domingo, 4 de octubre de 2009

Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Escenario de guerra en Tingo María.

Como el campesino que cultiva coca es pobre, entonces hay erradicarle el origen de su pobreza para que por efecto de magia deje de serlo, esa es la perversa conclusión de los fracasados en la lucha contra las drogas y el desarrollo sustentable. Foto Grupo Prensa Verde.

El escenario de guerra para la huelga indefinida cocalera que se inicia el 05 de octubre, tiene entre sus componentes a policías y militares armados hasta los dientes, en número que se calcula en 2 mil y unos 8 mil cocaleros de las provincias de Leoncio Prado (Huánuco), Tocache (San Martín) y Padre Abad (Ucayali), así como los distritos de Chinchao (Provincia de Huanuco), Monzón (Provincia de Huamalies), Cholon (Provincia de Marañón); en el departamento de Huánuco.

El motivo central de la nueva medida de fuerza es la erradicación violenta de los cultivos de coca –esta vez con muertes de campesinos a balazos-, tarea que se inició en 1978 como parte de la estrategia fallida de lucha contra las drogas. Van 31 años y se esperan muchos más. La represión a los cocaleros ha fracasado debido a la buena salud del narcotráfico y a la gran corrupción en los agentes internos y externos que constituyen la ‘guerra contra las drogas’, impuesta y financiada por el gobierno norteamericano, con miles de millones de dólares –que no se sabe en que se gastan- en Colombia, Bolivia, Perú y otros países del área andina y asiática.

El desarrollo alternativo que según afirman sus mentores, tiene por objetivo frenar la expansión de los cultivos de coca, ha fracasado entre otros motivos por: los escasos recursos financieros, la atomización de la ayuda, la falta de transparencia, el uso político en la designación de mediocres funcionarios, serviles a los gobiernos de turno, desde 1981 con el Proyecto Especial Alto Huallaga. El reducido crecimiento de los cultivos tradicionales como el café, cacao y palma aceitera desde 1960, se debe en un 90% al esfuerzo de los propios campesinos o a la inversión privada y solo en un 10% a pequeñas ayudas de la cooperación externa –entiéndase USAID o Naciones Unidas-, principalmente.

Algunos dirigentes cocaleros ha acentuado irresponsablemente el discurso violentista, exponiendo innecesariamente a los campesinos desesperados por defender sus cultivos; mientras que la inopia represiva responde incrementando los elementos armados con el justificativo de dar seguridad a la ciudad de Tingo María, lugar donde se asientan cómodamente los ‘estrategas’ que en muchos casos miran desde el balcón los eventuales choques y se solazan con la sangre derramada.

Los supuestos ‘analistas’ o ‘expertos’ de nuevo cuño formados en la ‘Escuela de las Américas’ para difundir y defender la acción represiva ‘a sangre y fuego’ y la denominada prensa anticoca financiados con recursos de la estrategia antinarcóticos, deben no solo transparentar sus actos sino actuar con prudencia para tener algo de autoridad dentro de una coyuntura sumamente delicada, que puede degenerar en mayor violencia afectando la precaria paz. A no ser que en su hipocresía y su objetivo de continuar beneficiándose de la anarquía apuesten por la ‘paz de los sepulcros’.

En los valles cocaleros en 2001 existían 30 mil hectáreas de coca, según estimaciones oficiales, hoy pueden pasar de las 70 mil, aunque se diga que son 56 mil. Entonces la erradicación de los cocales año tras año en decenas de miles de hectáreas según el Corah, ha sido un fracaso, de allí la brutalidad en la represión a los cocaleros. Foto Grupo Prensa verde.

El anodino funcionario de una oficina del ministerio del interior, denominado ‘Comisionado para la Paz’ engendro del ex ministro de esta cartera Fernando Rospigliosi, ha asegurado muy suelto de huesos que suspender la erradicación de los cultivos de coca es como suspender la lucha contra el narcotráfico, que vulgar mentira, porque la interdicción al narcotráfico es decir la destrucción de la cadena mafiosa, incluye: persecución y captura de narcos, destrucción de pozas rústicas y laboratorios de la droga, persecución y detención de los contrabandistas de insumos químicos fiscalizados, identificación, persecución y detención de los lavadores de activos y dinero, disminución del consumo y combate frontal a la corrupción que posibilita y sostiene a las organizaciones del crimen organizado, esta persona debe dar un paso al costado con el cierre de su rimbombante dependencia que no sirve para nada.

“La paz que imponen los ejércitos es siempre una paz violenta que no es la verdadera paz, porque la paz no es solo la ausencia de guerra que pueden lograr las victorias militares, sino algo más, mucho más, es la justicia y el buen gobierno y las armas no son precisamente los mejores instrumentos para lograrlos ni por definición están concebidas para establecerlas.” Juan Torres López, catedrático Universidad de Sevilla. La represión por la represión tiene también una triste historia de fracasos, insistir en ella es simplemente una estupidez.

Vea también:

Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Escenario de guerra en Tingo María II

Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Escenario de guerra en Tingo María III

Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Escenario de guerra en Tingo María. Fracasa reunión en la PCM. (IV)

Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Continúa con bloqueo de carreteras y extensión a otras cuencas. (V)

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