por Pablo Jamett
Elaboración propia sobre datos de Grant Thornton IBR 2009.
Santiago. El sector privado en México y Chile ya comienza a mostrar grietas de confianza producto de la crisis global, mientras en Argentina el pesimismo se ha profundizado en los últimos meses. La sólida demanda interna -en cambio- mantiene inmune a Brasil, según registró el barómetro de optimismo/pesimismo de Grant Thornton International.
El indicador, que consigna las opiniones de ejecutivos de alto nivel en más de 7.000 empresas del sector privado en 36 economías, tuvo un balance negativo récord de -16%, comparado con el +40% del año pasado. Es la primera vez que los resultados pesimistas superan a los optimistas en relación a las perspectivas económicas desde que la investigación se inició en 2003.
Nuestra región no está fuera de la tendencia mundial, sin embargo el estudio muestra resultados dispares en los cuatro países participantes de América Latina.
La alegría brasileña. Brasil se ubicó en el cuarto lugar mundial con un balance optimista/pesimista de +50% (positivo), aunque cayó desde el +69% obtenido en el año 2008. “A pesar de la disminución de la confianza, los datos demuestran que dentro de los límites geográficos, la crisis no denota un impacto fuerte”, dice Javier Martínez, director de marketing para América Latina de Grant Thornton International. “El sector doméstico sigue predominando a la hora de generar una sensación de estabilidad en la economía más grande de Sudamérica”, señaló a AméricaEconomía.com.
Para el experto, a la fuerte demanda interna del país se suma una acertada política gubernamental, tendiente a disminuir la inflación y desarrollar sectores productivos clave como el petrolero, principalmente apuntando al crecimiento de la estatal Petrobras.
Contagio entre vecinos. En México los resultados arrojan una gran variación de opinión con respecto al año pasado. El balance optimista/pesimista se ubicó en –7%, comparado con un abrumador +55% en 2008. “Es, sin lugar a dudas, el país más afectado por la crisis financiera global”, dice Martínez.
El diagnóstico es claro: México se ve perjudicado por la cercanía con Estados Unidos, su principal socio comercial y además juega en su contra una disminución de la demanda interna, una de las variables relevantes en el International Business Report 2009. Consultadas sobre el factor que les genera mayor preocupación para sus negocios, las empresas del sector privado en 33 de 36 economías encuestadas mencionaron una caída en la demanda de los consumidores. El segundo lugar lo ocupó la escasez de los créditos a empresas.
Sin embargo, no todas son malas noticias para México. En opinión de Martínez un elemento interesante del análisis es el fortalecimiento en materia macroeconómica del país: México ha mantenido índices sostenidos en el tiempo y, por otra parte, el sector bursátil reacciona sólo ante fluctuaciones del mercado y no ante decisiones de política interna, lo que ha hecho que la economía mexicana se haya fortalecido en el tiempo.
“De no tener una economía fuerte, el impacto de la crisis sería tres o cuatro veces más potente”, aseguró el analista.
Un debut poco feliz. Los resultados en Chile (país que participa por primera vez en esta encuesta) se ubicaron apenas detrás del promedio global (16), con un balance optimista/pesimista de –24%.
Chile es uno de los países más estables en América Latina, pero el principal elemento que explica el dato es también la caída en la demanda interna, situación que preocupa a los empresarios, quienes -en opinión de Javier Martínez-, “están manteniendo la cautela”, a pesar de que las últimas medidas gubernamentales “van en la dirección correcta”. Ello, porque la economía se está viendo amenazada por una baja sostenida en el precio de los commodities, puntualmente el cobre.
Argentina al debe. En este país se generó una de las más grandes variaciones de opinión con respecto al año pasado: el balance fue de –57%, comparado con un +39% en el 2008, ocupando el lugar 31 en la lista global. Según el experto de Grant Thornton, la drástica caída de las cifras tiene su raíz en variables internas, factores políticos y económicos asociados a la administración de Cristina Fernández. “La diferencia entre la inflación real versus la inflación oficial ha generado escepticismo sobre el manejo económico y político de la mandataria”, afirma Martínez.
El dilatado conflicto con el campo fue relevante en el comportamiento de los datos. La decisión de limitar las exportaciones de granos y commodities generó desconfianza en el empresariado y tendrá consecuencias en la Inversión Extrajera Directa.
Bloque por bloque. A nivel de bloques regionales, la Unión Europea surge como el bloque comercial más pesimista, con –38% en el barómetro de optimismo/pesimismo. Tanto América Latina (+11%) como Asia Pacífico (+3%) alcanzaron niveles optimistas, aunque ambos fueron menores en relación al año anterior.
El comportamiento de la región se explica principalmente por la actitud de los gobiernos, que están tomando medidas para mitigar el impacto de la crisis en sus países, aunque se espera una primera mitad de 2009 complicada. En ese período será determinante el desempeño de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos, señaló Martínez. “La presencia de Bush está impidiendo una salida más rápida de la turbulencia y las decisiones que adopte el presidente electo serán fundamentales en el sentido que revelarán la estrategia real para enfrentar la crisis, y que estaría encaminada a fortalecer el mercado interno”, explica.
Ante tal escenario, el estudio sugiere que los esfuerzos gubernamentales latinoamericanos parecen estar bien encaminados. La baja en las tasas de interés para activar el consumo, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, la protección de las monedas locales y la lucha contra la inflación deberían dar frutos en el mediano plazo, incrementando los niveles de confianza en los privados, uno de los motores de la economía mundial.
Tomado de:
http://www.americaeconomia.com/Note.aspx?Note=204289
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