Verónica González Bonet y Nuria del Saz son las únicas mujeres periodistas ciegas que trabajan frente a una cámara en televisión. Verónica es argentina, y desde hace un mes realiza una columna semanal en el informativo central del mediodía de Canal 7. Nuria es española, y ya lleva 12 años conduciendo uno de los noticieros de la televisión pública de Andalucía.
En su primera aparición en televisión, Verónica explicó cuáles son los términos correctos para hablar de las personas con discapacidad, presentó la película “Anita” -que cuenta con un sistema de audiodescripción para personas ciegas- y se la vio trabajar en la preparación de su columna, “lo que estuvo bueno porque la gente tiene que saber que no pongo sólo la cara: soy la responsable del espacio”, dice sonriente, actitud que mantendrá durante toda la entrevista con Periodismo Social.
“No esperaba tanto –reconoce- pensé que aparecer en cámara se iba a dar con el tiempo. Me dan libertad con la elección de contenidos. Trabajo con una productora - Ambar Rusi- que se puso la camiseta de la columna. Estoy aprendiendo a trabajar en equipo: camarógrafos, cronistas, editores, conductores, maquilladoras… con quienes tenemos que tener acuerdos sobre la concepción de la discapacidad. Tienen muy buena predisposición. Todos dan de sí lo mejor, y valoran enormemente mi trabajo. Realmente encuentro una total apertura hacia la temática, y me hace sentir muy bien que se acerquen a preguntar cosas que quizás antes no se animaban. Que vayan cambiando la forma de denominar, y sobre todo de considerar a las personas con discapacidad, que se relajen como compañeros de trabajo y me traten de igual a igual”.
Y va sumando retos: “Yo grabo los informes, lo que es un desafío, porque leer en Braille es más lento que la lectura visual. Tengo que hacer coincidir el texto con las imágenes, y sale bien”.
Se muestra sorprendida por las repercusiones de su columna, todavía no termina de entender que la gente la reconozca por “aparecer en la tele”.
Cuenta que recibió un mail de una chica de Italia “diciendo que en ese país no existía la posibilidad de que una periodista ciega pueda tener su espacio en televisión, y felicitaba por la iniciativa; también de Chile, de España. Una de mis columnas fue sobre las personas con discapacidad en Haití, y entonces de otros países se comunicaron para ver cómo podían ayudar”.
Muchos de los mails que recibe en infodiscapacidad@tvpublica.com.ar son de personas que “necesitan hacer catarsis, hablar de su situación. Yo respondo a todos. Esta columna es netamente periodística, no es asistencialista. Yo escucho a todo el mundo, y mi columna está pensada para todo el público, no sólo para las personas con discapacidad. Es para todos y todas”.
Verónica explica que transversaliza la actualidad “porque la discapacidad atraviesa todas las áreas de la vida: educación, salud, situaciones de catástrofes...”, y no duda en afirmar que le gustaría conducir un programa televisivo: “Es mi meta, pero surgió esta posibilidad y está muy buena”, reconoce.
“Imagen y ceguera son compatibles en televisión”
Con doce años de experiencia como presentadora de noticiero, Nuria del Saz afirma que “se puede comunicar audiovisualmente sin ver, se puede contar las noticias con imágenes a pesar de no ver… el que tiene que verlas es el espectador. El presentador tiene que saber comunicar, y esto es posible mediante la palabra y el gesto, así que no importa la condición visual de un presentador. Él es un elemento más en el proceso de producción de noticias en televisión. Otros colegas que sí pueden ver le describen las imágenes, escriben sobre ellas... como con cualquier otro presentador. Pero frente a la cámara importa la fuerza comunicativa, y ésta no va asociada a la capacidad visual del presentador”.
Nuria también destaca el trabajo en equipo del personal de Canal Sur 2 Andalucía, donde “la mayoría de mis compañeros siempre mostraron una actitud receptiva hacia la novedad de tener una compañera ciega en la redacción. Nunca sentí rechazo ni reticencias por parte de ellos. Supongo que sí tendrían sus reservas, pero no lo demostraban. Siempre me han tratado como una más, y doce años después creo que se han olvidado por completo de que soy ciega”.
Comenta que tiene poco contacto directo o personal con la audiencia “salvo el que se produce fortuitamente en la calle. Creo el público aceptó con bastante naturalidad, quizás perplejidad, mi aparición en TV. Pero lo que me transmiten cuando me paran en la calle es su admiración, casi siempre dicen eso, que les resulta admirable y que les gusta mi forma de presentarles la información”.
“Ser ciega es sólo una de mis características”
Verónica González Bonet estudió Licenciatura en Sistemas en la UADE: “Lo elegí porque era un desafío, no por vocación real”, confirma. Y recuerda las dificultades de su primera experiencia universitaria, porque no tenía las herramientas tecnológicas con las que cuenta hoy, y porque en la facultad “no había receptividad; algunas profesoras me hacían hacer trabajos sola, cuando todos trabajaban en equipo. Incluso, aunque fui la primera persona con discapacidad que se recibió en esa Universidad, al momento de la jura no sabía qué tenía que decir, porque no me habían mandando el texto”.
Distinta fue su experiencia estudiando periodismo, carrera a la que llegó gracias a una experiencia sobre liderazgo que realizó en Tailandia, invitada por el Banco Interamericano de Desarrollo. A su regreso, Juan Waehner el titular de la empresa Telefónica -en la que trabajaba- le financió micros radiales que se emitieron por radio América durante seis meses, los cuales hizo con la psicóloga ciega Carolina Buceta.
“Me involucré mucho en los micros. Hice entrevistas, busqué datos, hice producción…y me di cuenta que lo mío era el periodismo. Y empecé a estudiar. Renuncié a Telefónica y me puse a buscar trabajo como periodista”.
-¿Qué le pasa a los entrevistados cuando se encuentran con una periodista ciega?
En su primera aparición en televisión, Verónica explicó cuáles son los términos correctos para hablar de las personas con discapacidad, presentó la película “Anita” -que cuenta con un sistema de audiodescripción para personas ciegas- y se la vio trabajar en la preparación de su columna, “lo que estuvo bueno porque la gente tiene que saber que no pongo sólo la cara: soy la responsable del espacio”, dice sonriente, actitud que mantendrá durante toda la entrevista con Periodismo Social.
“No esperaba tanto –reconoce- pensé que aparecer en cámara se iba a dar con el tiempo. Me dan libertad con la elección de contenidos. Trabajo con una productora - Ambar Rusi- que se puso la camiseta de la columna. Estoy aprendiendo a trabajar en equipo: camarógrafos, cronistas, editores, conductores, maquilladoras… con quienes tenemos que tener acuerdos sobre la concepción de la discapacidad. Tienen muy buena predisposición. Todos dan de sí lo mejor, y valoran enormemente mi trabajo. Realmente encuentro una total apertura hacia la temática, y me hace sentir muy bien que se acerquen a preguntar cosas que quizás antes no se animaban. Que vayan cambiando la forma de denominar, y sobre todo de considerar a las personas con discapacidad, que se relajen como compañeros de trabajo y me traten de igual a igual”.
Y va sumando retos: “Yo grabo los informes, lo que es un desafío, porque leer en Braille es más lento que la lectura visual. Tengo que hacer coincidir el texto con las imágenes, y sale bien”.
Se muestra sorprendida por las repercusiones de su columna, todavía no termina de entender que la gente la reconozca por “aparecer en la tele”.
Cuenta que recibió un mail de una chica de Italia “diciendo que en ese país no existía la posibilidad de que una periodista ciega pueda tener su espacio en televisión, y felicitaba por la iniciativa; también de Chile, de España. Una de mis columnas fue sobre las personas con discapacidad en Haití, y entonces de otros países se comunicaron para ver cómo podían ayudar”.
Muchos de los mails que recibe en infodiscapacidad@tvpublica.com.ar son de personas que “necesitan hacer catarsis, hablar de su situación. Yo respondo a todos. Esta columna es netamente periodística, no es asistencialista. Yo escucho a todo el mundo, y mi columna está pensada para todo el público, no sólo para las personas con discapacidad. Es para todos y todas”.
Verónica explica que transversaliza la actualidad “porque la discapacidad atraviesa todas las áreas de la vida: educación, salud, situaciones de catástrofes...”, y no duda en afirmar que le gustaría conducir un programa televisivo: “Es mi meta, pero surgió esta posibilidad y está muy buena”, reconoce.
“Imagen y ceguera son compatibles en televisión”
Con doce años de experiencia como presentadora de noticiero, Nuria del Saz afirma que “se puede comunicar audiovisualmente sin ver, se puede contar las noticias con imágenes a pesar de no ver… el que tiene que verlas es el espectador. El presentador tiene que saber comunicar, y esto es posible mediante la palabra y el gesto, así que no importa la condición visual de un presentador. Él es un elemento más en el proceso de producción de noticias en televisión. Otros colegas que sí pueden ver le describen las imágenes, escriben sobre ellas... como con cualquier otro presentador. Pero frente a la cámara importa la fuerza comunicativa, y ésta no va asociada a la capacidad visual del presentador”.
Nuria también destaca el trabajo en equipo del personal de Canal Sur 2 Andalucía, donde “la mayoría de mis compañeros siempre mostraron una actitud receptiva hacia la novedad de tener una compañera ciega en la redacción. Nunca sentí rechazo ni reticencias por parte de ellos. Supongo que sí tendrían sus reservas, pero no lo demostraban. Siempre me han tratado como una más, y doce años después creo que se han olvidado por completo de que soy ciega”.
Comenta que tiene poco contacto directo o personal con la audiencia “salvo el que se produce fortuitamente en la calle. Creo el público aceptó con bastante naturalidad, quizás perplejidad, mi aparición en TV. Pero lo que me transmiten cuando me paran en la calle es su admiración, casi siempre dicen eso, que les resulta admirable y que les gusta mi forma de presentarles la información”.
“Ser ciega es sólo una de mis características”
Verónica González Bonet estudió Licenciatura en Sistemas en la UADE: “Lo elegí porque era un desafío, no por vocación real”, confirma. Y recuerda las dificultades de su primera experiencia universitaria, porque no tenía las herramientas tecnológicas con las que cuenta hoy, y porque en la facultad “no había receptividad; algunas profesoras me hacían hacer trabajos sola, cuando todos trabajaban en equipo. Incluso, aunque fui la primera persona con discapacidad que se recibió en esa Universidad, al momento de la jura no sabía qué tenía que decir, porque no me habían mandando el texto”.
Distinta fue su experiencia estudiando periodismo, carrera a la que llegó gracias a una experiencia sobre liderazgo que realizó en Tailandia, invitada por el Banco Interamericano de Desarrollo. A su regreso, Juan Waehner el titular de la empresa Telefónica -en la que trabajaba- le financió micros radiales que se emitieron por radio América durante seis meses, los cuales hizo con la psicóloga ciega Carolina Buceta.
“Me involucré mucho en los micros. Hice entrevistas, busqué datos, hice producción…y me di cuenta que lo mío era el periodismo. Y empecé a estudiar. Renuncié a Telefónica y me puse a buscar trabajo como periodista”.
-¿Qué le pasa a los entrevistados cuando se encuentran con una periodista ciega?
-Es raro, y depende de las personas. Observo bastante las actitudes. Algunos entrevistados saben que no veo, otros no.
Hace poco le hice una nota al hijo de Mercedes Sosa para una revista de Estados Unidos. Hablamos por teléfono, el no sabía que soy ciega; generalmente no lo digo porque es sólo una de mis características, ni más ni menos importante que otras.
Arreglamos la entrevista y me dice que nos vemos en tal bar y que lo voy a tener que buscar porque no me conocía. Y yo le digo: ‘Vos vas a tener que buscarme a mí, porque soy una persona ciega’.
En general no genera rechazo. Se relajan más. Quizás porque no se sienten observados.
-Pero vos los observás de otra manera. Cuando hacemos entrevistas, las periodistas miramos los gestos, actitudes, que son muy importantes para ver cómo llevar la conversación. Hay un clima.
-Sí, sí. Lo noto por los tonos de voz, si hay dudas, si gesticula… Le presto atención a otras cosas. Y observo de otra manera.
Una de las entrevistas que más recuerdo fue con el intendente de San Martín. Yo todavía era estudiante, y había recabado mucha información para hacerle el reportaje.
Hablamos como 45 minutos, con mucha repregunta. Al terminar, me reconoce que él pensaba que iba a ser fácil.
Yo sé que la discapacidad puede generar en algunas personas menosprecio, pero trato de evitarlo, no me gusta el papel de víctima.
-¿Cómo fue salir a buscar trabajo de periodista?
-Fuuu!! Pensaba que era más difícil buscar trabajo en sistemas que en periodismo. La verdad es que los medios son súper prejuiciosos. Me encontré con gente que cuando veía que era ciega no sabía que hacer, no me preguntaba, me agradecía el haberme molestado…
-Imagino la falta de accesibilidad física también…
-Fui a dejar un curriculum en un lugar, donde tuve que meterme en un pozo para poder entrar, porque estaban arreglando la entrada…
-Hiciste la que hacemos todas: recorrer medio por medio.
-Si, la experiencia fue mala. En una productora una persona me preguntó a qué se dedicaba mi marido, y cuando le dije que trabajaba en sistemas, me dice: “qué les pasa a ustedes que se dedican todos a lo mismo”, presuponiendo que mi marido era ciego… en fin, un prejuicio tremendo. Y toda la entrevista que tuve con él me dejó la sensación de “vos no vas a poder”. Y estuve un año y medio buscando.
-¿Cómo trabajás?
-Grabo las notas en un grabador digital, lo conectó por USB a la computadora, que tiene instalado un software que lee la pantalla con una voz sintetizada. Escucho la nota y la escribo. El software lee lo que escribo y lo que busco en Internet, por ejemplo.
Es un equipamiento muy caro.
-Necesitás estar informada y usar Internet ¿Las páginas web son accesibles?
-Hay de todo. Si tienen mucho flash, nos dificulta la lectura. Si tienen texto alternativo, el software puede leerlo, pero no siempre se encuentra.
-¿Y las versiones digitales de los diarios?
-Página 12 es bastante accesible, Clarín es pesado y tarda en cargarse, Crítica se refresca todo el tiempo y es un lío poder leerlo, La Nación estaba mejor antes, porque te agrupaba por secciones, ahora está mezclado y se complica.
-¿El canal tuvo que hacer algunas adaptaciones técnicas para que vos puedas trabajar?
-No, yo llevo mi netbook con el jaws (software lector de pantalla) instalado, mi línea Braille si es necesario, mi pizarra y punzón para pasarme en Braille los informes.
-¿Cómo es compartir una entrevista con una periodista que no es ciega?
-No me gusta cuando la gente se pisa al hablar, entonces hay que buscar códigos como para que, si la conductora del noticiero pregunta, yo no pregunte a la vez. A mí me tensiona porque hay que buscar códigos. También creo que es una cuestión de conocer a la otra persona, porque así te vas dando cuenta cuando el otro quiere hablar. Lo vamos a ir viendo con los conductores del noticiero a medida que nos conozcamos más. A mí me encanta entrevistar, pero hacerlo con otra persona implica una adaptación de parte mía y de la otra periodista.
Abriendo puertas
Tanto Nuria del Saz como Verónica González Bonet están demostrando que es posible que personas con discapacidad tengan espacio en los medios.
Nuria cree que muchos estudiantes ciegos españoles están cursando periodismo “porque han ido conociendo casos de otros ciegos que llevan ya unos años trabajando en los medios, no sólo en la TV. Me escriben algunos de ellos pidiéndome orientación, contándome sus inquietudes, creo que he sido un referente para algunos”.
Verónica es secretaria de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Redi) y sabe que en Argentina “hay periodistas ciegos que no consiguen trabajo.
Conozco una colega que hace producción en la Radio de las Madres, pero no tengo referencia de otros medios. Y con el resto de las discapacidades tampoco conozco periodistas que estén trabajando. Es complicado”, reconoce Verónica.
Y concluye: “Una tiene limitaciones, yo no puedo hacer el trabajo que hace la productora de mi columna porque tiene que seleccionar imágenes, buscar tapes, eso no puedo hacerlo. Soy audaz, y aunque sé que tengo limitantes por ser discapacitada, siempre depende de la actitud”.
Tomado de:
http://www.periodismosocial.org.ar/notacompleta.cfm?id=4027
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