LA GUERRA ENTRE las bandas de alias "Mario" y "Sebastián", con el narcotráfico como telón de fondo, tiene preocupado al Gobierno.
El pasado miércoles la explosión de una granada en una casa de Caucasia atemorizó a los habitantes de este municipio, epicentro de la disputa entre bandas.
La imagen de grupos armados parecía olvidada, pero el pasado 5 de diciembre unos 30 hombres armados con fusiles irrumpieron en el corregimiento Cuturú de Caucasia. "Somos las Autodefensas Gaitanistas de Colombia", dijeron, mientras pintaban paredes con este nombre.
Los habitantes se encerraron, temerosos, en sus casas, mientras los sujetos preguntaron por personas que, según ellos, pertenecían a la banda de alias "Sebastián", pero no los encontraron.
Desde entonces, los habitantes de Cuturú viven con temor en medio de la disputa de las bandas criminales de alias "Mario" y "Sebastián". Se refugian temprano en sus hogares y algunas familias ya abandonaron la población. Unas por miedo, otras por amenazas y extorsiones.
"A mi familia le robaron ganado y la amenazaron para que no denunciara y se fuera así, sin nada", cuenta una señora.
En noviembre, esta comunidad de mineros y campesinos protagonizó un episodio inusual, al protestar contra un grupo de hombres de alias "Sebastián" por la desaparición de un joven.
Unos 300 habitantes, armados de machetes, les reclamaron por el desaparecido, pero la respuesta fue amenazas y tiros al aire. En vez de amilanarse, los pobladores desarmaron a uno de ellos y lo retuvieron para pedir la presencia del "comandante".
Los otros miembros de la banda se marcharon. La Policía se hizo presente, capturó al integrante de la banda. Luego, la comunidad pidió que registraran una finca.
La Policía no pudo actuar, pero los habitantes tomaron la ley por sus manos y marcharon hasta las fincas, donde según ellos, vivían los ilegales y había caletas con armas.
Cuando llegaron no había nadie, pero la Policía constató que la propiedad estaba acondicionada con camarotes para albergar decenas de personas.
A los pocos días, en una decisión que cayó mal, un juez dejó libre al presunto miembro de la banda. Decepcionados de la justicia, ahora los habitantes no quieren colaborar a pesar de las extorsiones, homicidios, desapariciones y amenazas de ambas bandas.
El joven desaparecido nunca volvió y, según los habitantes, los ilegales les dijeron que fue asesinado por pertenecer al otro bando. Ahora, en Cuturú, hay miedo y se pide la presencia de las autoridades.
En Caucasia y El Bagre, los municipios más afectados por la disputa de las bandas, el temor es permanente. La tranquilidad que alcanzaron a vivir por 10 días en enero se rompió la semana pasada. La noche del martes fue asesinado un mototaxista en Caucasia y en El Bagre fue muerto un joven de 17 años, señalado de integrar la banda de alias "Mario".
Al día siguiente, una granada explotó en una casa del barrio Centenario de Caucasia, alquilada por hombres desconocidos en el sector, y en la noche, sicarios atentaron contra otra persona.
El atentado con granada no dejó víctimas, pero sí miedo en la comunidad, dado que ocurrió en una zona residencial. Además, reveló la modalidad de arrendar viviendas por parte de las bandas "para mimetizarse entre la población y delinquir en el área urbana", según un investigador.
La racha de crímenes continuó el viernes, cuando mataron a dos hombres, de 27 y 20 años, en una finca en Caucasia. Según la Policía, pertenecían a la banda de alias "Sebastián".La respuesta de las autoridades fue un nuevo Escuadrón Móvil de Carabineros, que se suma a cientos de policías, investigadores judiciales y de inteligencia.
A pesar de los últimos hechos, la captura de más de 30 integrantes de las bandas de "Mario" y "Sebastián" en enero logró reducir las cifras de homicidios. Se registraron 12 muertes menos que en enero de 2007, en toda la región.
Economía en crisis
Pero la violencia desatada por guerra entre bandas criminales por las zonas de cultivos de coca, la economía y las rutas del tráfico de narcóticos, no solo deja víctimas. La economía del Bajo Cauca antioqueño está resentida y eso se refleja en el cierre de negocios, el desempleo y más pobreza.
Según los comerciantes, las ventas se redujeron desde el año pasado en un 50 por ciento. "Ahora vendo menos de la mitad que hace dos años, las tierras están improductivas, no volvieron turistas, no hay empresas y, para rematar, no hay inversión social", sostiene Juan Guillermo Restrepo, dueño de una veterinaria.
Hasta las grandes empresas reportan pérdidas, tanto económicas como de empleos. Según los administradores del supermercado Consumo, en Caucasia, "la gente se limita a comprar la canasta familiar y las ventas se redujeron en un 50 por ciento". Y de 45 empleados cuando se inauguró hace dos años, hoy quedan 19.
La crisis económica no solo es por la violencia, sino por la ofensiva contra el narcotráfico y la economía ilegal.
"Estamos pagando las consecuencias de una economía ficticia basada en la coca", aseguró un comerciante también afectado en su bolsillo.
Opiniones
"Para conseguir la paz y el bienestar se necesitan más inversión y acompañamiento del Estado, no solo policías. Necesitamos reactivar la economía con proyectos para desplazados y reinsertados".
Jorge Iván Valencia Rivera
Alcalde de Caucasia
"La situación de orden público ha sido difícil, aunque hay mejoría este año con menos homicidios. Esperamos, con ayuda del Estado, construir una economía sólida y no pasajera ligada a lo ilegal".
Bobby Bedoya
Alcalde encargado de Tarazá
Tomado de:
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/los_golpes_al_bajo_cauca/los_golpes_al_bajo_cauca.asp?CodSeccion=9
El pasado miércoles la explosión de una granada en una casa de Caucasia atemorizó a los habitantes de este municipio, epicentro de la disputa entre bandas.
La imagen de grupos armados parecía olvidada, pero el pasado 5 de diciembre unos 30 hombres armados con fusiles irrumpieron en el corregimiento Cuturú de Caucasia. "Somos las Autodefensas Gaitanistas de Colombia", dijeron, mientras pintaban paredes con este nombre.
Los habitantes se encerraron, temerosos, en sus casas, mientras los sujetos preguntaron por personas que, según ellos, pertenecían a la banda de alias "Sebastián", pero no los encontraron.
Desde entonces, los habitantes de Cuturú viven con temor en medio de la disputa de las bandas criminales de alias "Mario" y "Sebastián". Se refugian temprano en sus hogares y algunas familias ya abandonaron la población. Unas por miedo, otras por amenazas y extorsiones.
"A mi familia le robaron ganado y la amenazaron para que no denunciara y se fuera así, sin nada", cuenta una señora.
En noviembre, esta comunidad de mineros y campesinos protagonizó un episodio inusual, al protestar contra un grupo de hombres de alias "Sebastián" por la desaparición de un joven.
Unos 300 habitantes, armados de machetes, les reclamaron por el desaparecido, pero la respuesta fue amenazas y tiros al aire. En vez de amilanarse, los pobladores desarmaron a uno de ellos y lo retuvieron para pedir la presencia del "comandante".
Los otros miembros de la banda se marcharon. La Policía se hizo presente, capturó al integrante de la banda. Luego, la comunidad pidió que registraran una finca.
La Policía no pudo actuar, pero los habitantes tomaron la ley por sus manos y marcharon hasta las fincas, donde según ellos, vivían los ilegales y había caletas con armas.
Cuando llegaron no había nadie, pero la Policía constató que la propiedad estaba acondicionada con camarotes para albergar decenas de personas.
A los pocos días, en una decisión que cayó mal, un juez dejó libre al presunto miembro de la banda. Decepcionados de la justicia, ahora los habitantes no quieren colaborar a pesar de las extorsiones, homicidios, desapariciones y amenazas de ambas bandas.
El joven desaparecido nunca volvió y, según los habitantes, los ilegales les dijeron que fue asesinado por pertenecer al otro bando. Ahora, en Cuturú, hay miedo y se pide la presencia de las autoridades.
En Caucasia y El Bagre, los municipios más afectados por la disputa de las bandas, el temor es permanente. La tranquilidad que alcanzaron a vivir por 10 días en enero se rompió la semana pasada. La noche del martes fue asesinado un mototaxista en Caucasia y en El Bagre fue muerto un joven de 17 años, señalado de integrar la banda de alias "Mario".
Al día siguiente, una granada explotó en una casa del barrio Centenario de Caucasia, alquilada por hombres desconocidos en el sector, y en la noche, sicarios atentaron contra otra persona.
El atentado con granada no dejó víctimas, pero sí miedo en la comunidad, dado que ocurrió en una zona residencial. Además, reveló la modalidad de arrendar viviendas por parte de las bandas "para mimetizarse entre la población y delinquir en el área urbana", según un investigador.
La racha de crímenes continuó el viernes, cuando mataron a dos hombres, de 27 y 20 años, en una finca en Caucasia. Según la Policía, pertenecían a la banda de alias "Sebastián".La respuesta de las autoridades fue un nuevo Escuadrón Móvil de Carabineros, que se suma a cientos de policías, investigadores judiciales y de inteligencia.
A pesar de los últimos hechos, la captura de más de 30 integrantes de las bandas de "Mario" y "Sebastián" en enero logró reducir las cifras de homicidios. Se registraron 12 muertes menos que en enero de 2007, en toda la región.
Economía en crisis
Pero la violencia desatada por guerra entre bandas criminales por las zonas de cultivos de coca, la economía y las rutas del tráfico de narcóticos, no solo deja víctimas. La economía del Bajo Cauca antioqueño está resentida y eso se refleja en el cierre de negocios, el desempleo y más pobreza.
Según los comerciantes, las ventas se redujeron desde el año pasado en un 50 por ciento. "Ahora vendo menos de la mitad que hace dos años, las tierras están improductivas, no volvieron turistas, no hay empresas y, para rematar, no hay inversión social", sostiene Juan Guillermo Restrepo, dueño de una veterinaria.
Hasta las grandes empresas reportan pérdidas, tanto económicas como de empleos. Según los administradores del supermercado Consumo, en Caucasia, "la gente se limita a comprar la canasta familiar y las ventas se redujeron en un 50 por ciento". Y de 45 empleados cuando se inauguró hace dos años, hoy quedan 19.
La crisis económica no solo es por la violencia, sino por la ofensiva contra el narcotráfico y la economía ilegal.
"Estamos pagando las consecuencias de una economía ficticia basada en la coca", aseguró un comerciante también afectado en su bolsillo.
Opiniones
"Para conseguir la paz y el bienestar se necesitan más inversión y acompañamiento del Estado, no solo policías. Necesitamos reactivar la economía con proyectos para desplazados y reinsertados".
Jorge Iván Valencia Rivera
Alcalde de Caucasia
"La situación de orden público ha sido difícil, aunque hay mejoría este año con menos homicidios. Esperamos, con ayuda del Estado, construir una economía sólida y no pasajera ligada a lo ilegal".
Bobby Bedoya
Alcalde encargado de Tarazá
Tomado de:
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/los_golpes_al_bajo_cauca/los_golpes_al_bajo_cauca.asp?CodSeccion=9
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