Curimaná entre la Coca, la Palma y la Frustración

Curimaná es el nuevo distrito de la provincia de Padre Abad en la región Ucayali, fue creada por Ley 26429 el 05 de enero de 1995. Tiene una superficie de 2152 km2 y una población de 5,185 habitantes según el censo de 2005. Presenta una densidad poblacional de 2.4 habitantes por km2 una de las más bajas en el país. Loyber Rocha Pinedo es su actual alcalde y hace frente a un proceso de revocatoria muy avanzado a su mandato por nepotismo, incumplimiento de promesas y presunta grave corrupción. Esta ubicada en el límite entre las provincias de Padre Abad y Coronel Portillo, su capital que lleva el mismo nombre se ubica al margen izquierdo del río Curimaná.

Visitamos Curimaná el 09 de mayo a dos días del día de la madre y fue por eso que durante el trayecto de una trocha carrozable de 36 kilómetros desde Neshuya encontramos a varias madres que salían de ceremonias conmemorativas con algunas canastitas y sus hijos en brazos, así como a un buen número de burócratas en camionetas 4x4 transportando los regalos. Al llegar a su capital lo primero que se aprecia es una enorme plaza en construcción que es una bofetada a la pobreza en opinión de sus moradores por el alto costo en inversión frente a los escasos presupuestos que maneja la municipalidad “es su obra cumbre para evitar su revocatoria” nos dice una moradora en alusión al alcalde y los problemas que enfrenta.

En la casa del Gobernador Seiner Haro Morales, funcionarios de Cofopri entregaban 300 certificados de posecionarios a igual número de agricultores, a quienes previamente se les arengaba con discursos a favor del gobierno aprista y de su presidente en un evidente acto de proselitismo político. En las décadas del 60 y 70 el Ministerio de Agricultura entregaba los ya famosos “Certificados de Posesión” para validar la tenencia de la tierra, entonces no tenían la característica de un título de propiedad que según parece hoy si lo tienen y es por eso que los denominan “Títulos de Propiedad” y aunque no reúnan los requisitos los agricultores los reciben con singular beneplácito.

Llegar a Curimaná y no conocer a Rebeca Cárdenas es como llegar al Brasil y no visitar Río de Janeiro, fue por eso que la entrevistamos en su domicilio donde pudimos confirmar sus dotes de lideresa y empatía con su pueblo. A ella le quemaron una casa en presunta represalia por ser una de las integrantes del comité de revocatoria del alcalde y nos dice que desde el local del municipio se efectúan disparos en las noches con el supuesto objetivo de amedrentar a la población. El gobernador que vive a 50 metros del local municipal dice no haber escuchado esos disparos, sin embargo al decirle que es la versión de los moradores, acepta que fue una o dos veces y que Curimaná es zona tranquila, con la sola excepción de los enfrentamientos que protagonizan los integrantes de las dos empresas de transportes que brindan servicios entre Neshuya y Curimaná pero que lo solucionaría pronto.

La popular “Rebeca” nos dice que en todos los caseríos de Curimaná vuelve la coca con inusitada fuerza y todo por que el Programa de Desarrollo Alternativo de Devida-Usaid los había engañado al prometerles cultivos de cacao, pastos, ganados, mercados, créditos, documentos de identidad e incumplirlos, y por que luego que en el 2003 y 2004 erradicaran todas sus plantaciones habían transcurrido 4 años de mecidas y burlas. Era muy poco lo que existía con los aportes del PDA. “Incluso cuando fuimos declarados el primer distrito modelo de la auto erradicación de cocales, llegó el Comando Sur de los Estados Unidos y en premio nos ofreció construir un mini hospital y un centro educativo secundario, pero nada, hasta ahora estamos esperando” nos dice con resignación y frustración pero sin perder su clásica sonrisa de mujer luchadora cuyas raíces nos dice son del Brasil.

El encargado de la oficina del ministerio de Agricultura nos corrobora lo dicho por Rebeca Cárdenas, por que los cultivos de arroz, maíz, plátanos, papaya, algodón y yuca suman unas dos mil hectáreas, mientras que de cacao el cultivo ofrecido por el PDA existían 60 hectáreas y solo 20 en producción. Entre ganado vacuno, ovino y porcino había 5500 cabezas pero era más por el esfuerzo de los propios agricultores. El cultivo de la palma aceitera era la excepción con 1200 has producto del apoyo de las Naciones Unidas, el Ministerio de Agricultura y el CTAR, mientras que en la actualidad el Gobierno Regional Ucayali tiene en proyecto la instalación de 820 hectáreas. La frustración de los agricultores de Curimaná con respecto al PDA es el común denominador en todas las zonas donde se erradicó cultivos de coca a cambio promesas de apoyo agrícola y ganadero.

Es casi seguro que las miles de hectáreas de cultivos lícitos prometidos e incumplidos deben estar en las planillas del PDA como ejecutadas a favor de los ex cocaleros. Pero eso no es todo, si nos remitimos a la web de Devida encontraremos que el PDA a través de diversos organismos habría ejecutado 66 obras en Curimaná desde el 2003, de ellas se aprecian algunos centros educativos, postas médicas, tanques elevados sin agua o unas pocas trochas carrozables en mal estado de conservación. En resumen en Curimaná casi todo esta por hacerse, de allí que quienes abren locales para acopiar cacao lo tiene que cerrar en pocas semanas. “No es por amor al chancho, sino a los chicharrones” dice un funcionario del Gobierno Regional al comentar el proyecto frustrado de una cooperativa de Tingo Maria para adquirir 500 has de terrenos y plantar cacao, asesorados por una ong. que tiene como titular a un ex jefe de la Ong Acción Agraria ejecutora del PDA donde se hizo “celebre” por la desatinada acción de apoyo financiero a los denominados “cajoneros” que hoy por hoy son los principales destructores de árboles que quedaron en pie luego de la voracidad de los madereros en la provincia de Leoncio prado entre 1940 y 1980.

*Imágenes: 1)Oficina agraria en Curimaná. 2)Rebeca Cárdenas lideresa de Curimaná. 3)Gobernador Seiner Haro con periodista Órbil Matta. Fotos: Archivo Prensa Verde