Bloqueo de carretera Fernando Belaunde, con camiones, que aisló a Aucayau y Tocache y estuvo a punto de desencadenar enfrentamientos con la fuerza pública. Foto Radio Amistad.
Para los ‘neoanalistas’ y voceros de la lucha antidrogas, la huelga indefinida de Aucayacu con escaramuzas violentistas y bloqueo de carreteras que paralizaron a un sector del Alto Huallaga, terminó una vez más sin pena ni gloria. Sin embargo, esta nueva medida de fuerza por sus características puso al descubierto una serie de aspectos controvertidos que podría complicar la inestable situación social y la endeble economía del Alto Huallaga.
La huelga iniciada el 2 de julio en rechazo a la continuidad de la erradicación compulsiva de los cocales en José Crespo Castillo y varios sectores de Cholón y Yanajanca, no fue contundente los primeros días, lo que llevó al regodeo de los analistas rentados y periodistas anticoca por el presunto ‘fracaso’ de la huelga indefinida, por que, según ellos, los dirigentes eran ilegítimos o habían sido desautorizados por sus bases como supuestos políticos oportunistas, es mas, decían que actuaban como tontos útiles y títeres de Hugo Chávez y Evo Morales, cuando no de Ollanta Humala, para defender la coca del narcotráfico.
Para los pintorescos funcionarios públicos Aníbal Huerta y John Romero, la huelga no tenía razón de ser, por que, para el primero, los cocaleros incumplieron el compromiso de no incrementar los cultivos de coca mientras la mesa técnica estuviera vigente, esta misma apreciación que era una media verdad fue repetida insistentemente por Eduardo Ticeran, mientras que para Romero Lloclla las innumerables obras de gran impacto por las fuertes inversiones del gobierno aprista en Aucayacu habían resuelto los innumerables problemas que sustentaban las huelgas y paros en años anteriores.
La tensión en Auacayacu alcanzó niveles dramáticos, “No quiero imaginarme lo que podría haber sucedido si alguien lanzaba una piedra” sostuvo el periodista Bladimir Angulo. Foto Radio Amistad.
El regidor de Aucayacu Manuel Rosales fue una de las autoridades que se sumó al coro descalificador de la protesta, lo que condujo al apedreo del local municipal resultando con heridas leves una trabajadora.
La absurda postura confrontacional de autoridades, funcionarios y un grupo numeroso de periodistas exacerbó los ánimos hasta catapultar el rencor contenido de los campesinos y sus dirigentes quienes días después lograron aislar completamente a Aucayacu, Tocache y otros pueblos con el bloqueo de la carretera Fernando Belaunde utilizando pesados camiones de carga, piedras y troncos. La sangre no llegó al río pero la acción golpeó en el plexo a los funcionarios insensibles que preocupados y temiendo lo peor como un nuevo ‘baguazo’ se apresuraron en mostrar bandera blanca concediendo el reclamado diálogo.
Las movilizaciones y escaramuzas en Tingo María dejaron 21 retenidos y algunos contusos, que llevó nuevamente a los ‘valientes’ anticampesinos a mostrar sus negras fauces de desprecio por los débiles y de defensa de la penosa genuflexión al poder político y económico. La sicosis de la huelga caló profundo, como nunca antes, casi todos hablaban de paros y acciones violentas que frustraron una serie de actividades en 8 días.
El temor volvió y vuelve a apoderarse de un gran sector de la población como en los años de la dictadura civil-militar del fujimontesinismo y ello no se resuelve sacando a los militares armas en ristre a las calles bajo el falso y aprensivo criterio de poner orden con mano dura, como lo hizo el reo en cárcel Kenya Fujimori o inventando fantasmas que oculten la incapacidad, el descrédito, el autoritarismo y la inmoralidad.
El presidente regional Jorge Espinoza integrante de la mesa de dialogo y garante del plan salvador cocalero –inconcluso- prefirió viajar a Pucallpa en pos de un objetivo integrador macro regional –según el vicepresidente Luis Picon- y desentenderse del problema de los cocaleros, a quienes comprometió la defensa y respaldo del cultivo de la coca tal como lo hizo don Alan García durante la campaña electoral. Todo indica que Jorge Espinoza se sintió ofendido por los enjuiciamientos de los huelguistas que lo acusaron de haber dejado de lado la mesa técnica. En realidad esta actitud la usa con todos aquellos que lo critican u osan emplazarlo por el incumplimiento de obligaciones elementales y promesas electoreras puestas en saco roto.
La reunión donde lo dirigentes cocaleros decidieron suspender la huelga indefinida, fue calificada de fructífera por los voceros del gobierno nacional, pero en la práctica solo garantizaba la puesta en libertad de los 21 huelguistas –con orden de comparecencia- y la posible suspensión de la erradicación violenta, que dependía de la decisión del Ministerio del Interior-Corah. La suspensión no se produjo y un sector de cocaleros pedía las cabezas de los dirigentes Rosa Obregón y Miguel Martínez entre otros, por supuestamente haber tomado acuerdos a espaldas de las masas y que para el colmo se incumplieron por parte del gobierno.
Rosa Obregón acusa a autoridades, funcionarios y comunicadores de no decir la verdad sobre la problemática cocalera y del Alto Huallaga, de actuar sesgadamente en función a intereses subalternos. Esta dispuesta a apoyar el eventual reinicio de la huelga. Foto Internet
En declaraciones a medios, Rosa Obregón la implacable dirigente crítica de la erradicación gradual y concertada, aceptó la viabilidad de esta opción para reducir los cultivos de coca que en los últimos años se incrementó en el Alto Huallaga. Conocer este cambio radical de posición, llevó a recordar que Diodora Espinoza fue asesinada por presuntos elementos de Sendero Luminoso precisamente por defender esa alternativa como válida en el proceso de legalización del cultivo de la coca. Espinoza Vara fue calificada exagerada y subalternamente como traidora al movimiento cocalero junto a las dirigentes Elsa Malpartida y Nancy Obregón que formaron parte de la comitiva que se reunió con el ex presidente Alejandro Toledo con ocasión de la promulgación del DS 044-2004-PCM, al encontrarse en Lima junto a centenares de cocaleros luego de la marcha de sacrificio en protesta por la erradicación compulsiva de los cultivos de coca. Como recordamos todos ellos habían sido apaleados y subidos a los camiones como carneros, un día antes, por orden del ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi.
Obregón en declaraciones al programa ‘Hora Siete’ de Radio Amistad de Aucayacu, responsabilizó a las autoridades y a un sector de la prensa por el posible reinicio de la huelga cocalera –por no decir la verdad sobre el conflicto- y que ello se decidiría en una reunión el lunes 13 en el caserío Caimito. Miguel Martínez quien se encontraba en la ciudad de Huánuco refirió al indicado medio que buscaba una reunión con el presidente regional Espinoza Egoavil para conformar una comisión de ancha base y entrevistarse con el nuevo presidente de la PCM Javier Velazquez, quien en su primer encuentro con la prensa dijo que no dialogará con los que alteren el orden o planteen problemas inconstitucionales y al margen de la ley, que según los entendidos es el caso de la coca producida para la cocaína.
El dirigente cocalero de Yanajanca Ing. Miguel Martínez Rivera también fue entrevistado en el programa ‘Doble Impacto’ de los periodistas Luis Velásquez Tagle y José Calero de canal 19 en la ciudad de Huánuco, donde dijo que “habían cometido un error –la dirigencia- al dar fe al compromiso asumido por el jefe del Frente Policial Huallaga General Luis Valencia, el gobernador Isaac Tello y el Comisionado para la Paz Víctor Ramírez”, respecto a la suspensión de la erradicación de los cultivos de coca.
Para nadie es un secreto que la situación en Aucayacu se tornó explosiva por el amago de enfrentamientos entre cocaleros y policías en Nuevo Copal donde podrían haber sucedido situaciones graves. Hay que ponerse en la piel de los dirigentes para comprender y entender sus decisiones. Evitemos adjetivos peyorativos y descalificadores propio de funcionarios apristas colocados a dedo, sin más méritos que su oportunismo y del personal rentado del plan anticoca USA que como es obvio solo justifican la remuneración. El objetivo común debe ser no forzar nuevas acciones de protesta y violencia. Tener presente que los que intentaron desacreditar la huelga indefinida aucayaquina al inicio, tuvieron que morderse la lengua y tragarse sus palabras cuando esta cobró inusitada fuerza.
Una consecuencia inmediata de la huelga cocalera es que el gobernador Isaac Tello sufrió la agresión del serrucho García-Huerta, al ser cambiado abruptamente por un aprista que resultó ser amiguísimo del congresista Aníbal Huerta. Melchor Jara no tuvo gestión relevante como gobernador durante casi dos años y fue duramente cuestionado por su actuación en supuesto apoyo al candidato Oscar Chacón al frente del comité electoral para las elecciones internas del APRA en el departamento de Huánuco. El nombramiento de Jara Chávez habría violentado los requisitos para la designación de un gobernador por segunda vez.
Eduardo Ticeran vaticinó el fracaso de huelga y con el pie en alto las emprendió contra los cocaleros de Auacayacu y Yanajanca, algunos creen ver en su actitud algo más que cercanía con el poder político de turno. Foto Internet.
El gran perdedor de la huelga indefinida –suspendida y a punto de reiniciarse- parece ser Eduardo Ticeran el dirigente de la Cenacop por sus destempladas declaraciones en contra de los cocaleros de Aucayacu y Yanajanca y el show mediático protagonizado en plena huelga cocalera que lo llevó a ser calificado como el ‘Sheriff’ del Monzón, capaz de expulsar a los ‘relajados’ y ‘reventar’ las pozas de cocaína con la detención de narcos. Es creciente el sentimiento contrario a su liderazgo y las acusaciones de ser el ‘compañero’ que habría negociado beneficios con el gobierno alanista se incrementan, por lo que haría bien Ticeran Salazar en deslindarlas categóricamente, para que no queden dudas sobre sus reales intenciones y afecten su solvencia personal o de líder de una de las cuencas de mayor producción de hojas de coca y drogas según el discutido informe SIMCI-ONUDD.
Esta vez por la mediación de la Defensoría del Pueblo y del jefe del Frente Policial Huallaga, las cosas no llegaron a más, pero que no nos dejemos ganar por la soberbia, actuemos con cautela y firmeza cuando los casos así lo requieran Los rumores a manera de mensaje que vienen del campo a la ciudad respecto de la estabilidad social y creciente pobreza, son realmente preocupantes. Estamos avisados, y que las posibles acciones violentistas futuras no nos coja desprevenidos y menos entretenidos en shows mediáticos televisivos que solo buscan a cambio de un puñado de efectivo, lavarles la cara a funcionarios ineptos o que intentan mejorar la imagen del estropeado desarrollo alternativo. ‘Selva perdedora’ y ‘Nadita de desarrollo sostenible’ es la realidad que debe alarmarnos, lo demás es producto de la imaginación de cuentistas al margen de una realidad que sigue siendo muy complicada.
Para los ‘neoanalistas’ y voceros de la lucha antidrogas, la huelga indefinida de Aucayacu con escaramuzas violentistas y bloqueo de carreteras que paralizaron a un sector del Alto Huallaga, terminó una vez más sin pena ni gloria. Sin embargo, esta nueva medida de fuerza por sus características puso al descubierto una serie de aspectos controvertidos que podría complicar la inestable situación social y la endeble economía del Alto Huallaga.
La huelga iniciada el 2 de julio en rechazo a la continuidad de la erradicación compulsiva de los cocales en José Crespo Castillo y varios sectores de Cholón y Yanajanca, no fue contundente los primeros días, lo que llevó al regodeo de los analistas rentados y periodistas anticoca por el presunto ‘fracaso’ de la huelga indefinida, por que, según ellos, los dirigentes eran ilegítimos o habían sido desautorizados por sus bases como supuestos políticos oportunistas, es mas, decían que actuaban como tontos útiles y títeres de Hugo Chávez y Evo Morales, cuando no de Ollanta Humala, para defender la coca del narcotráfico.
Para los pintorescos funcionarios públicos Aníbal Huerta y John Romero, la huelga no tenía razón de ser, por que, para el primero, los cocaleros incumplieron el compromiso de no incrementar los cultivos de coca mientras la mesa técnica estuviera vigente, esta misma apreciación que era una media verdad fue repetida insistentemente por Eduardo Ticeran, mientras que para Romero Lloclla las innumerables obras de gran impacto por las fuertes inversiones del gobierno aprista en Aucayacu habían resuelto los innumerables problemas que sustentaban las huelgas y paros en años anteriores.
La tensión en Auacayacu alcanzó niveles dramáticos, “No quiero imaginarme lo que podría haber sucedido si alguien lanzaba una piedra” sostuvo el periodista Bladimir Angulo. Foto Radio Amistad.
El regidor de Aucayacu Manuel Rosales fue una de las autoridades que se sumó al coro descalificador de la protesta, lo que condujo al apedreo del local municipal resultando con heridas leves una trabajadora.
La absurda postura confrontacional de autoridades, funcionarios y un grupo numeroso de periodistas exacerbó los ánimos hasta catapultar el rencor contenido de los campesinos y sus dirigentes quienes días después lograron aislar completamente a Aucayacu, Tocache y otros pueblos con el bloqueo de la carretera Fernando Belaunde utilizando pesados camiones de carga, piedras y troncos. La sangre no llegó al río pero la acción golpeó en el plexo a los funcionarios insensibles que preocupados y temiendo lo peor como un nuevo ‘baguazo’ se apresuraron en mostrar bandera blanca concediendo el reclamado diálogo.
Las movilizaciones y escaramuzas en Tingo María dejaron 21 retenidos y algunos contusos, que llevó nuevamente a los ‘valientes’ anticampesinos a mostrar sus negras fauces de desprecio por los débiles y de defensa de la penosa genuflexión al poder político y económico. La sicosis de la huelga caló profundo, como nunca antes, casi todos hablaban de paros y acciones violentas que frustraron una serie de actividades en 8 días.
El temor volvió y vuelve a apoderarse de un gran sector de la población como en los años de la dictadura civil-militar del fujimontesinismo y ello no se resuelve sacando a los militares armas en ristre a las calles bajo el falso y aprensivo criterio de poner orden con mano dura, como lo hizo el reo en cárcel Kenya Fujimori o inventando fantasmas que oculten la incapacidad, el descrédito, el autoritarismo y la inmoralidad.
El presidente regional Jorge Espinoza integrante de la mesa de dialogo y garante del plan salvador cocalero –inconcluso- prefirió viajar a Pucallpa en pos de un objetivo integrador macro regional –según el vicepresidente Luis Picon- y desentenderse del problema de los cocaleros, a quienes comprometió la defensa y respaldo del cultivo de la coca tal como lo hizo don Alan García durante la campaña electoral. Todo indica que Jorge Espinoza se sintió ofendido por los enjuiciamientos de los huelguistas que lo acusaron de haber dejado de lado la mesa técnica. En realidad esta actitud la usa con todos aquellos que lo critican u osan emplazarlo por el incumplimiento de obligaciones elementales y promesas electoreras puestas en saco roto.
La reunión donde lo dirigentes cocaleros decidieron suspender la huelga indefinida, fue calificada de fructífera por los voceros del gobierno nacional, pero en la práctica solo garantizaba la puesta en libertad de los 21 huelguistas –con orden de comparecencia- y la posible suspensión de la erradicación violenta, que dependía de la decisión del Ministerio del Interior-Corah. La suspensión no se produjo y un sector de cocaleros pedía las cabezas de los dirigentes Rosa Obregón y Miguel Martínez entre otros, por supuestamente haber tomado acuerdos a espaldas de las masas y que para el colmo se incumplieron por parte del gobierno.
Rosa Obregón acusa a autoridades, funcionarios y comunicadores de no decir la verdad sobre la problemática cocalera y del Alto Huallaga, de actuar sesgadamente en función a intereses subalternos. Esta dispuesta a apoyar el eventual reinicio de la huelga. Foto Internet
En declaraciones a medios, Rosa Obregón la implacable dirigente crítica de la erradicación gradual y concertada, aceptó la viabilidad de esta opción para reducir los cultivos de coca que en los últimos años se incrementó en el Alto Huallaga. Conocer este cambio radical de posición, llevó a recordar que Diodora Espinoza fue asesinada por presuntos elementos de Sendero Luminoso precisamente por defender esa alternativa como válida en el proceso de legalización del cultivo de la coca. Espinoza Vara fue calificada exagerada y subalternamente como traidora al movimiento cocalero junto a las dirigentes Elsa Malpartida y Nancy Obregón que formaron parte de la comitiva que se reunió con el ex presidente Alejandro Toledo con ocasión de la promulgación del DS 044-2004-PCM, al encontrarse en Lima junto a centenares de cocaleros luego de la marcha de sacrificio en protesta por la erradicación compulsiva de los cultivos de coca. Como recordamos todos ellos habían sido apaleados y subidos a los camiones como carneros, un día antes, por orden del ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi.
Obregón en declaraciones al programa ‘Hora Siete’ de Radio Amistad de Aucayacu, responsabilizó a las autoridades y a un sector de la prensa por el posible reinicio de la huelga cocalera –por no decir la verdad sobre el conflicto- y que ello se decidiría en una reunión el lunes 13 en el caserío Caimito. Miguel Martínez quien se encontraba en la ciudad de Huánuco refirió al indicado medio que buscaba una reunión con el presidente regional Espinoza Egoavil para conformar una comisión de ancha base y entrevistarse con el nuevo presidente de la PCM Javier Velazquez, quien en su primer encuentro con la prensa dijo que no dialogará con los que alteren el orden o planteen problemas inconstitucionales y al margen de la ley, que según los entendidos es el caso de la coca producida para la cocaína.
El dirigente cocalero de Yanajanca Ing. Miguel Martínez Rivera también fue entrevistado en el programa ‘Doble Impacto’ de los periodistas Luis Velásquez Tagle y José Calero de canal 19 en la ciudad de Huánuco, donde dijo que “habían cometido un error –la dirigencia- al dar fe al compromiso asumido por el jefe del Frente Policial Huallaga General Luis Valencia, el gobernador Isaac Tello y el Comisionado para la Paz Víctor Ramírez”, respecto a la suspensión de la erradicación de los cultivos de coca.
Para nadie es un secreto que la situación en Aucayacu se tornó explosiva por el amago de enfrentamientos entre cocaleros y policías en Nuevo Copal donde podrían haber sucedido situaciones graves. Hay que ponerse en la piel de los dirigentes para comprender y entender sus decisiones. Evitemos adjetivos peyorativos y descalificadores propio de funcionarios apristas colocados a dedo, sin más méritos que su oportunismo y del personal rentado del plan anticoca USA que como es obvio solo justifican la remuneración. El objetivo común debe ser no forzar nuevas acciones de protesta y violencia. Tener presente que los que intentaron desacreditar la huelga indefinida aucayaquina al inicio, tuvieron que morderse la lengua y tragarse sus palabras cuando esta cobró inusitada fuerza.
Una consecuencia inmediata de la huelga cocalera es que el gobernador Isaac Tello sufrió la agresión del serrucho García-Huerta, al ser cambiado abruptamente por un aprista que resultó ser amiguísimo del congresista Aníbal Huerta. Melchor Jara no tuvo gestión relevante como gobernador durante casi dos años y fue duramente cuestionado por su actuación en supuesto apoyo al candidato Oscar Chacón al frente del comité electoral para las elecciones internas del APRA en el departamento de Huánuco. El nombramiento de Jara Chávez habría violentado los requisitos para la designación de un gobernador por segunda vez.
Eduardo Ticeran vaticinó el fracaso de huelga y con el pie en alto las emprendió contra los cocaleros de Auacayacu y Yanajanca, algunos creen ver en su actitud algo más que cercanía con el poder político de turno. Foto Internet.
El gran perdedor de la huelga indefinida –suspendida y a punto de reiniciarse- parece ser Eduardo Ticeran el dirigente de la Cenacop por sus destempladas declaraciones en contra de los cocaleros de Aucayacu y Yanajanca y el show mediático protagonizado en plena huelga cocalera que lo llevó a ser calificado como el ‘Sheriff’ del Monzón, capaz de expulsar a los ‘relajados’ y ‘reventar’ las pozas de cocaína con la detención de narcos. Es creciente el sentimiento contrario a su liderazgo y las acusaciones de ser el ‘compañero’ que habría negociado beneficios con el gobierno alanista se incrementan, por lo que haría bien Ticeran Salazar en deslindarlas categóricamente, para que no queden dudas sobre sus reales intenciones y afecten su solvencia personal o de líder de una de las cuencas de mayor producción de hojas de coca y drogas según el discutido informe SIMCI-ONUDD.
Esta vez por la mediación de la Defensoría del Pueblo y del jefe del Frente Policial Huallaga, las cosas no llegaron a más, pero que no nos dejemos ganar por la soberbia, actuemos con cautela y firmeza cuando los casos así lo requieran Los rumores a manera de mensaje que vienen del campo a la ciudad respecto de la estabilidad social y creciente pobreza, son realmente preocupantes. Estamos avisados, y que las posibles acciones violentistas futuras no nos coja desprevenidos y menos entretenidos en shows mediáticos televisivos que solo buscan a cambio de un puñado de efectivo, lavarles la cara a funcionarios ineptos o que intentan mejorar la imagen del estropeado desarrollo alternativo. ‘Selva perdedora’ y ‘Nadita de desarrollo sostenible’ es la realidad que debe alarmarnos, lo demás es producto de la imaginación de cuentistas al margen de una realidad que sigue siendo muy complicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario