El Plan Piloto de municipalización de la Educación en el distrito de Padre Felipe Luyando, enfrenta una serie de obstáculos, como el proceso de revocatoria al alcalde José Quiroz Alva por acusaciones de corrupción y autoritarismo. Foto Grupo Prensa Verde.
¡Atrás, Atrás, alcalde incapaz! ¡Y va a caer, y va caer, con la revocatoria va caer! ¡La escuela no se vende, la escuela se defiende!; son algunas de las arengas de un sector de docentes del distrito de Padre Felipe Luyando – Naranjillo en la provincia de Leoncio Prado, departamento de Huánuco; que se oponen a un proceso plagado de vicios y arbitrariedades en el contexto del Plan Piloto de Municipalización de la Educación.
El alcalde José Quiroz quien según sus críticos se ha convertido en un factor de confrontación, responde desafiante con el puño en alto sentado en su motocicleta Honda 185 recientemente adquirida, envalentonado porque le cubren las espaldas un contingente de 40 policías que hicieron eco a su llamado desesperado ante el anuncio de una nueva movilización contra el experimento dizque ‘descentralizador’ de la educación primaria.
La municipalización de la educación en Naranjillo va camino al fracaso según los contestatarios del proceso, entre otras cosas por lo siguiente: - Los municipios han demostrado ser instituciones corruptas con alcaldes incapaces de cumplir con sus promesas electorales y que no solucionan la limpieza, vivienda, alimentación, salud, etc. - Porque los gobiernos nacional, regional y local abandonaron los locales escolares que hoy presentan estructuras deficientes y carentes de los servicios elementales, no tienen mobiliario adecuado, carecen de insumos, material didáctico; faltan talleres politécnicos para el adiestramiento, sin comedores estudiantiles para combatir la desnutrición. - Además porque José Quiroz Alva con su prepotencia y soberbia demostró ser un funcionario indecente al servicio de sus intereses; las numerosas denuncias por presunta corrupción aún no investigadas, parecen sustentar estos alegatos.
Entre los criterios imprescindibles para la municipalización de la educación están:
1- Voluntad favorable de la municipalidad de participar en el Plan Piloto; lo que significa que es la municipalidad quien decide acogerse al Plan Piloto y no como asegura falsamente el alcalde que es impuesta por ley.
2- La municipalidad cuenta con aprobación de la población; lo que significa que en asamblea del pueblo debió debatirse y aprobarse el Plan Piloto, lo que se obvió por decisión arbitraria del alcalde.
3- El distrito cuenta con condiciones básicas de infraestructura, equipamiento, logística, etc; condiciones primordiales que no se tuvo en cuenta y se soslayó irresponsablemente, porque la casi totalidad de centros educativos tienen infraestructura defectuosa, no están equipadas, no tienen logística y presentan otras debilidades. Se quiso sorprender al pueblo entregando unas cuantas computadoras con funciones elementales para decir que los centros educativos estaban implementados.
Docentes y padres de familia protestan contra el Plan Piloto de Municipalización desde el año pasado y anuncian para el 29 de setiembre una respuesta a los insultos y actitudes discriminatorias de un burgomaestre con serios problemas. Foto Grupo Prensa Verde.
La administración y gestión del sistema educativo dentro del Plan Piloto de Municipalización de la Educación tiene tres niveles: A- Central, a cargo del Ministerio de Educación, que tiene la función técnica, normativa y política. B- Regional, a cargo de las direcciones regionales de educación y los organismos regionales de desarrollo que tienen la función ejecutiva. C- Local, UGEL Y ADE de los centros educativos que tienen la función operativa. Entonces ¿Dónde está la autonomía que alegan los alcaldes por ignorancia? Sencillamente no existe o es sumamente limitada.
El proceso de modernización y adecuación de la educación a los intereses locales dependerá del desarrollo de formas de organización y operación ajustadas a las características, condiciones y aspiraciones de la población, requerirá de una labor paciente y compartida de búsqueda, creación y adecuación de instrumentos, herramientas y procedimientos afines eficientes. Que no pueden darse en un ambiente de desconfianza y pugna, como el que caracteriza al municipio de Padre Felipe Luyando, cuyo alcalde José Quiroz no solo hace frente a un proceso de revocatoria al cargo hasta el 29 de noviembre, sino que ha perdido la confianza de un sector importante de la población por sus actitudes al margen de la ley y los principios éticos.
Aparte de las sensibles carencias de la municipalidad de ‘Naranjillo’ veamos otras características de un proceso que el gobierno de Alan García presentó como novedoso y como el remedio a los problemas ancestrales de la educación en el Perú.
En el 2007, el gobierno nacional inició un Plan de Municipalización de la Gestión Educativa con una experiencia piloto en 56 municipios distritales del país. El plan establece nuevas competencias educativas para las municipalidades y prevé una etapa de expansión en 2009 y otra de generalización a partir de 2011. Ese año en el departamento de Huánuco solo los municipios de Amarilis y Chinchao fueron parte del Plan Piloto, en 2008 fueron acreditadas otras instituciones educativas.
¡Los maestros y padres de familia estamos resistiendo a la municipalización educativa en Luyando! Dice un volante del magisterio organizado. Foto Grupo Prensa Verde.
La pregunta del millón es que si las municipalidades distritales serían las instancias más adecuadas para convertirse en el eje de una gestión educativa descentralizada. Preocupan, en este sentido, las limitaciones de recursos y la débil capacidad de gestión que caracterizan a la gran mayoría de los gobiernos locales, así como el peligro de ahondar las inequidades educativas entre localidades.
El Plan de Municipalización prevé transferir a las municipalidades distritales la contratación y los pagos del personal docente y administrativo de las instituciones educativas, así como la implementación de programas de capacitación docente, el control de la asistencia de los maestros y la distribución de material educativo. Estas responsabilidades exceden la experiencia de los gobiernos locales, casi siempre centrada en construcción y refacción de locales escolares. Por eso, es crucial que el proceso de municipalización de la educación vaya acompañado de un programa de desarrollo de capacidades y de asesoría a las municipalidades. Asimismo, es importante dotarlas de los recursos necesarios para una adecuada implementación de las nuevas responsabilidades asignadas.
“¿Cuál fue el argumento del Sr. Alan García para justificar su ‘novedosa’ propuesta de municipalización de la educación? Simplemente que los municipios han demostrado eficiencia en la inversión de los recursos asignados. Evidentemente desconoce la incapacidad y el proceso de corrupción en que se encuentran los gobiernos municipales en todos los niveles y también los gobiernos regionales!. Por el lado de la eficiencia y de la honestidad el Sr. Alan García no puede demostrar nada, ni en sus propios partidarios en alcaldías y gobiernos regionales. Pero no solo se trata de eficiencia y honestidad, que son necesarias. Se trata, además, de tener en cuenta que la educación esta relacionada estrechamente, con la cultura y su desarrollo, con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, con la prensa y los medios de comunicación que en el Perú ‘educan’ con el lodo de su contenido y sus protagonistas, salvo honrosas excepciones.” Señalan los pronunciamientos del Sutep.
El otro problema que se esquiva es el significado real de la descentralización de la educación, como si este proceso podría desarrollarse al margen de la descentralización del país y ésta, a su vez, sin la existencia de un proyecto nacional democrático y autosostenido.
“Quienes consideran que descentralizar la educación significa transferir ciertas competencias a las unidades subnacionales (regionales y locales) con el propósito de reducir el gasto estatal en educación, aunque digan que ese no es el propósito, están repitiendo las historias fracasadas de la Municipalización de la Educación en Chile, Argentina, México, Nicaragua y otros países de nuestra América”. Asegura José Ramos Bosmediano, un destacado educador.
En vista de los problemas presentados en el proceso inicial de Municipalización de la Educación José Ramos propone que el debate y la reflexión se sustenten en los siguientes considerandos:
1. La nueva educación en el Perú constituye la premisa fundamental para ejercer una docencia al servicio del país y del pueblo. Cada docente debe emprender los esfuerzos intelectuales en el proceso enseñanza-aprendizaje en las aulas y ejercer el liderazgo social fuera de ellas. La ética pedagógica debe plasmarse en el comportamiento moral consecuente con la condición profesional de maestro, y con el compromiso político en la búsqueda de un país democrático, soberano, justo y desarrollado. Ser maestro no significa ser un ciudadano sumiso y condescendiente con la injusticia.
2. La educación debe ser compenetrada con la estructura económica y social del país cuya crisis es integral. Sin comprender el carácter histórico y estructural de la crisis de la educación peruana no será posible forjar una alternativa de nueva educación ni hacer que el trabajo cultural y el trabajo educativo se conviertan en instrumentos liberadores, forjadores de una nueva conciencia para producir los cambios sociales que el Perú requiere.
3. Toda reforma educativa, para ser renovadora, debe superar el sistema en crisis renovando el currículo y los métodos de la enseñanza, pero fundamentalmente, y en primer lugar, la concepción sobre los fines y objetivos de la educación que el país requiere para eliminar las actuales concepciones pragmatistas que el neoliberalismo ha impuesto en estos tiempos.
4. La planificación de la educación peruana debe formar parte de un proyecto nacional y su aplicación descentralizada en todo el país tomando en cuenta las realidades regionales y locales, dentro de una visión de conjunto y articulado. Es en este contexto donde deben jugar su papel las regiones y los gobiernos municipales, sin sustituir a los organismos nacionales de la educación en la conducción nacional de la educación y sin sustituir al gobierno nacional de las responsabilidades presupuestales en materia educativa.