Pese a los esfuerzos, la universidad sigue siendo considerada como una isla, donde los integrantes de los estamentos actúan de espaldas a la realidad social, con prioridad a los intereses individuales o de grupo. Caricatura Internet.
El desarrollo económico y social de los pueblos y de las personas, tiene en la universidad un aliado de carácter estratégico. Pues la universidad, más allá del aprendizaje técnico, debe contribuir a la formación de actitudes proactivas sobre: democracia, justicia, solidaridad, progreso, libertad, ética y responsabilidad social.
La universidad debe asumir a conciencia su rol promotor del desarrollo. Mejorar las capacidades y promover actividades que permitan salir de la crisis a importantes sectores de la sociedad. Actualmente el sistema universitario no tiene aportes efectivos al desarrollo económico social, como generador del bienestar humano.
Según la investigación de ‘Ciudadanos al Día’ en base a datos del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto público asignado a las universidades nacionales creció 74% desde el año 2005. El año 2009 el presupuesto universitario será de 2,694 millones de soles.
La universidad Nacional Mayor de San Marcos, recibirá S/.301 millones; Universidad Nacional de Ingeniería, S/.225 millones y Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, S/.218 millones; que concentran el 27% del presupuesto. Igualmente, la Universidad Nacional Agraria de la Selva 25 millones; Daniel Alcides Carrión 75 millones; Hermilio Valdizán 41 millones; Ucayali 27 millones y Universidad de la Amazonía 77 millones. El 73% del presupuesto se destina a gasto corriente y un 27% a gasto de capital. El Estado financia 35 universidades nacionales.
El incremento presupuestario no logró elevar el nivel académico de la universidad peruana en este periodo. Son contadas las universidades públicas que ostentan un nivel aceptable en lo académico y administrativo. Competir con las universidades privadas que crecen como hongos, aunque sin garantizar la mayoría de ellas la calidad profesional de los egresados; es aún una meta insatisfecha.
El ranking de las mejores universidades generó gran polémica, entre los que están y no están. La Universidad Nacional Agraria de la Selva lidera el grupo de universidades amazónicas. Gráfico CAD.
Una de las responsables de esta realidad es la corrupción que en las universidades, igual que en otros sectores, es ya un mal endémico, en el objetivo de control y usufructo de las mismas. La ideología política y la ‘causa partidaria’, se han convertido en un medio de impulso y defensa de la disfuncionalidad universitaria. Los actores buscan por todos los medios convalidar lo de ‘el fin justifica los medios’. Un conjunto de universidades públicas y privadas son un referente del comportamiento indecoroso de autoridades, docentes y no docentes, en sentido inverso a la transparencia e innovación de la educación superior.
Un funcionario, trabajador o estudiante universitario actúa irregularmente, cuando: Contraviene con sus actos su responsabilidad hacia un sistema de orden público o cívico. Vulnera reglas contra el ejercicio de influencias indebidas. Hace uso ilegal de su autoridad o cargo. Considera a su puesto como si fuera un negocio. Favorece a quienes les conceden prebendas (extorsión, chantaje sexual, etc.) Permite que en la toma de decisiones primen consideraciones contrarias a la ética y la moral.
El efecto directo de la corrupción en el sistema universitario, es la decadencia del nivel académico, con la pérdida de valores y deterioro de imagen. Foto Internet.
La corrupción en la universidad tienen un efecto debilitador de la motivación de los jóvenes a estudiar y trabajar fuerte, a la vez que les enseña que existen modos más fáciles de lograr el éxito: la juventud llega a creer que el plagiar y el sobornar es una forma aceptable de avanzar en sus carreras. Los docentes y trabajadores exigen cada vez más privilegios, pero hacen poco para revertir la crisis y la anarquía en el sistema.
Para superar los déficits en la universidad, se debe: Elevar la productividad con la valoración y el incentivo justo. Lograr la satisfacción y la creatividad académica en todos los estamentos, concentrándose en las áreas: Administrativo-estructural, flujos de operaciones y recursos humanos; según especialistas.
EL diario ‘El País’ de España, analizó la situación de los educadores universitarios y concluyó que quizás el problema esté en que “profesores del siglo XX intentan educar a jóvenes del siglo XXI en unas universidades del siglo XIX”. Sin duda, un desfase temporal demasiado grande que reúne, en el mismo espacio, realidades muy distintas y difíciles de combinar en el presente.
La esencia que no debe perder la educación superior es lograr con las herramientas y los métodos adecuados, que los que se educan estén convencidos que lo que aprenden es importante para su vida y no un mero conjunto de saberes inconexos e inservibles a efectos prácticos.
El docente universitario se enfrenta ahora a estudiantes menos obedientes que los de generaciones anteriores, pero con mayores conocimientos en ciertos campos y con menos tabúes sobre cuestiones ‘delicadas’ para padres e instructores. La figura del profesor se vuelve fundamental en esta etapa, a pesar de que Internet y la facilidad con la que se puede acceder a la información, lo hayan despojado de la exclusividad como transmisor del conocimiento.
Universidades como Federico Villarreal, San Luis Gonzaga, Faustino Sánchez Carrión, Hermilio Valdizán, Agraria de la Selva, entre otras, que fueron incluso intervenidas por malos manejos y presunta corrupción quedan como casos menores (no por ello reprobables) frente a las graves irregularidades denunciadas e investigadas en las dos universidades los Ángeles de Chimbote (ULA y ULADECH) y en Alas Peruanas, en las que el poder judicial tuvo una actuación cuestionable en la defensa de la legalidad, para fungir como fiadora de la descomposición administrativa y académica.
Las denuncias e investigaciones a la Universidad Alas Peruanas permitirán establecer que algunas universidades tienen su propio lobby parlamentario y que entre sus directivos se cuentan a congresistas, magistrados, políticos y funcionarios del estado.
Es gracias a una sentencia judicial ilegítima que la UAP ha abierto hasta la fecha 26 filiales a nivel nacional y unas 9 unidades académicas descentralizadas, pese a que la Ley Universitaria lo prohíbe expresa y estrictamente. La sentencia, fue emitida en el 2000, según da cuenta el diario La República.
Alas Peruanas tiene a nivel nacional 200 procesos judiciales. Su rector Fidel Ramírez Prado registra un total de 47 procesos, tres de estos procesos son en materia penal y se ven en la Corte de Lima. En la Fiscalía, Ramírez tiene nueve investigaciones en giro por falsedad, estafa y contra el orden económico. La UAP intenta negar los actos de corrupción denunciados y amenaza con procesos legales a los que les ‘difamaron’.
La Asamblea Nacional de Rectores y la Comisión Nacional para el Funcionamiento de las Universidades, tienen gran responsabilidad en el demérito de las universidades, porque debilitaron y desprestigiaron la educación universitaria. Al extremo que hay otras 24 universidades con autorización de funcionamiento provisional, en el país.
Otro caso que mereció censura, fue el protagonizado al seno de la Universidad Nacional Agraria de la Selva. Según autos y vistos del expediente 268-2008, el docente Raúl Maguiña Flores fue denunciado ante la fiscalía provincial de Leoncio Prado por el presunto delito de cohecho en agravio de los estudiantes Carina Carrasco Mena, Rocío del Pilar Pérez Castillo y Max Antonio Álvarez Melo.
La noche del 07 de octubre de 2008 se montó un operativo en la casa del referido docente donde éste debía recibir de la alumna Carina Carrasco la suma de 250 soles para aprobarles un curso, que en el semestre lectivo y en el examen de subsanación desaprobaron.
La alumna cumplió con la entrega del dinero de acuerdo a lo pactado en una conversación telefónica. La fiscal adjunta Elia Garay Bacilio con apoyo de la policía allanó el domicilio de Maguiña Flores, encontrando los billetes que previamente fueron fotocopiados, se levantó un acta donde Maguiña reconocía la procedencia del dinero y justificó la ilegal extorsión. “Como la tentación es a veces mas fuerte, acepté el ofrecimiento de dinero de la alumna Carina Carrasco, con la finalidad de aprobarle el curso a ella y al de sus compañeros…”, dijo entonces.
Maguiña Flores estuvo recluido en la carceleta de Tingo María por un tiempo y fue separado como docente de la UNAS, pero por un fallo irregular del poder judicial en torno a una medida cautelar, que dictaminó sobre un proceso interno de la universidad, sin que el proceso principal por el delito de cohecho terminara, fue restituido como docente. La universidad apeló y el fallo fue revocado.
Durante el proceso la actuación del poder judicial fue sesgada, no solo dilató la sentencia, sino que vulneró el carácter confidencial de la principal prueba (CD de audio), para luego en un acto punitivo hacerla desaparecer.
A pesar de los vicios y experiencias negativas: “La educación superior es el principal mecanismo de movilidad social en nuestros tiempos. Sin embargo, en el Perú solo 5% de los jóvenes de familias pobres alcanza algún nivel de educación superior, técnica o universitaria. Debido a eso persiste una significativa transmisión intergeneracional de pobreza. Por ello, resulta urgente expandir el acceso a la educación superior de los sectores de menores recursos.”, en opinión de Gustavo Yamada.
En la sociedad global del conocimiento, la universidad debe hacer frente a retos decisivos como consecuencia del compromiso que tiene con la sociedad; un compromiso que conlleva a que la institución académica deba asumir el rol de agente socioeconómico. Es decir, núcleo del desarrollo integral de las personas y de los pueblos.
El desarrollo económico y social de los pueblos y de las personas, tiene en la universidad un aliado de carácter estratégico. Pues la universidad, más allá del aprendizaje técnico, debe contribuir a la formación de actitudes proactivas sobre: democracia, justicia, solidaridad, progreso, libertad, ética y responsabilidad social.
La universidad debe asumir a conciencia su rol promotor del desarrollo. Mejorar las capacidades y promover actividades que permitan salir de la crisis a importantes sectores de la sociedad. Actualmente el sistema universitario no tiene aportes efectivos al desarrollo económico social, como generador del bienestar humano.
Según la investigación de ‘Ciudadanos al Día’ en base a datos del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto público asignado a las universidades nacionales creció 74% desde el año 2005. El año 2009 el presupuesto universitario será de 2,694 millones de soles.
La universidad Nacional Mayor de San Marcos, recibirá S/.301 millones; Universidad Nacional de Ingeniería, S/.225 millones y Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, S/.218 millones; que concentran el 27% del presupuesto. Igualmente, la Universidad Nacional Agraria de la Selva 25 millones; Daniel Alcides Carrión 75 millones; Hermilio Valdizán 41 millones; Ucayali 27 millones y Universidad de la Amazonía 77 millones. El 73% del presupuesto se destina a gasto corriente y un 27% a gasto de capital. El Estado financia 35 universidades nacionales.
El incremento presupuestario no logró elevar el nivel académico de la universidad peruana en este periodo. Son contadas las universidades públicas que ostentan un nivel aceptable en lo académico y administrativo. Competir con las universidades privadas que crecen como hongos, aunque sin garantizar la mayoría de ellas la calidad profesional de los egresados; es aún una meta insatisfecha.
El ranking de las mejores universidades generó gran polémica, entre los que están y no están. La Universidad Nacional Agraria de la Selva lidera el grupo de universidades amazónicas. Gráfico CAD.
Una de las responsables de esta realidad es la corrupción que en las universidades, igual que en otros sectores, es ya un mal endémico, en el objetivo de control y usufructo de las mismas. La ideología política y la ‘causa partidaria’, se han convertido en un medio de impulso y defensa de la disfuncionalidad universitaria. Los actores buscan por todos los medios convalidar lo de ‘el fin justifica los medios’. Un conjunto de universidades públicas y privadas son un referente del comportamiento indecoroso de autoridades, docentes y no docentes, en sentido inverso a la transparencia e innovación de la educación superior.
Un funcionario, trabajador o estudiante universitario actúa irregularmente, cuando: Contraviene con sus actos su responsabilidad hacia un sistema de orden público o cívico. Vulnera reglas contra el ejercicio de influencias indebidas. Hace uso ilegal de su autoridad o cargo. Considera a su puesto como si fuera un negocio. Favorece a quienes les conceden prebendas (extorsión, chantaje sexual, etc.) Permite que en la toma de decisiones primen consideraciones contrarias a la ética y la moral.
El efecto directo de la corrupción en el sistema universitario, es la decadencia del nivel académico, con la pérdida de valores y deterioro de imagen. Foto Internet.
La corrupción en la universidad tienen un efecto debilitador de la motivación de los jóvenes a estudiar y trabajar fuerte, a la vez que les enseña que existen modos más fáciles de lograr el éxito: la juventud llega a creer que el plagiar y el sobornar es una forma aceptable de avanzar en sus carreras. Los docentes y trabajadores exigen cada vez más privilegios, pero hacen poco para revertir la crisis y la anarquía en el sistema.
Para superar los déficits en la universidad, se debe: Elevar la productividad con la valoración y el incentivo justo. Lograr la satisfacción y la creatividad académica en todos los estamentos, concentrándose en las áreas: Administrativo-estructural, flujos de operaciones y recursos humanos; según especialistas.
EL diario ‘El País’ de España, analizó la situación de los educadores universitarios y concluyó que quizás el problema esté en que “profesores del siglo XX intentan educar a jóvenes del siglo XXI en unas universidades del siglo XIX”. Sin duda, un desfase temporal demasiado grande que reúne, en el mismo espacio, realidades muy distintas y difíciles de combinar en el presente.
La esencia que no debe perder la educación superior es lograr con las herramientas y los métodos adecuados, que los que se educan estén convencidos que lo que aprenden es importante para su vida y no un mero conjunto de saberes inconexos e inservibles a efectos prácticos.
El docente universitario se enfrenta ahora a estudiantes menos obedientes que los de generaciones anteriores, pero con mayores conocimientos en ciertos campos y con menos tabúes sobre cuestiones ‘delicadas’ para padres e instructores. La figura del profesor se vuelve fundamental en esta etapa, a pesar de que Internet y la facilidad con la que se puede acceder a la información, lo hayan despojado de la exclusividad como transmisor del conocimiento.
Universidades como Federico Villarreal, San Luis Gonzaga, Faustino Sánchez Carrión, Hermilio Valdizán, Agraria de la Selva, entre otras, que fueron incluso intervenidas por malos manejos y presunta corrupción quedan como casos menores (no por ello reprobables) frente a las graves irregularidades denunciadas e investigadas en las dos universidades los Ángeles de Chimbote (ULA y ULADECH) y en Alas Peruanas, en las que el poder judicial tuvo una actuación cuestionable en la defensa de la legalidad, para fungir como fiadora de la descomposición administrativa y académica.
Las denuncias e investigaciones a la Universidad Alas Peruanas permitirán establecer que algunas universidades tienen su propio lobby parlamentario y que entre sus directivos se cuentan a congresistas, magistrados, políticos y funcionarios del estado.
Es gracias a una sentencia judicial ilegítima que la UAP ha abierto hasta la fecha 26 filiales a nivel nacional y unas 9 unidades académicas descentralizadas, pese a que la Ley Universitaria lo prohíbe expresa y estrictamente. La sentencia, fue emitida en el 2000, según da cuenta el diario La República.
Alas Peruanas tiene a nivel nacional 200 procesos judiciales. Su rector Fidel Ramírez Prado registra un total de 47 procesos, tres de estos procesos son en materia penal y se ven en la Corte de Lima. En la Fiscalía, Ramírez tiene nueve investigaciones en giro por falsedad, estafa y contra el orden económico. La UAP intenta negar los actos de corrupción denunciados y amenaza con procesos legales a los que les ‘difamaron’.
La Asamblea Nacional de Rectores y la Comisión Nacional para el Funcionamiento de las Universidades, tienen gran responsabilidad en el demérito de las universidades, porque debilitaron y desprestigiaron la educación universitaria. Al extremo que hay otras 24 universidades con autorización de funcionamiento provisional, en el país.
Otro caso que mereció censura, fue el protagonizado al seno de la Universidad Nacional Agraria de la Selva. Según autos y vistos del expediente 268-2008, el docente Raúl Maguiña Flores fue denunciado ante la fiscalía provincial de Leoncio Prado por el presunto delito de cohecho en agravio de los estudiantes Carina Carrasco Mena, Rocío del Pilar Pérez Castillo y Max Antonio Álvarez Melo.
La noche del 07 de octubre de 2008 se montó un operativo en la casa del referido docente donde éste debía recibir de la alumna Carina Carrasco la suma de 250 soles para aprobarles un curso, que en el semestre lectivo y en el examen de subsanación desaprobaron.
La alumna cumplió con la entrega del dinero de acuerdo a lo pactado en una conversación telefónica. La fiscal adjunta Elia Garay Bacilio con apoyo de la policía allanó el domicilio de Maguiña Flores, encontrando los billetes que previamente fueron fotocopiados, se levantó un acta donde Maguiña reconocía la procedencia del dinero y justificó la ilegal extorsión. “Como la tentación es a veces mas fuerte, acepté el ofrecimiento de dinero de la alumna Carina Carrasco, con la finalidad de aprobarle el curso a ella y al de sus compañeros…”, dijo entonces.
Maguiña Flores estuvo recluido en la carceleta de Tingo María por un tiempo y fue separado como docente de la UNAS, pero por un fallo irregular del poder judicial en torno a una medida cautelar, que dictaminó sobre un proceso interno de la universidad, sin que el proceso principal por el delito de cohecho terminara, fue restituido como docente. La universidad apeló y el fallo fue revocado.
Durante el proceso la actuación del poder judicial fue sesgada, no solo dilató la sentencia, sino que vulneró el carácter confidencial de la principal prueba (CD de audio), para luego en un acto punitivo hacerla desaparecer.
A pesar de los vicios y experiencias negativas: “La educación superior es el principal mecanismo de movilidad social en nuestros tiempos. Sin embargo, en el Perú solo 5% de los jóvenes de familias pobres alcanza algún nivel de educación superior, técnica o universitaria. Debido a eso persiste una significativa transmisión intergeneracional de pobreza. Por ello, resulta urgente expandir el acceso a la educación superior de los sectores de menores recursos.”, en opinión de Gustavo Yamada.
En la sociedad global del conocimiento, la universidad debe hacer frente a retos decisivos como consecuencia del compromiso que tiene con la sociedad; un compromiso que conlleva a que la institución académica deba asumir el rol de agente socioeconómico. Es decir, núcleo del desarrollo integral de las personas y de los pueblos.
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