Felipe A. Páucar Mariluz.
Ministro del Interior, embajadora de Estados Unidos y presidente regional Ucayali, aparentemente la transparencia no está entre sus objetivos en materia de lucha contra las drogas y desarrollo. Foto cortesía.
El jueves en la noche en el único hotel cinco estrellas, el River Hotel de Pucallpa, el ministro del interior Oscar Valdés y la embajadora de Estados Unidos Rose Lincks ofrecieron una conferencia de prensa a la que solo se invitó a periodistas cercanos y presuntamente beneficiarios del Programa de Desarrollo Alternativo - PDA y se impidió el ingreso a un grupo de periodistas considerados críticos o que tienen una posición independiente respecto a la lucha contra las drogas.
La responsabilidad de cursar las invitaciones la tuvo el ex trabajador de Devida Miguel Rojas, a quien un portal anticoca lo presenta como ‘analista’ cuando sus opiniones coinciden con sus objetivos, según una fuente confiable.
La actitud antidemocrática de los conferencistas causó gran malestar por que no se condice con el discurso del presidente Ollanta Huamala de inclusión y respeto a la libertad de expresión y opinión, así como trabajar con transparencia y sin temor a las críticas. El cerrarle las puertas a periodistas que podrían resultar incómodos a los ‘ilustres visitantes’ resulta inaceptable por que obedece a prácticas oscuras en gobiernos anteriores. ¿Qué se oculta o intenta ocultar?
La conferencia fue para decir que se sentían impresionados y satisfechos por lo que habían comprobado durante el día en un recorrido espectacular con enorme despliegue de seguridad con decenas de policías, cinco helicópteros y personal de la DEA lo que les permitió llegar hasta una poza de maceración de hojas de coca, almácigos de coca y un productor de cacao en el caserío Virgen del Carmen. Todo preparado, como es costumbre.
En la reunión la embajadora Rose Lincks anunció que su gobierno reducirá la cooperación antinarcóticos debido a la crisis económica que hace frente su país. Mientras que el ministro del interior dejó entrever que los cocaleros en marcha de sacrificio a Pucallpa defendían lo ilegal.
Si esto es el preludio de la gran transformación en un gobierno que se precia de nacionalista y soberano, nada bueno se espera para el futuro. Ojala que no estemos nuevamente en el círculo vicioso de nunca acabar.
Ministro del Interior, embajadora de Estados Unidos y presidente regional Ucayali, aparentemente la transparencia no está entre sus objetivos en materia de lucha contra las drogas y desarrollo. Foto cortesía.El jueves en la noche en el único hotel cinco estrellas, el River Hotel de Pucallpa, el ministro del interior Oscar Valdés y la embajadora de Estados Unidos Rose Lincks ofrecieron una conferencia de prensa a la que solo se invitó a periodistas cercanos y presuntamente beneficiarios del Programa de Desarrollo Alternativo - PDA y se impidió el ingreso a un grupo de periodistas considerados críticos o que tienen una posición independiente respecto a la lucha contra las drogas.
La responsabilidad de cursar las invitaciones la tuvo el ex trabajador de Devida Miguel Rojas, a quien un portal anticoca lo presenta como ‘analista’ cuando sus opiniones coinciden con sus objetivos, según una fuente confiable.
La actitud antidemocrática de los conferencistas causó gran malestar por que no se condice con el discurso del presidente Ollanta Huamala de inclusión y respeto a la libertad de expresión y opinión, así como trabajar con transparencia y sin temor a las críticas. El cerrarle las puertas a periodistas que podrían resultar incómodos a los ‘ilustres visitantes’ resulta inaceptable por que obedece a prácticas oscuras en gobiernos anteriores. ¿Qué se oculta o intenta ocultar?
La conferencia fue para decir que se sentían impresionados y satisfechos por lo que habían comprobado durante el día en un recorrido espectacular con enorme despliegue de seguridad con decenas de policías, cinco helicópteros y personal de la DEA lo que les permitió llegar hasta una poza de maceración de hojas de coca, almácigos de coca y un productor de cacao en el caserío Virgen del Carmen. Todo preparado, como es costumbre.
En la reunión la embajadora Rose Lincks anunció que su gobierno reducirá la cooperación antinarcóticos debido a la crisis económica que hace frente su país. Mientras que el ministro del interior dejó entrever que los cocaleros en marcha de sacrificio a Pucallpa defendían lo ilegal.
Si esto es el preludio de la gran transformación en un gobierno que se precia de nacionalista y soberano, nada bueno se espera para el futuro. Ojala que no estemos nuevamente en el círculo vicioso de nunca acabar.
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