El 18 de agosto de 2004, un policía impuso una papeleta por infracción de tránsito en la cuadra 5 de Grau, al ciudadano Alfredo Sánchez Miranda, que conducía una camioneta Nissan Frontier 4x4, del año 2002. La camioneta estaba registrada a nombre de una empresa: Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A., domiciliada en el jirón Colón 130, of. 301, Miraflores.
Alfredo Sánchez Miranda es hijo de Orlando Sánchez Paredes y sobrino de los desaparecidos Perciles y Segundo Sánchez Paredes, ambos vinculados al narcotráfico por una larga serie de acusaciones, señalamientos, evidencias y circunstancias. Hoy, la familia Sánchez Paredes es objeto de una investigación fiscal que indaga simultáneamente los ámbitos del lavado de dinero producto del narcotráfico y desviación de insumos químicos al narcotráfico.
A comienzos de año, el propio presidente de la República, Alan García, acompañado en la ocasión por el ministro del Interior, Luis Alva Castro, el jefe de la Policía, general PNP Octavio Salazar y por el jefe de la Dirandro, general PNP Miguel Hidalgo, reveló que la familia Sánchez Paredes era investigada por un equipo especial de la DINANDRO.
En total, 77 miembros de la familia y 124 empresas eran materia de investigación.
El conductor de la Nissan Frontier detenida en aquel agosto de 2004, Alfredo Sánchez Miranda no es solo hijo y sobrino de una familia notoria por los conceptos señalados, sino que tiene ya una importancia propia dentro del clan. Fue él quien recientemente presentó una demanda contra la revista Caretas, en el Consejo de la Prensa Peruana. La demanda sostiene que la serie de casi 20 reportajes de investigación sobre las vinculaciones de su familia con el narcotráfico (que significaron premios nacionales e internacionales de periodismo de investigación para la revista), eran difamatorios. Dada la cantidad de evidencias acumuladas, a estas alturas la acusación va a tener muchísimo más trabajo que la defensa en la presentación del caso.
Por eso, no hay mucha gente que tenga ahora particular interés en verse asociada con dicha familia. Ese no fue el caso hace unos pocos años. Prominentes empresarios, especialmente mineros, y varios políticos o importantes consejeros políticos tuvieron una relación cercana con los Sánchez Paredes.
A otros, la relación podría haberlos tocado de cerca en forma involuntaria.
Como por ejemplo, en la relación que estableció en sus primeros dos años la camioneta Nissan Frontier detenida aquella noche en Barranco.
Embarcada desde Yokohama, Japón el 31 de julio de 2002 la camioneta Nissan Frontier 4x4 de doble cabina fue importada a través del Callao por la compañía Nissan Maquinarias S.A., de la Av. La Marina 3380. La Declaración Única de Importación (ver) documenta que la camioneta llegó al Callao el 23 de agosto de 2002, pasó por aduanas declarando un valor CIF (costo, seguro y flete) de 14 mil 777.92 dólares.
Cinco días después, el 28 de agosto de 2002, Maquinarias vendía la camioneta.
Declarando un precio de lista para la venta de 29 mil 850 dólares, la compañía hizo un sustantivo descuento de 11 mil 850 dólares, para venderla en 18 mil dólares a un ilustre cliente: Alan García Pérez, entonces el líder más importante de la oposición luego de su derrota en las elecciones generales de 2001.
El vehículo fue inscrito a nombre de la sociedad conyugal de Alan García Pérez y Pilar Nores de García el 29 de agosto de 2002 en la oficina registral de Lima y Callao.
Menos de un año después, la familia García-Nores vendió la camioneta con una ganancia de 4 mil dólares sobre el precio de compra. El 4 de julio de 2003, en la oficina del notario Fernando Loayza Bellido, Alan García y su esposa vendieron el vehículo por 22 mil dólares a la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. Dicha compañía estuvo representada por su gerente general Belisario Esteves Ostolaza, quien pagó al contado.
El 29 de septiembre de 2003, en la misma notaría, se firmó el acta de ratificación de transferencia de vehículo. (Ver). Dicha acta buscó de subsanar la observación hecha sobre la transferencia anterior por el Registro de Propiedad Vehicular de Lima. El mismo día, la camioneta fue inscrita en la Sunarp a nombre de su nueva propietaria.
Belisario Esteves, además de gerente general de la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. (ATIMMS.A.) , fue viceministro de Comercio durante el primer gobierno de García. Pero el 2003 era una de las personas de mayor confianza del clan de los Sánchez Paredes.
En un acta de junta de accionistas del 1 de agosto de 2006, ATIMMS.A., mantenía como gerente general a Belisario Esteves, lo designó como presidente de la junta de accionistas, con un paquete minoritario de 803 acciones. El otro accionista individual era Wálter Valdez Muñoz, con 802 acciones. El accionista mayoritario era una compañía extranjera, inscrita en Panamá, llamada Ohana Overseas, con 78 mil 657 acciones, representada en ese directorio por Wálter Valdez.
¿Quiénes controlaban en realidad a Ohana Overseas, la dueña de ATIMMS.A. y de sus propiedades, incluyendo la Nissan 4x4?
Según la Escritura Pública número 562 inscrita en la Notaría Décima del Circuito de Panamá, fechada el 15 de enero de 2003, unos pocos meses antes de la venta de la camioneta, Ohana Overseas declaró como su presidente a Orlando Sánchez Miranda; como secretario a Elmer Manuel Vásquez Peláez y como tesorero a Carlos Alberto Vásquez Peláez.
Orlando es hermano de Alfredo Sánchez Miranda e hijo de Orlando Sánchez Paredes. Elmer Manuel Vásquez Peláez fue detenido en 1987 por la policía mexicana, luego del asesinato de Segundo Simón Sánchez Paredes, en el rancho “Luna”, del estado de Hidalgo. Al ingresar la Policía al rancho, encontró un laboratorio de cocaína acondicionado en el sótano y arrestó tanto a Vásquez Peláez como a Fidel Sánchez Alayo, hijo de Manuel Sánchez Paredes. Ambos resultaron denunciados por “elaboración y acondicionamiento de cocaína”. Sin embargo, años después, Vásquez Peláez aparecía como una de las personas de confianza de los Sánchez Miranda.De manera que ATIMMSA y Esteves resultaron siendo la fachada de la compañía del clan de los Sánchez Paredes. Por si hubiera duda respecto de la cercanía de Esteves con dicha familia, el 18 de marzo de 2003, la “Compañía de Exploraciones Algamarca S.A.” registró en la Sunarp el primer directorio bajo el control de los Sánchez Paredes. Como presidente de Algamarca fue designado Wálter Valdez Muñoz, el de ATIMMSA; y como directores, Jesús Esteves y el abogado Humberto Abanto, quien también fue nombrado gerente general, en cuyo cargo permaneció hasta 2007. El 2001 Abanto fue asesor de la comisión de Economía del Congreso, cuando el hoy ministro del Interior Luis Alva Castro era su presidente; y en 2006, Abanto fue asesor de la comisión de Presupuesto del Congreso, también presidida por Alva Castro.
IDL-SC preguntó a José Chirito, secretario de prensa de Palacio de Gobierno sobre la transacción de la camioneta Nissan Frontier. Chirito respondió, horas después, que, en efecto, “el 4 de julio de 2003, se vendió la camioneta a ATIMMSA… previamente se puso aviso en los clasificados de El Comercio. Finalmente se vendió el vehículo por 22 mil dólares a Esteves, representante de la empresa”.
Una búsqueda somera efectuada por IDL-SC de los avisos clasificados de junio y julio de 2003 en El Comercio, no encontró referencia a un anuncio de venta de esa camioneta. Quizá una búsqueda más exhaustiva pueda ubicarlo.
Por cierto que no hay delito en la venta de esa camioneta. Lo que sí ilustra la corta trayectoria de ese vehículo 4x4 es la cercanía, muchas veces involuntaria, otras no, en las que se desenvuelve la política y las empresas con grupos investigados por su pertenencia al crimen organizado. Así, las dos principales figuras de la conferencia de prensa en la que se anunció la investigación al clan de los Sánchez Paredes, resultaron haber tenido una cercanía presumiblemente involuntaria con ellos: Alan García les vendió su camioneta Nissan Frontier y Alva Castro los tuvo, a través de Abanto, como asesores en el Congreso. (Gustavo Gorriti y Sheilla Díaz)
Transportes a la mina
El mismo año, 2003, en el que Alan García vendió la camioneta Nissan Frontier a ATIMMSA y, probablemente sin saberlo, a sus dueños reales, una compañía de carga terrestre transportó en varias ocasiones insumos químicos a COMARSA, la compañía minera de los Sánchez Paredes. El nombre de la compañía de carga es “Transportes don Reyna” y su gerente general es José Antonio Nava, hijo de Luis Nava, actual secretario general de la Presidencia de la República.
De acuerdo con diversas facturas a las que tuvo acceso IDL-SC, entre el 12 de noviembre de 2003 y el 30 de diciembre de ese año Transportes don Reyna transportó por lo menos en nueve ocasiones cargamento hacia la mina en Angasmarca, La Libertad. La carga declarada, de varias toneladas en cada caso, fue, por lo general, de cajones de cianuro en briquetas, y en algunos casos de tubos y geomembranas. (Ver copias de facturas).
Transportes don Reyna es una sociedad anónima dedicada al “transporte de carga por carretera”, cuyo gerente general desde 1995 es José Antonio Nava. Su domicilio fiscal está en Paseo de la República 5812; y su domicilio físico se declara en Petit Thouars 2866, Of. 804, San Isidro.
IDL-SC entrevistó por teléfono a José Antonio Nava, quien indicó que su compañía ha realizado “más de 3 mil fletes” y que a Comarsa “le hicimos unos pocos fletes el 2003”.
Los fletes, añadió Nava, “se hicieron cuando no sabíamos quiénes eran y han representado menos del 1% de nuestra facturación”.
Don Reyna” tiene, según informa Nava, “7 camiones propios y 5 en leasing”. En cuanto a los Sánchez Paredes, Nava afirmó que “no hubo ninguna relación personal con los Sánchez Paredes, ni volvimos a hacerles flete…se diluyó la relación con ellos… fue una operación enana”. Nava dijo haberlos visto “en los caballos de paso o en los baños turcos, pero no conozco a los Sánchez Paredes”. (Gustavo Gorriti y Sheilla Díaz)
* Imagen: Jesús Esteves Ostolaza, Orlando Sánchez Paredes y Orlando Sánchez Miranda.
Tomado de:
http://www.seguridadidl.org.pe/destacados/2008/25-08/la-camioneta.htm
Alfredo Sánchez Miranda es hijo de Orlando Sánchez Paredes y sobrino de los desaparecidos Perciles y Segundo Sánchez Paredes, ambos vinculados al narcotráfico por una larga serie de acusaciones, señalamientos, evidencias y circunstancias. Hoy, la familia Sánchez Paredes es objeto de una investigación fiscal que indaga simultáneamente los ámbitos del lavado de dinero producto del narcotráfico y desviación de insumos químicos al narcotráfico.
A comienzos de año, el propio presidente de la República, Alan García, acompañado en la ocasión por el ministro del Interior, Luis Alva Castro, el jefe de la Policía, general PNP Octavio Salazar y por el jefe de la Dirandro, general PNP Miguel Hidalgo, reveló que la familia Sánchez Paredes era investigada por un equipo especial de la DINANDRO.
En total, 77 miembros de la familia y 124 empresas eran materia de investigación.
El conductor de la Nissan Frontier detenida en aquel agosto de 2004, Alfredo Sánchez Miranda no es solo hijo y sobrino de una familia notoria por los conceptos señalados, sino que tiene ya una importancia propia dentro del clan. Fue él quien recientemente presentó una demanda contra la revista Caretas, en el Consejo de la Prensa Peruana. La demanda sostiene que la serie de casi 20 reportajes de investigación sobre las vinculaciones de su familia con el narcotráfico (que significaron premios nacionales e internacionales de periodismo de investigación para la revista), eran difamatorios. Dada la cantidad de evidencias acumuladas, a estas alturas la acusación va a tener muchísimo más trabajo que la defensa en la presentación del caso.
Por eso, no hay mucha gente que tenga ahora particular interés en verse asociada con dicha familia. Ese no fue el caso hace unos pocos años. Prominentes empresarios, especialmente mineros, y varios políticos o importantes consejeros políticos tuvieron una relación cercana con los Sánchez Paredes.
A otros, la relación podría haberlos tocado de cerca en forma involuntaria.
Como por ejemplo, en la relación que estableció en sus primeros dos años la camioneta Nissan Frontier detenida aquella noche en Barranco.
Embarcada desde Yokohama, Japón el 31 de julio de 2002 la camioneta Nissan Frontier 4x4 de doble cabina fue importada a través del Callao por la compañía Nissan Maquinarias S.A., de la Av. La Marina 3380. La Declaración Única de Importación (ver) documenta que la camioneta llegó al Callao el 23 de agosto de 2002, pasó por aduanas declarando un valor CIF (costo, seguro y flete) de 14 mil 777.92 dólares.
Cinco días después, el 28 de agosto de 2002, Maquinarias vendía la camioneta.
Declarando un precio de lista para la venta de 29 mil 850 dólares, la compañía hizo un sustantivo descuento de 11 mil 850 dólares, para venderla en 18 mil dólares a un ilustre cliente: Alan García Pérez, entonces el líder más importante de la oposición luego de su derrota en las elecciones generales de 2001.
El vehículo fue inscrito a nombre de la sociedad conyugal de Alan García Pérez y Pilar Nores de García el 29 de agosto de 2002 en la oficina registral de Lima y Callao.
Menos de un año después, la familia García-Nores vendió la camioneta con una ganancia de 4 mil dólares sobre el precio de compra. El 4 de julio de 2003, en la oficina del notario Fernando Loayza Bellido, Alan García y su esposa vendieron el vehículo por 22 mil dólares a la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. Dicha compañía estuvo representada por su gerente general Belisario Esteves Ostolaza, quien pagó al contado.
El 29 de septiembre de 2003, en la misma notaría, se firmó el acta de ratificación de transferencia de vehículo. (Ver). Dicha acta buscó de subsanar la observación hecha sobre la transferencia anterior por el Registro de Propiedad Vehicular de Lima. El mismo día, la camioneta fue inscrita en la Sunarp a nombre de su nueva propietaria.
Belisario Esteves, además de gerente general de la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. (ATIMMS.A.) , fue viceministro de Comercio durante el primer gobierno de García. Pero el 2003 era una de las personas de mayor confianza del clan de los Sánchez Paredes.
En un acta de junta de accionistas del 1 de agosto de 2006, ATIMMS.A., mantenía como gerente general a Belisario Esteves, lo designó como presidente de la junta de accionistas, con un paquete minoritario de 803 acciones. El otro accionista individual era Wálter Valdez Muñoz, con 802 acciones. El accionista mayoritario era una compañía extranjera, inscrita en Panamá, llamada Ohana Overseas, con 78 mil 657 acciones, representada en ese directorio por Wálter Valdez.
¿Quiénes controlaban en realidad a Ohana Overseas, la dueña de ATIMMS.A. y de sus propiedades, incluyendo la Nissan 4x4?
Según la Escritura Pública número 562 inscrita en la Notaría Décima del Circuito de Panamá, fechada el 15 de enero de 2003, unos pocos meses antes de la venta de la camioneta, Ohana Overseas declaró como su presidente a Orlando Sánchez Miranda; como secretario a Elmer Manuel Vásquez Peláez y como tesorero a Carlos Alberto Vásquez Peláez.
Orlando es hermano de Alfredo Sánchez Miranda e hijo de Orlando Sánchez Paredes. Elmer Manuel Vásquez Peláez fue detenido en 1987 por la policía mexicana, luego del asesinato de Segundo Simón Sánchez Paredes, en el rancho “Luna”, del estado de Hidalgo. Al ingresar la Policía al rancho, encontró un laboratorio de cocaína acondicionado en el sótano y arrestó tanto a Vásquez Peláez como a Fidel Sánchez Alayo, hijo de Manuel Sánchez Paredes. Ambos resultaron denunciados por “elaboración y acondicionamiento de cocaína”. Sin embargo, años después, Vásquez Peláez aparecía como una de las personas de confianza de los Sánchez Miranda.De manera que ATIMMSA y Esteves resultaron siendo la fachada de la compañía del clan de los Sánchez Paredes. Por si hubiera duda respecto de la cercanía de Esteves con dicha familia, el 18 de marzo de 2003, la “Compañía de Exploraciones Algamarca S.A.” registró en la Sunarp el primer directorio bajo el control de los Sánchez Paredes. Como presidente de Algamarca fue designado Wálter Valdez Muñoz, el de ATIMMSA; y como directores, Jesús Esteves y el abogado Humberto Abanto, quien también fue nombrado gerente general, en cuyo cargo permaneció hasta 2007. El 2001 Abanto fue asesor de la comisión de Economía del Congreso, cuando el hoy ministro del Interior Luis Alva Castro era su presidente; y en 2006, Abanto fue asesor de la comisión de Presupuesto del Congreso, también presidida por Alva Castro.
IDL-SC preguntó a José Chirito, secretario de prensa de Palacio de Gobierno sobre la transacción de la camioneta Nissan Frontier. Chirito respondió, horas después, que, en efecto, “el 4 de julio de 2003, se vendió la camioneta a ATIMMSA… previamente se puso aviso en los clasificados de El Comercio. Finalmente se vendió el vehículo por 22 mil dólares a Esteves, representante de la empresa”.
Una búsqueda somera efectuada por IDL-SC de los avisos clasificados de junio y julio de 2003 en El Comercio, no encontró referencia a un anuncio de venta de esa camioneta. Quizá una búsqueda más exhaustiva pueda ubicarlo.
Por cierto que no hay delito en la venta de esa camioneta. Lo que sí ilustra la corta trayectoria de ese vehículo 4x4 es la cercanía, muchas veces involuntaria, otras no, en las que se desenvuelve la política y las empresas con grupos investigados por su pertenencia al crimen organizado. Así, las dos principales figuras de la conferencia de prensa en la que se anunció la investigación al clan de los Sánchez Paredes, resultaron haber tenido una cercanía presumiblemente involuntaria con ellos: Alan García les vendió su camioneta Nissan Frontier y Alva Castro los tuvo, a través de Abanto, como asesores en el Congreso. (Gustavo Gorriti y Sheilla Díaz)
Transportes a la mina
El mismo año, 2003, en el que Alan García vendió la camioneta Nissan Frontier a ATIMMSA y, probablemente sin saberlo, a sus dueños reales, una compañía de carga terrestre transportó en varias ocasiones insumos químicos a COMARSA, la compañía minera de los Sánchez Paredes. El nombre de la compañía de carga es “Transportes don Reyna” y su gerente general es José Antonio Nava, hijo de Luis Nava, actual secretario general de la Presidencia de la República.
De acuerdo con diversas facturas a las que tuvo acceso IDL-SC, entre el 12 de noviembre de 2003 y el 30 de diciembre de ese año Transportes don Reyna transportó por lo menos en nueve ocasiones cargamento hacia la mina en Angasmarca, La Libertad. La carga declarada, de varias toneladas en cada caso, fue, por lo general, de cajones de cianuro en briquetas, y en algunos casos de tubos y geomembranas. (Ver copias de facturas).
Transportes don Reyna es una sociedad anónima dedicada al “transporte de carga por carretera”, cuyo gerente general desde 1995 es José Antonio Nava. Su domicilio fiscal está en Paseo de la República 5812; y su domicilio físico se declara en Petit Thouars 2866, Of. 804, San Isidro.
IDL-SC entrevistó por teléfono a José Antonio Nava, quien indicó que su compañía ha realizado “más de 3 mil fletes” y que a Comarsa “le hicimos unos pocos fletes el 2003”.
Los fletes, añadió Nava, “se hicieron cuando no sabíamos quiénes eran y han representado menos del 1% de nuestra facturación”.
Don Reyna” tiene, según informa Nava, “7 camiones propios y 5 en leasing”. En cuanto a los Sánchez Paredes, Nava afirmó que “no hubo ninguna relación personal con los Sánchez Paredes, ni volvimos a hacerles flete…se diluyó la relación con ellos… fue una operación enana”. Nava dijo haberlos visto “en los caballos de paso o en los baños turcos, pero no conozco a los Sánchez Paredes”. (Gustavo Gorriti y Sheilla Díaz)
* Imagen: Jesús Esteves Ostolaza, Orlando Sánchez Paredes y Orlando Sánchez Miranda.
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