Volar hacia la muerte

En Mazamari. Ataúdes de los oficiales del Ejército que murieron en un ataque de francotiradores de Sendero Luminoso (Foto: Jacob Reyes).

Es Mazamari, alrededor de la una de la tarde. Acaban de llegar de Pichari los féretros donde yacen los cuerpos del comandante EP Esnaider Vásquez y el capitán EP Jenner Vidarte. Los pilotos llevan en hombros al comandante, y los oficiales comandos al capitán. La guarnición local les rinde homenaje en el corto camino hacia el avión de transporte que los llevará a Lima.

Cerca, un nuevo tipo de helicóptero se apresta a iniciar las operaciones en el VRAE. Es el Mi-35, la versión actual del helicóptero blindado Mi-25, cuya resistencia a impactos de bala y potencia de fuego son muy superiores a las de los helicópteros de transporte Mi-17 que han estado en servicio en el VRAE y que son los que han sufrido hasta ahora todos los ataques.

Helicóptero Mi-35 en Mazamari (Foto: Jacob Reyes).

El Mi-17 es un excelente helicóptero de transporte, recio y confiable, pero con blindaje y potencia de fuego limitados, además de ser necesariamente lento en las maniobras, por su tamaño y capacidad de carga.

En esta foto puede verse cómo quedó el helicóptero que fue atacado ayer en Choropampa, donde perdieron la vida el comandante Vásquez y el capitán Vidarte. La entereza del copiloto permitió llevar una nave severamente impactada hasta un aterrizaje de emergencia en zona segura.

El helicóptero atacado por los senderistas luego del aterrizaje forzoso.

Casi todos los ataques a helicópteros en el VRAE se han dado en circunstancias parecidas: cuando bajan a extraer patrullas, heridos o ambas cosas. Por su peso y tamaño, los Mi-17 deben tener una ruta de aproximación y de salida casi siempre lenta y previsible. Es casi como si se movilizaran en una pista aérea, con vectores predeterminados de aproximación y salida. Por eso, a los senderistas no les es difíil predecir cuál va a ser la ruta de los helicópteros y colocar francotiradores en un campo de tiro predeterminado.

El hecho de que hubiera dos helicópteros haciendo “sombrilla” sobre el que pilotaba el comandante Vásquez no sirvió de mucho. Los rafagazos salieron de la espesura y es poco probable que los pilotos de los otros helicópteros hayan podido ver de dónde provino el ataque.

¿Cambiarán los nuevos helicópteros Mi-35 los términos de confrontación y los niveles de vulnerabilidad en las acciones de extracción? Esos helicópteros tienen una capacidad limitada de carga, por lo que es poco probable que puedan llevar a cabo extracciones de patrullas.

Pero su blindaje y su gran potencia de fuego hacen que la labor de “sombrilla” pueda ser más cercana y, por eso, eficaz. Mejorarán, sin duda, la seguridad y disminuirán la vulnerabilidad. Pero el riesgo de ataques durante extracciones seguirá siendo alto. Menor que antes pero siempre alto.

La valentía y la abnegación de los pilotos y soldados en el VRAE es admirable. Pero corresponde a sus jefes hacer los cambios de estrategia en la acción contrainsurgente, y de formas y métodos de maniobra, para que ese momento reiterado de vulnerabilidad: cuando el fiel pero pesado Mi-17 se aproxima al punto de extracción, no se convierta en otra página luctuosa que añada más guerreros de la nación caídos en meses y hasta en años diferentes, pero todos de la misma manera, en la misma circunstancia.

En la guerra es inmanente el concepto de baja. En la confrontación organizada de fuerzas a través de la mejor aplicación posible de la violencia, todo guerrero sabe que puede morir. Pero él y, sobre todo, sus jefes, deben poner todo su esfuerzo en evitar que eso suceda. Sobre todo cuando la circunstancia de la mayoría de tragedias en el VRAE es, si no igual, casi siempre parecida.

Tomado de:
http://idl-reporteros.pe/2011/09/15/vector-de-muerte/