Huelga cocalera en el Alto Huallaga: Escenario de guerra en Tingo María III

Miles de agricultores se concentran en la plaza de armas e inmediaciones de la municipalidad de Tingo María, el objetivo: ‘luchar para defender el cultivo de coca’. Foto Grupo Prensa Verde.

En el segundo día de huelga cocalera en el Alto Huallaga, centralizada en la ciudad de Tingo María, los piquetes se mostraron activos para impedir la circulación de vehículos menores, sin llegar a la violencia. Las calles estuvieron vacías solo con la presencia esporádica de tanquetas y camionetas de la policía nacional, cuyos efectivos se ubicaron en lugares estratégicos para dar seguridad a la población. Hubo cierra puertas total del comercio, instituciones públicas y centros educativos.

En ollas comunes se preparaba el desayuno, almuerzo y comida; mientras miles de manifestantes mataban el tiempo conversando, caminando o indagando sobre lo que sucedería las próximas horas, “esperamos las ordenes de los dirigentes” era la fugaz respuesta de los campesinos que habían sido instruidos para no brindar declaraciones y menos conversar con desconocidos porque podrían ser infiltrados de la represión o de la prensa amarilla cuyo objetivo era hacer fracasar la huelga o crear problemas a los dirigentes y campesinos.

Las ollas comunes alimentan a los manifestantes, muchos se quedan sin comer debido a la escasez de productos alimenticios y a la gran cantidad de huelguistas. Foto Grupo Prensa Verde.

Una jornada especial vivían agentes encubiertos y ‘soplones’ de las fuerzas de seguridad que con celular en mano, o video grabadores se desplazaban y ubicaban subrepticiamente cerca de grupos de agricultores que desprevenida y confiadamente conversaban, “porque quien no la debe no la teme”. “Compañeros tengan cuidado con sus mochilas no vaya a ser que alguien coloque algo para luego decir que somos terroristas o narcotraficantes” prevenía un orador desde el tabladillo.

El inclemente sol que caía sobre la ciudad hacia necesario disponer de agua abundante y era proveída por el camión cisterna de la municipalidad, al agotarse fueron por mas agua a la empresa municipal de agua y alcantarillado y no ubicaron al administrador Juan Jiménez por lo que el guardián les negó el líquido elemental, retardando la entrega a miles personas.

A las 11 de la mañana llegaron a la plaza de armas unos mil agricultores de la margen derecha del río Huallaga, (Marginal I) desde Aucayacu hasta el caserío los milagros, portaban alimentos, ollas, leña y con los bríos al tope arengaban ‘coca si, hambre no’, ‘si no hay solución, la huelga continúa’, era el grupo de Rosa Obregón esperado desde el día anterior. Fueron recibidos con aplausos por los agricultores precariamente instalados en los alrededores de la plaza de armas. Un fuerte contingente de la policía nacional los acompañó para darles seguridad y en cumplimiento a lo dispuesto por la jefatura del Frente Policial Huallaga.

El agua elemento vital es provisto por un camión cisterna municipal para aplacar la sed y atenuar el ardiente sol. La falta de letrinas podría desencadenar infecciones y enfermedades, los nosocomios de salud solo han dispuesto atenciones de emergencia en ambulancias. Foto Grupo Prensa Verde.

A las 4 de la tarde se realizó la movilización más importante por las calles de la ciudad, la larga fila abarcaba 15 cuadras y era guiada por los dirigentes Eduardo Ticeran del Monzón, Rosa Obregón de Aucayacu, Amancia Espíritu de Tingo María, entre otros. El desplazamiento se realizó en forma pacífica por el fuerte cordón de seguridad policial, las arengas no cesaron de principio a fin. Se estimó en 5 mil los campesinos manifestantes, de los cuales aproximadamente 2 mil eran del Monzón, aún cuando hubo algunos que calcularon una cifra mayor. Sin embargo 5 mil personas foráneas es un número alto para una ciudad relativamente chica y el hacinamiento podría originar problemas de salud que no se han previsto.

A las 5.30 de la tarde se improvisó un mitin en la plaza de armas, donde el orador central Eduardo Ticeran en su discurso dio a entender que aspiraba a ser el próximo Evo Morales para lo cual insinuaba ser candidato a la presidencia de la república, “hermanos ayúdenme a ser el gran transformador de la nación de los Panathauas, Yarowilcas, Carapachos y Tulumayos” le dijo a los campesinos que aplaudían y respondían con un si. Sorprendió a muchos que Ticeran solicitara que en la comisión que se entrevistaría con el presidente de la PCM Javier Velásquez Quesquen a las 4 de la tarde del 07 de octubre no fueran incluidos ningún dirigente que ‘avaló’ el DS 044-2003-PCM, no obstante que días antes se refirió a ese D.S que autoriza la erradicación concertada como una alternativa para superar el conflicto por la erradicación compulsiva que llevaba adelante el Corah, tal como también lo venía haciendo Rosa Obregón. Para algunos estaba claro que el objetivo era evitar la presencia de la congresista Nancy Obregón y la parlamentaria andina Elsa Malpartida (‘enemigas íntimas’) en la comitiva, quizá por celos políticos o exagerado protagonismo, dejando de lado el constante llamado a la unidad de otros dirigentes.

Otro aspecto a tomar en cuenta es la versión de un dirigente quien manifestaba que hasta el momento la huelga era pacífica y esperaban la solución a sus demandas por el gobierno con la suspensión de la erradicación de los cultivos de coca y la implementación del plan integral cocalero y si no era así, “esto va reventar, hermanos” y de otra dirigente quien advirtió que “de aquí no nos movemos, hasta que haya una solución a nuestro problema” en alusión al acuerdo que la ciudad de Tingo María, los comerciantes y transportistas apoyarían solo 3 días la huelga indefinida.

Dirigentes y autoridades debe ser extremadamente prudentes en sus versiones y en las decisiones que adopten, porque caso contrario Tingo María podría convertirse en un polvorín con consecuencias difíciles de cuantificar. Hasta el momento la prensa está cumpliendo con su labor informativa con cautela y salvo excepciones donde algunos incendiarios actúan con irresponsabilidad en cumplimiento de consignas o en busca de los 5 minutos de ‘gloria’.

Mientras tanto los seudo analistas limeños y provincianos viven su propia fiesta con el apoyo de un sector de la prensa sometida, para seguir difundiendo las tonterías de siempre, logradas en sus ‘sueños de cocaína’, con el objetivo de justificar los jugosos ingresos o de conseguirse una chambita bien remunerada como ‘agentes’ del plan anticoca.