Dirigencia terrorista difunde primer balance de enfrentamiento en zona cocalera. Subversivos lanzan amenazas al jefe del Comando Especial del VRAE, general EP Raymundo Flores Cárdenas.
Ángel Páez. Lima, y Elías Navarro.Huamanga
La organización de Sendero Luminoso que actúa en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) proclama en un primer pronunciamiento público que el “Plan de Operaciones Excelencia” del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que se aplica en dicha zona no ha dañado a la agrupación y que, por el contrario, emprenderá acciones en otras zonas del país.
El documento de 45 páginas, interceptado en los últimos días de diciembre por organismos de inteligencia militar, contiene un balance de la denominada “primera contracampaña” senderista, desplegada entre agosto y noviembre del año que pasó para hacer frente a la incursión de las fuerzas del orden en la zona del VRAE. La dirigencia subversiva afirma que la estrategia castrense es un fracaso porque hasta el momento ninguno de los jefes terroristas ha sido abatido o apresado.
En cambio, asegura haber “aniquilado a 72 militares (24 fallecidos, 48 heridos), confiscado 19 fusiles Galil, atacado siete veces a los helicópteros (del Ejército)”, mientras que los hombres de sus filas “no sufrieron ni una pérdida humana ni material y tampoco hay detenidos”. En efecto, hasta el momento oficialmente no se ha informado de la captura de algún dirigente terrorista que actúa en el VRAE.
Suscrito por el Comité Central del Partido Comunista del Perú, que se autotitula como el verdadero continuador de la lucha armada que se inició el 17 de mayo de 1980 –y rompe ideológica y políticamente con Abimael Guzmán, a quien califican de traidor–, el informe senderista incluye amenazas contra el jefe del Comando Especial del VRAE, general EP Raymundo Flores Cárdenas, a quien prometen que Vizcatán será su última morada.
Balance en rojo
“El 2009 seguiremos en Vizcatán y la guerra revolucionaria se habrá expandido a otros lugares del país”, señala el informe senderista en la sección dedicada al general Flores: “Piense, general, que en Vizcatán al hacer frente a la guerra revolucionaria usted ha sido bienvenido y tiene su ley, porque se está comportando muy bien como furriel (soldado), y además porque es un buen sepulturero dedicándose eficazmente a cosechar muertos y heridos. Lo demás es dar tiempo al tiempo para nuestro bien. El tiempo y el viento avanzan y mudan a nuestro favor. Don Raymundo, mientras sea usted un militar activo y haga frente a una guerra revolucionaria, su historia siempre será tragar la pólvora de la derrota”.
Fuentes del Comando Especial del VRAE consultadas por La República señalaron que el documento denominado “Balance de la Primera Contracampaña Política y Militar de la Guerra Popular Democrática y de Resistencia Nacional Antiimperialista Yanqui”, suscrito por el Comité Central del PCP, “es un psicosocial lanzado por los narcoterroristas desesperados por las deserciones y derrotas que están sufriendo como resultado del Plan de Operaciones Excelencia”.
Informaron las fuentes castrenses que el “camarada José” ha puesto en circulación el balance senderista para hacer creer a sus seguidores que no han sido golpeados por las fuerzas de seguridad, cuando en realidad un tercio de los subversivos ha abandonado la agrupación desde que más de 800 efectivos penetraron en la zona de Vizcatán, el santuario senderista desde hace muchos años.
“De los 350 combatientes narcosenderistas solo quedarían 150 hombres divididos en varios grupos operativos y de contingencia”, explicaron las fuentes castrenses en Huamanga: “Han desertado muchos combatientes porque se les ha cortado el abastecimiento de alimentación. La primera vez ocurrió a mediados de octubre, cuando se fueron unos 25 hombres con dirección a Satipo”.
Aludiendo a un informe sobre los choques con el Ejército, las fuentes militares manifestaron que han sido abatidos por lo menos 20 senderistas en el VRAE. Por ejemplo, cinco en Bidón, cinco en Vizcatán Baja, y dos en río Pesca. “En el último enfrentamiento, el 31 de diciembre, en el cerro Tinkuya, ubicado al costado de Vizcatán, han caído al menos ocho subversivos. Para el ‘camarada José’ tener cinco bajas ya es bastante”, indicaron las fuentes militares.
El Comando Especial reconoce tener solo cuatro bajas, la mayor parte soldados de la Compañía Especial Contrasubversiva Nº 311 de Pichanaki: dos en Vizcatán, uno en Azángaro, y el último, el 28 de diciembre, en Vizcatán. Y admite contar con 22 heridos. “Nadie resultó mutilado. Todos han sido puestos de alta”, dijeron.
Victorias y derrotas
En el documento de indudable autoría senderista –uno de los poquísimos pronunciamientos que se conoce de la organización que lidera Víctor Quispe Palomino– se destaca la emboscada a un camión en el que perecieron 14 soldados y tres civiles, quienes habían participado en una acción cívica en la localidad de Tintay Puncu, en Tayacaja, Huancavelica, el nueve de octubre del 2008.
“Ha sido producto de un plan estudiado, planificado y preparado con anticipación”, señalan los terroristas: “La emboscada fue por un error de rutina. (...) Los verdaderos responsables (de la emboscada) son usted, don Raymundo, y (el jefe de la 31º Brigada de Infantería, general) Luis Flores Cornejo por dar órdenes a la patrulla. Hay que tener la capacidad de reconocer, por muy dura o amarga que sea la realidad, que en Tintay Puncu han sufrido un revés”. En esa ocasión, señalan los subversivos, sustrajeron 18 fusiles Galil, de fabricación israelí.
Al respecto, las fuentes del Comando Especial VRAE señalaron que lo sucedido en Tintay Puncu es producto de un descuido. “La pérdida es considerada como un error porque no se cumplieron con las directivas del comando de la 31 Brigada de Infantería de la región Junín”, explicaron: “A sabiendas de que se ejecuta un operativo en el VRAE, de manera negligente acudieron a cumplir una acción cívica en un pueblo y cuando retornaban fueron emboscados”.
Mientras que los senderistas aseguran, dirigiéndose a los militares, que “cuando ustedes quieren atacarnos no les permitimos hacerlo, y ni siquiera encontrarnos; pero cuando nosotros los atacamos damos en el blanco, les asestamos golpes certeros y los aniquilamos, y cuando no podemos aniquilarlos, tampoco nos dejamos aniquilar por ustedes”; el Comando Especial del VRAE sostiene que ha completado satisfactoriamente una primera etapa de asentamiento y control, especialmente en Vizcatán.
“Hemos alcanzado cuatro logros: les cortamos el abastecimiento de alimentos, la población frenó el apoyo que les daba, se ha evitado que más jóvenes se enrolen en sus filas como ‘mochileros’ o cargadores de droga y se ha consolidado la presencia del Estado”, dijeron las fuentes castrenses: “Pero el problema más grande sigue siendo el narcotráfico, ya que es la principal fuente de financiamiento de sus actividades. Con su discurso de defensa del cultivo de coca, además, buscan ganarse a un sector de la población”.
A pesar del optimismo senderista, el Comando Especial del VRAE se apresta a ejecutar la “Operación Cacería”, que es un conjunto de incursiones a los campamentos narcosenderistas. Las acciones estarán a cargo del general EP Ricardo Moncada Novoa, quien reemplazará al general Raymundo Flores. “Los resultados los veremos en julio”, indicaron las fuentes militares del VRAE.
La organización de Sendero Luminoso que actúa en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) proclama en un primer pronunciamiento público que el “Plan de Operaciones Excelencia” del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que se aplica en dicha zona no ha dañado a la agrupación y que, por el contrario, emprenderá acciones en otras zonas del país.
El documento de 45 páginas, interceptado en los últimos días de diciembre por organismos de inteligencia militar, contiene un balance de la denominada “primera contracampaña” senderista, desplegada entre agosto y noviembre del año que pasó para hacer frente a la incursión de las fuerzas del orden en la zona del VRAE. La dirigencia subversiva afirma que la estrategia castrense es un fracaso porque hasta el momento ninguno de los jefes terroristas ha sido abatido o apresado.
En cambio, asegura haber “aniquilado a 72 militares (24 fallecidos, 48 heridos), confiscado 19 fusiles Galil, atacado siete veces a los helicópteros (del Ejército)”, mientras que los hombres de sus filas “no sufrieron ni una pérdida humana ni material y tampoco hay detenidos”. En efecto, hasta el momento oficialmente no se ha informado de la captura de algún dirigente terrorista que actúa en el VRAE.
Suscrito por el Comité Central del Partido Comunista del Perú, que se autotitula como el verdadero continuador de la lucha armada que se inició el 17 de mayo de 1980 –y rompe ideológica y políticamente con Abimael Guzmán, a quien califican de traidor–, el informe senderista incluye amenazas contra el jefe del Comando Especial del VRAE, general EP Raymundo Flores Cárdenas, a quien prometen que Vizcatán será su última morada.
Balance en rojo
“El 2009 seguiremos en Vizcatán y la guerra revolucionaria se habrá expandido a otros lugares del país”, señala el informe senderista en la sección dedicada al general Flores: “Piense, general, que en Vizcatán al hacer frente a la guerra revolucionaria usted ha sido bienvenido y tiene su ley, porque se está comportando muy bien como furriel (soldado), y además porque es un buen sepulturero dedicándose eficazmente a cosechar muertos y heridos. Lo demás es dar tiempo al tiempo para nuestro bien. El tiempo y el viento avanzan y mudan a nuestro favor. Don Raymundo, mientras sea usted un militar activo y haga frente a una guerra revolucionaria, su historia siempre será tragar la pólvora de la derrota”.
Fuentes del Comando Especial del VRAE consultadas por La República señalaron que el documento denominado “Balance de la Primera Contracampaña Política y Militar de la Guerra Popular Democrática y de Resistencia Nacional Antiimperialista Yanqui”, suscrito por el Comité Central del PCP, “es un psicosocial lanzado por los narcoterroristas desesperados por las deserciones y derrotas que están sufriendo como resultado del Plan de Operaciones Excelencia”.
Informaron las fuentes castrenses que el “camarada José” ha puesto en circulación el balance senderista para hacer creer a sus seguidores que no han sido golpeados por las fuerzas de seguridad, cuando en realidad un tercio de los subversivos ha abandonado la agrupación desde que más de 800 efectivos penetraron en la zona de Vizcatán, el santuario senderista desde hace muchos años.
“De los 350 combatientes narcosenderistas solo quedarían 150 hombres divididos en varios grupos operativos y de contingencia”, explicaron las fuentes castrenses en Huamanga: “Han desertado muchos combatientes porque se les ha cortado el abastecimiento de alimentación. La primera vez ocurrió a mediados de octubre, cuando se fueron unos 25 hombres con dirección a Satipo”.
Aludiendo a un informe sobre los choques con el Ejército, las fuentes militares manifestaron que han sido abatidos por lo menos 20 senderistas en el VRAE. Por ejemplo, cinco en Bidón, cinco en Vizcatán Baja, y dos en río Pesca. “En el último enfrentamiento, el 31 de diciembre, en el cerro Tinkuya, ubicado al costado de Vizcatán, han caído al menos ocho subversivos. Para el ‘camarada José’ tener cinco bajas ya es bastante”, indicaron las fuentes militares.
El Comando Especial reconoce tener solo cuatro bajas, la mayor parte soldados de la Compañía Especial Contrasubversiva Nº 311 de Pichanaki: dos en Vizcatán, uno en Azángaro, y el último, el 28 de diciembre, en Vizcatán. Y admite contar con 22 heridos. “Nadie resultó mutilado. Todos han sido puestos de alta”, dijeron.
Victorias y derrotas
En el documento de indudable autoría senderista –uno de los poquísimos pronunciamientos que se conoce de la organización que lidera Víctor Quispe Palomino– se destaca la emboscada a un camión en el que perecieron 14 soldados y tres civiles, quienes habían participado en una acción cívica en la localidad de Tintay Puncu, en Tayacaja, Huancavelica, el nueve de octubre del 2008.
“Ha sido producto de un plan estudiado, planificado y preparado con anticipación”, señalan los terroristas: “La emboscada fue por un error de rutina. (...) Los verdaderos responsables (de la emboscada) son usted, don Raymundo, y (el jefe de la 31º Brigada de Infantería, general) Luis Flores Cornejo por dar órdenes a la patrulla. Hay que tener la capacidad de reconocer, por muy dura o amarga que sea la realidad, que en Tintay Puncu han sufrido un revés”. En esa ocasión, señalan los subversivos, sustrajeron 18 fusiles Galil, de fabricación israelí.
Al respecto, las fuentes del Comando Especial VRAE señalaron que lo sucedido en Tintay Puncu es producto de un descuido. “La pérdida es considerada como un error porque no se cumplieron con las directivas del comando de la 31 Brigada de Infantería de la región Junín”, explicaron: “A sabiendas de que se ejecuta un operativo en el VRAE, de manera negligente acudieron a cumplir una acción cívica en un pueblo y cuando retornaban fueron emboscados”.
Mientras que los senderistas aseguran, dirigiéndose a los militares, que “cuando ustedes quieren atacarnos no les permitimos hacerlo, y ni siquiera encontrarnos; pero cuando nosotros los atacamos damos en el blanco, les asestamos golpes certeros y los aniquilamos, y cuando no podemos aniquilarlos, tampoco nos dejamos aniquilar por ustedes”; el Comando Especial del VRAE sostiene que ha completado satisfactoriamente una primera etapa de asentamiento y control, especialmente en Vizcatán.
“Hemos alcanzado cuatro logros: les cortamos el abastecimiento de alimentos, la población frenó el apoyo que les daba, se ha evitado que más jóvenes se enrolen en sus filas como ‘mochileros’ o cargadores de droga y se ha consolidado la presencia del Estado”, dijeron las fuentes castrenses: “Pero el problema más grande sigue siendo el narcotráfico, ya que es la principal fuente de financiamiento de sus actividades. Con su discurso de defensa del cultivo de coca, además, buscan ganarse a un sector de la población”.
A pesar del optimismo senderista, el Comando Especial del VRAE se apresta a ejecutar la “Operación Cacería”, que es un conjunto de incursiones a los campamentos narcosenderistas. Las acciones estarán a cargo del general EP Ricardo Moncada Novoa, quien reemplazará al general Raymundo Flores. “Los resultados los veremos en julio”, indicaron las fuentes militares del VRAE.
(Con la colaboración de Elizabeth Prado)
Claves
Deslinde. Víctor Quispe Palomino, “camarada José”, alega que su organización no es la misma que dirigió Abimael Guzmán, tampoco la que condujo Óscar Ramírez Durand, “camarada Feliciano”, detenido el 14/07/99.
espías. Los senderistas admiten que les han sembrado informantes pero que han detectado al menos a cinco, a quienes han asesinado.
Reacciones
“Sendero no tiene ninguna capacidad para iniciar un ataque a nivel nacional. Exagera y miente”.
EdgarNúñez
Presidente de la comisión de defensa
“En el VRAE no es cuestión de eliminar terroristas. Es una cuestión más social que militar”.
General (r) Rafael Hoyos
Ex jefe de la región militar del centro
Ex jefe de la región militar del centro
“El documento confirma que el grupo narcosenderista en el VRAE está en proceso de ‘farcarización’”.
Jaime Antezana
Analista
Narcosenderismo como práctica en el VRAE
El documento senderista dedica amplio espacio para fustigar y amenazar al primer ministro Yehude Simon, al ministro de Defensa, Ántero Flores Aráoz, al ex jefe del Comando Conjunto vicealmirante José Aste, al jefe de la 31 Brigada de Infantería, general Luis Flores Cornejo, y al analista Jaime Antezana. Los senderistas cuestionan a Antezana por sostener que estos se financian con fondos del narcotráfico y que actúan en función de los intereses de las mafias de la droga. “Los narcosenderistas pretenden negar lo que todos en el VRAE saben: que son protectores de los cargamentos de droga, que son los transportadores de pasta y que controlan las rutas de ingreso de los insumos químicos y de salida de la droga”, argumentó Jaime Antezana.
El analista señaló que si algo explica el crecimiento y fortalecimiento del narcosenderismo en el VRAE es precisamente su articulación como organización a la “cadena-narco”. “El documento en referencia es parte de un proceso de reelaboración del discurso ideológico y político iniciado en 2006, para legitimar sus acciones armadas en defensa del narcotráfico”.
Tomado de:
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/2009/01/4/1/node/7608/total/01
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/2009/01/4/1/node/7608/total/01
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