimadas, cálculos sobredimensionados, manipulación y uso mediático tal como sucedió en todos los gobiernos a lo largo de 100 años, según el libro “La Guerra de los Cien Años: Narcotráfico y Terrorismo”, julio de 2022.

El 22 de mayo de 2021 en un alevoso ataque fueron asesinados por el MPCP 16 civiles en dos bares prostíbulos en San Miguel del Ene, provincia de Satipo – Junín, esta masacre pretendió ser utilizada por el fujimorismo durante el debate electoral a pocas horas de la segunda vuelta entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.

Ocho de la noche del 12 de octubre de 1997, un grupo de cien sediciosos de Sendero Luminoso entonces liderados por Oscar Ramírez Durand alias ´Feliciano´ tomaron por dos horas la ciudad de San Miguel capital de la provincia de La Mar en la región Ayacucho, jurisdicción del Vraem, el objetivo era dar un mensaje sobre su vigencia en la zona, para ello atacaron el puesto policial al que destruyeron parcialmente utilizando dinamita luego de asesinar a un efectivo y herir a otros 3, incluyendo un civil, actuaron con absoluta impunidad saqueando y destruyendo el Centro Cívico y locales comerciales. Antes de abandonar el lugar efectuaron pintas en casas y comercios, lanzaron arengas y las acostumbradas amenazas. En el distrito de Tambo a solo 30 minutos de San Miguel existía una base del ejército que llegó en ‘apoyo’ 5 horas después solo para el balance de los asesinatos y destrozos causados por la columna del terror. Capturado ´Feliciano´ tomó el mando de los remanentes senderistas el denominado camarada ‘José’ Víctor Quispe Palomino quien dijo en un primer mensaje que el terrorismo de Abimael Guzmán, ‘Feliciano’, ‘Artemio’ y otros había terminado y que él aplicaría una nueva forma de ‘lucha social’ orientada al pueblo pobre y marginal. Pero lo que hizo a juzgar por las emboscadas y masacres desde esa fecha, que si bien no son muchas, no se diferencian sustancialmente del grupo alzado en armas que inició sus actividades sangrientas en Chuschi - Ayacucho el 18 de mayo de 1980.


Profesional del Cite Pichari capacitando a emprendedoras chocolateras en distrito Santa Rosa, módulo “Santa Cacao”. Julio 2022. Existen 40 módulos para cacao y café instalados por el Estado, pero se desconoce el real impacto en la solución de la problemática.

 

El Vraem, desde nuestro punto de vista no es una zona de guerra, menos la meca de la droga cocaína donde tienen el control los narcotraficantes y terroristas, sí es una zona donde la mayoría de su población se dedica a actividades lícitas. Es un zona donde reina la pobreza pero tranquila y sin duda más segura que Lima la capital de la República o las grandes ciudades donde el crimen organizado y la delincuencia común han sentado su ámbito de operaciones en perjuicio de grandes sectores de la población. Se dirá, pero en el Vraem se produce y transforma el 40% de la coca del país, unas 32 mil hectáreas (60% en Ayacucho, 30% en Cusco y 10% en Apurímac y Huancavelica según el Plan Multisectorial Vial Vraem 2021) y que el terrorismo actúa cuando y donde quiere como la reciente emboscada en Natividad, lo que es parcialmente cierto, pero aun así el vasto y extenso valle tiene un gran potencial social, económico y cultural (más de cien comunidades nativas) de crecimiento y desarrollo, que los programas de desarrollo alternativo en mayoría mal ejecutados por décadas echaron por la borda. Recorrí en parte el Vrae como dirigente cooperativista productor de cacao en 1983 visitando las grandes cooperativas de café y cacao: Satipo, Pangoa, Quinacho, Cocla, etc.  Desde 1998 a la fecha como profesional agrario y periodista conocemos parcialmente el Vraem, pero, no podemos hacer una lectura técnica única en lo social, político y económico sobre su compleja realidad. Llegué por primera vez a Quillabamba en agosto de 1978 junto a otros 5 dirigentes del Alto Huallaga y en una asamblea de cientos de agricultores en Echarate abordamos la problemática y perspectivas de los cultivos de coca, café y cacao, así como los peligros a futuro del narcotráfico, entonces un flagelo en crecimiento, no se lograron acuerdos de trabajo conjunto, que de haber existido, tal vez otra sería nuestra realidad.

“El VRAEM es una zona que por muchos años ha permanecido excluida del desarrollo del país, donde la presencia del Estado es débil y desarticulada, lo cual ha determinado que la pobreza sea elevada y la población viva en permanente zozobra por la inseguridad que generan los cultivos ilícitos y la presencia de remanentes terroristas” (Los Tesoros del Vraem, 2015). (FAPM: Ingeniero Agrónomo, periodista investigador, escritor).

No hay comentarios:


.........................................................................................................
Si desea ponerse en contacto con nosotros, escribanos a: leyendadelhuallaga@hotmail.com
.........................................................................................................
Equipo de Prensa:

Director: Ing. Agrónomo y Periodista Felipe A. Páucar Mariluz.
Edición Web, Reporteros e investigadores: Grupo Prensa Verde.

........................................................................................................
La Leyenda del Huallaga

© Copyright 2008 - 2023. Todos los derechos reservados.