El gobierno y la prensa oficialista dicen que el paro en Huánuco, Tingo María y Aucayacu fue minoritario, la realidad los desmiente y los ubica en situación contraria a los intereses del pueblo que salio a las calles para protestar contra la política económica que favorece a los que más tienen y perjudica a la mayoría de los peruanos pobres y extremadamente pobres que cada día viven el vía crucis por la subsistencia.
Lo cierto es que el paro fue acatado mayoritariamente en Ambo, Huanuco, Tingo María, Aucayacu, Aguaytía y Pucallpa. Las movilizaciones de los gremios, sindicatos y comunidades fueron pacíficas con la participación del Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la policía nacional, para darle garantías a la población que no acató el paro por consideraciones de distinta índole, por discrepancias con los convocantes del paro, o por ser integrantes del gobierno como miembros del partido aprista y/o funcionario – trabajador de las empresas del Estado pagados con los recursos de todos los peruanos.
“El ministro del Interior, Luis Alva Castro, destacó la responsabilidad y la tranquilidad de la gran mayoría de peruanos que hoy eligió asistir a trabajar y no acatar el paro convocado por la CGTP, lo que permitió que las actividades se desarrollen con normalidad y con escasos incidentes en todo el Perú.” Fue la versión del Ministro del Interior, expresando su punto de vista y demostrando que el vive en otro Perú, el Perú oficial que en la práctica es el limeño, donde no se siente la necesidad como en las provincias, distritos y caseríos del interior, donde el paro, la protesta y los bloqueos de carreteras son las únicas armas al que apelan para conseguir que gobiernos arrogantes e ineptos cambien en algo sus políticas y estrategias con el fin de beneficiarlos.
Se dice: el paro fue político, ¿hay paro que no tenga una connotación política? El paro desestabiliza la democracia, ¿eso pensaba Alan García cuando encabezaba marchas y mítines pidiendo la salida de Toledo con patadita a un pobre hombre que cometió el error de interponerse entre él y las cámaras de televisión. El paro fue un fracaso, los únicos que fracasaron fueron el partido aprista y el gobierno aprista que a pesar de utilizar recursos del Estado para una publicidad contraria al paro con spot infame incluido y que corona al sentenciado Montesinos como el principal actor de la alianza Alan García – Alberto Fujimori, hasta hoy mantenida oculta.
El paro en percepción de la población fue un éxito por que izo temblar al gobierno que tuvo que apelar a las fuerzas armadas para amedrentar a los sectores disconformes y lo obligó a que mostrara su verdadero rostro, un rostro que no es precisamente de bondad o comprensión al sufrimiento de los desposeídos, sino de una connotación represiva que difícilmente cambiará a juzgar por las declaraciones triunfalistas; pero se equivoca una vez más, por que si no demuestra actitud de cambio se producirán otros paro aún más contundentes, dado que con el hambre del pueblo no se juega y menos se puede sacar ventajas en provecho partidario o personal.
* Imágenes: 1) El pueblo se volcó a las calles no obstante las amenazas y chantajes. 2) La policía controla y la defensoría monitorea. 3) El mensaje es por el cambio y la advertencia de nuevas jornadas de lucha. Fuente: Prensa Verde.
Lo cierto es que el paro fue acatado mayoritariamente en Ambo, Huanuco, Tingo María, Aucayacu, Aguaytía y Pucallpa. Las movilizaciones de los gremios, sindicatos y comunidades fueron pacíficas con la participación del Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la policía nacional, para darle garantías a la población que no acató el paro por consideraciones de distinta índole, por discrepancias con los convocantes del paro, o por ser integrantes del gobierno como miembros del partido aprista y/o funcionario – trabajador de las empresas del Estado pagados con los recursos de todos los peruanos.
“El ministro del Interior, Luis Alva Castro, destacó la responsabilidad y la tranquilidad de la gran mayoría de peruanos que hoy eligió asistir a trabajar y no acatar el paro convocado por la CGTP, lo que permitió que las actividades se desarrollen con normalidad y con escasos incidentes en todo el Perú.” Fue la versión del Ministro del Interior, expresando su punto de vista y demostrando que el vive en otro Perú, el Perú oficial que en la práctica es el limeño, donde no se siente la necesidad como en las provincias, distritos y caseríos del interior, donde el paro, la protesta y los bloqueos de carreteras son las únicas armas al que apelan para conseguir que gobiernos arrogantes e ineptos cambien en algo sus políticas y estrategias con el fin de beneficiarlos.Se dice: el paro fue político, ¿hay paro que no tenga una connotación política? El paro desestabiliza la democracia, ¿eso pensaba Alan García cuando encabezaba marchas y mítines pidiendo la salida de Toledo con patadita a un pobre hombre que cometió el error de interponerse entre él y las cámaras de televisión. El paro fue un fracaso, los únicos que fracasaron fueron el partido aprista y el gobierno aprista que a pesar de utilizar recursos del Estado para una publicidad contraria al paro con spot infame incluido y que corona al sentenciado Montesinos como el principal actor de la alianza Alan García – Alberto Fujimori, hasta hoy mantenida oculta.
El paro en percepción de la población fue un éxito por que izo temblar al gobierno que tuvo que apelar a las fuerzas armadas para amedrentar a los sectores disconformes y lo obligó a que mostrara su verdadero rostro, un rostro que no es precisamente de bondad o comprensión al sufrimiento de los desposeídos, sino de una connotación represiva que difícilmente cambiará a juzgar por las declaraciones triunfalistas; pero se equivoca una vez más, por que si no demuestra actitud de cambio se producirán otros paro aún más contundentes, dado que con el hambre del pueblo no se juega y menos se puede sacar ventajas en provecho partidario o personal.* Imágenes: 1) El pueblo se volcó a las calles no obstante las amenazas y chantajes. 2) La policía controla y la defensoría monitorea. 3) El mensaje es por el cambio y la advertencia de nuevas jornadas de lucha. Fuente: Prensa Verde.
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