sábado, 17 de julio de 2010

E.U y narcoterrorismo: 8 mil millones para Plan Colombia y 800 millones para plan Perú, en 10 años.

Foto: Archivo / EL TIEMPO . El Plan Colombia deja positivos resultados en reducción de cultivos ilícitos y acciones de la guerrilla, así como más inversión extranjera.

Se cumplieron 10 años desde que el Congreso estadounidense dio vida a este programa.

Y pese a existir críticas, no hay duda que le ha cambiado el rostro al país.

Para ponerlo en contexto, hace algunas semanas -en entrevista con EL TIEMPO-, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela recordaba la Colombia que existía en el verano del año 2.000 cuando el legislativo de EE. U.U. -por pedido de entonces mandatario Bill Clinton-, aprobó los primeros 1.300 millones de dólares para financiarlo.

"En esa época cuando comenzamos a trabajar en esto había muchas dudas sobre los desafios que enfrentaba la sociedad colombiana. Había una situación de seguridad relacionada a tres tipos de insurgencia, una crisis económica muy fuerte, donde ya se hablaba que se había pasado de la guerra de guerrillas a guerra de movimientos. Viéndolo en retrospectiva creo que fue un gran éxito", dice Valenzuela que es considerado uno de los "papás" del Plan Colombia pues ayudó a elaborarlo cuando se desempeñaba como Asesor de Seguridad Nacional para América Latina de Clinton.

Eso, sin contar las hordas de colombianos que abandonaban al país por amenazas a su seguridad o buscando alternativas económicas, y el repliegue de la inversión extranjera dada la valoración negativa de los calificadores de riesgo.

Desde entonces E.U ha invertido casi 8.000 millones de dólares si se suman los aportes del Departamento de Estado y de Defensa en adición a todo el gasto del estado colombiano.

Gracias a ello es lo que ha cambiado, especialmente en seguridad pública e inversión económica.

Aunque la estrategia inicial era eminentemente antinarcóticos y planteaba como eje central reducir a la mitad los cultivos ilícitos que existían en el país en cinco años y llevar desarrollo alternativo a esas zonas apartadas, pronto fue evolucionado hacia un combate abierto contra el "narcoterrorismo" dada la conexión de las guerrillas y paramilitares con el tráfico ilícito.

Ese cambio de énfasis, que fue autorizado por el Congreso de E.E. U.U. en el 2002 -gracias en parte a los atentados terroristas del 2001 contra Washington y Nueva York- le cambió la dinámica a la situación de orden público en el país pues desde entonces todos los recursos que entrega E.E. U.U. pueden ser usados para combatir a los grupos irregulares.

De acuerdo con estadísticas del gobierno colombiano, del 2002 a la fecha los atentados terroristas se han reducido en un 84 por ciento, los secuestros otro 88 por ciento, y la tasa de homicidios ha bajado un 45 por ciento. Las Farc, de ser un grupo que contaba con unos 20.000 mil hombres y controlaba grandes zonas del país, ha bajado a menos de 10.000 y en actitud de repliegue.

La inversión extranjera, en la medida que ha mejorado el clima de seguridad ha ido regresando. De acuerdo con la embajadora Carolina Barco, la cifra se ubica ya en más de 10.000 millones de dólares anuales (cifra de 2008) de los 2500 que se registraban en el 2000.

Igual ha pasado con el turismo que se ha más que duplicado en este mismo período (de 800 mil turistas en 2000 a 1 millón 700 mil en 2009).

Según Valenzuela, pese a los errores que se cometieron -y que admite- "los historiadores tendrán que valorar ese esfuerzo conjunto y concluir que fue esto lo que le permitió a Colombia comenzar a cambiar su rumbo".

Pese a todo ello, es en la lucha contra las drogas - el objetivo central del plan como fue concebido- donde los resultados son mixtos.

El último estudio de Naciones Unidas dice que los cultivos ilícitos en Colombia se redujeron un 58 por ciento entre 2000 y 2009. Y si bien el dato es bueno, está lejos de la meta fijada al comienzo que buscaba casi esa misma disminución pero en solo 5 años. Además, aún restan en el país 68.000 hectáreas cultivadas que tiene un potencial de producción superior a las 250 toneladas métricas y que equivale a la demanda de E.U. en un año.

El precio de la coca en las calles estadounidenses ha comenzado a subir un poco en los últimos años -lo cual indica cierta escasez en el mercado- pero la producción potencial de coca en la región andina, unas 800 toneladas métricas anuales- sigue siendo suficiente para abastecer los mercados mundiales.

"A lo mejor subestimamos la posibilidad de poder eliminar completamente la producción de drogas que se encuentra con fenómenos como que si erradicas en una parte surgen en otro lado", dice Valenzuela.

Y en buena parte eso ha ido pasando. En Colombia, donde los cultivos se desplazaron del Putumayo y Caquetá, a otros departamentos como Nariño y Bolívar, y en el proceso se destruyeron más de millón de hectáreas de bosques en esta década.

El problema también ha migrado a otros países, caso Perú, que viene registrando un vertiginoso ascenso de sus cultivos.

Es decir, la corroboración del famoso "efecto globo", que tanto advirtieron los críticos.

Y aunque parte de la violencia que genera el narcotráfico ha ido menguando en Colombia, se ha visto desplazada a Centro América y México.

La otra debilidad del Plan ha estado por el lado del desarrollo alternativo en regiones donde hay cultivos ilícitos.

De acuerdo con un estudio elaborado para E.E. U.U. por la firma consultora Management Systems International, si bien el Plan Colombia ha sido una iniciativa exitosa en muchos frente pues ha logrado expandir los niveles de seguridad, golpear a organizaciones ilegales como las Farc y los paramilitares y mejorar el clima de inversión en el país, los beneficios no han fluido a las poblaciones más pobres y rurales que son actores principales en la producción de sustancias ilícitas.

"El Estado ha sido lento a la hora complementar los avances en seguridad con inversiones comparables en las esferas económicas y sociales,, incluso en zonas consideradas de alta prioridad.

El "seguimiento civil" a las operaciones militares de limpieza y aseguramiento es por lo general lento, descoordinado, subfinanciado y sufre por la falta de compromiso y sentido de propiedad en los más altos niveles del gobierno", sostiene el reporte.

Por eso, dice Valenzuela, es que E.E. U.U. está dando prioridad al desarrollo económico en lo que llama la "segunda fase" del Plan y que en Colombia se conoce como "la consolidación".

Pero está por verse ya que E.E. U.U. ha venido reduciendo sus aportes de manera sostenida. De los 700 millones (promedio) que recibió entre 2000 y 2007, ha bajado a unos US 400 millones anuales de allí en adelante.

Valenzuela explica que la reducción es por que los programas de corte social y desarrollo son menos costosos que los militares, que incluían compra y mantenimientos de helicópteros y otros equipos. Además, que Colombia ha comenzado a asumir muchos de los costos en la medida que la situación he mejorado.

Pero también es cierto que los recortes obedecen a un cambio de prioridades de Washington sumado a la crisis económica que ha golpeado su billetera.

Y si bien el Plan Colombia no desaparecerá de la noche a la mañana, se estima que, hacia el futuro, E.E. U.U. seguirá en retirada.

SERGIO GÓMEZ M.

Corresponsal de El TIEMPO
WASHINGTON

Tomado de:
http://www.eltiempo.com/colombia/politica/eeuu-ha-aportado-mil-millones-de-dolares-en-10-anos-de-plan-colombia_7805624-1

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