Estados Unidos.
En los Estados Unidos, el mayor mercado nacional de consumo de drogas ilícitas, si bien ha disminuido el número de consumidores eventuales, se ha incrementado el de consumidores crónicos, lo que implica un deterioro en la dimensión del problema. Desde la década de los setenta la producción de opio para elaborar heroína destinada a los Estados Unidos se ha extendido desde Asia a América Latina y de allí a México, Guatemala y recientemente a Colombia y Perú. Se observa también un incremento en la producción de drogas sintéticas, cuya versión más conocida y difundida es el MDMA (o éxtasis), que resulta difícil de fiscalizar dada la facilidad de su elaboración y transporte, según estudios especializados a cargo de expertos y difundidos por los medios de comunicación.
Con relación a la oferta de drogas ilícitas, para el caso específico de la cocaína, cuyo mayor mercado es el norteamericano, en la región andina (según estimaciones) hay una extensión de cultivos de coca con capacidad para producir mil toneladas anuales de cocaína. La producción de marihuana se da casi en todo el mundo y constituye la droga ilícita de mayor consumo con una fuerte tendencia al autoabastecimiento mediante cultivos domésticos.
El consumo de drogas ilícitas ha aumentado sostenidamente en todo el mundo, pese al aumento en la captura de drogas, la detención de narcotraficantes, la fumigación de cultivos y a la desarticulación de grandes redes internacionales. El precio de las drogas para los usuarios permanece estabilizado o se mantiene a la baja. Los problemas asociados al consumo de drogas no ha disminuido, y la disponibilidad de drogas ilícitas en los mercados no se ha reducido.
Las estimaciones respecto de la economía de las drogas en el mundo, calculan transacciones entre 500 a 600 mil millones de dólares al año. La fiscalización y penalización del blanqueo de ese dinero si bien es parte de las políticas de control de los gobiernos nacionales, hasta la fecha los logros en este campo son reducidos.
Para detener el avance de las drogas y los infructuosos resultados con estrategias fallidas; la influyente Internacional Crisis Group ICG recomienda a los Estados Unidos las siguientes medidas: 1- Poner mayor énfasis y proveer más recursos financieros y técnicos para apoyar una nueva estrategia rural tendiente a reducir la pobreza, que incluya el suministro de alternativas económicas viables al cultivo ilícito de coca. 2- Distinguir claramente entre los cultivadores tradicionales de hoja de coca tanto en Bolivia como en Perú, y los campesinos que producen coca para la red ilegal de narcotráfico. 3- Ayudarle a Bolivia a establecer un sistema de control y monitoreo de la comercialización interna lícita de hoja de coca para fines tradicionales, farmacéuticos y de consumo de té, y ayudarle a Perú a actualizar el registro de cultivadores de coca de la ENACO. 4- Ampliar los programas de cooperación con Bolivia y Perú para facilitar el uso por parte de los productores agrícolas, en especial los pequeños campesinos, de la Ley de Erradicación de Drogas y Promoción del Comercio Andino (ATPDEA) hoy TLC, así como de otras cláusulas de preferencia para ingresar al mercado de Estados Unidos. 5- Seguir prestando asistencia en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero a Perú y Bolivia, así como a países vecinos vulnerables, en especial Ecuador.
Recordemos que 70 millones de dólares fueron los ingresos anuales de Al Capone en 1932. El mafioso más conocido de Estados Unidos durante los años 20 y símbolo de burlar las leyes y el orden. 16 millones de estadounidenses estaban sin trabajo ese mismo año. El desempleo afectaba al 25% de la población. Mucho dinero de las drogas ha circulado en EE.UU en este periodo, pero la situación con respecto a las drogas y las mafias del narcotráfico no han variado mucho.
En los Estados Unidos, el mayor mercado nacional de consumo de drogas ilícitas, si bien ha disminuido el número de consumidores eventuales, se ha incrementado el de consumidores crónicos, lo que implica un deterioro en la dimensión del problema. Desde la década de los setenta la producción de opio para elaborar heroína destinada a los Estados Unidos se ha extendido desde Asia a América Latina y de allí a México, Guatemala y recientemente a Colombia y Perú. Se observa también un incremento en la producción de drogas sintéticas, cuya versión más conocida y difundida es el MDMA (o éxtasis), que resulta difícil de fiscalizar dada la facilidad de su elaboración y transporte, según estudios especializados a cargo de expertos y difundidos por los medios de comunicación.
Con relación a la oferta de drogas ilícitas, para el caso específico de la cocaína, cuyo mayor mercado es el norteamericano, en la región andina (según estimaciones) hay una extensión de cultivos de coca con capacidad para producir mil toneladas anuales de cocaína. La producción de marihuana se da casi en todo el mundo y constituye la droga ilícita de mayor consumo con una fuerte tendencia al autoabastecimiento mediante cultivos domésticos.
El consumo de drogas ilícitas ha aumentado sostenidamente en todo el mundo, pese al aumento en la captura de drogas, la detención de narcotraficantes, la fumigación de cultivos y a la desarticulación de grandes redes internacionales. El precio de las drogas para los usuarios permanece estabilizado o se mantiene a la baja. Los problemas asociados al consumo de drogas no ha disminuido, y la disponibilidad de drogas ilícitas en los mercados no se ha reducido.
Las estimaciones respecto de la economía de las drogas en el mundo, calculan transacciones entre 500 a 600 mil millones de dólares al año. La fiscalización y penalización del blanqueo de ese dinero si bien es parte de las políticas de control de los gobiernos nacionales, hasta la fecha los logros en este campo son reducidos.
Para detener el avance de las drogas y los infructuosos resultados con estrategias fallidas; la influyente Internacional Crisis Group ICG recomienda a los Estados Unidos las siguientes medidas: 1- Poner mayor énfasis y proveer más recursos financieros y técnicos para apoyar una nueva estrategia rural tendiente a reducir la pobreza, que incluya el suministro de alternativas económicas viables al cultivo ilícito de coca. 2- Distinguir claramente entre los cultivadores tradicionales de hoja de coca tanto en Bolivia como en Perú, y los campesinos que producen coca para la red ilegal de narcotráfico. 3- Ayudarle a Bolivia a establecer un sistema de control y monitoreo de la comercialización interna lícita de hoja de coca para fines tradicionales, farmacéuticos y de consumo de té, y ayudarle a Perú a actualizar el registro de cultivadores de coca de la ENACO. 4- Ampliar los programas de cooperación con Bolivia y Perú para facilitar el uso por parte de los productores agrícolas, en especial los pequeños campesinos, de la Ley de Erradicación de Drogas y Promoción del Comercio Andino (ATPDEA) hoy TLC, así como de otras cláusulas de preferencia para ingresar al mercado de Estados Unidos. 5- Seguir prestando asistencia en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero a Perú y Bolivia, así como a países vecinos vulnerables, en especial Ecuador.
Recordemos que 70 millones de dólares fueron los ingresos anuales de Al Capone en 1932. El mafioso más conocido de Estados Unidos durante los años 20 y símbolo de burlar las leyes y el orden. 16 millones de estadounidenses estaban sin trabajo ese mismo año. El desempleo afectaba al 25% de la población. Mucho dinero de las drogas ha circulado en EE.UU en este periodo, pero la situación con respecto a las drogas y las mafias del narcotráfico no han variado mucho.
Por que, casi 40 años después, en el 2008 pese a los esfuerzos e ingentes recursos destinados, Estados Unidos continua siendo el primer consumidor de drogas ilícitas, uno de los primeros blanqueadores del dinero negro, es productor de insumos para la elaboración de drogas y de lejos es el principal cooperante para la lucha antinarcóticos; su estrategia no le ha significado éxitos a pesar de los miles de millones de dólares para combatir las drogas ilícitas y los cultivos ilegales destinados a la elaboración de estupefacientes en los países del área andina. El desarrollo alternativo y el tratamiento de los drogadictos más que una estrategia técnica fueron concebidos por los ejecutantes como fuente de empleo o colocación de bienes.
Sin embargo, a decir verdad, se le reconoce a los Estados Unidos y sus organismos USAID, NAS, el aporte con recursos para buscar soluciones a la problemática de las drogas o a generar nuevas opciones de economía para el productor de coca, por lo que no se le puede achacar toda la culpa por los logros obtenidos, ya que estos obedecerían principalmente a la falta de un efectivo control o por un exceso de confianza en los profesionales que realizan los trabajos y llevan adelante el monitoreo o fiscalización del conjunto de programas o proyectos. Estas fallas pueden corregirse en el futuro de existir voluntad política y decisión técnica. Muchos esperan que así sea.
Hay que destacar el haber asumido el principio de responsabilidad compartida en torno a uno de los flagelos como lastre de la humanidad. Como también señalar que la ayuda no ha sido equitativa, pues mientras a Colombia le ha entregado 5 mil millones de dólares en 8 años, al Perú le correspondió 500 millones para la interdicción y el desarrollo alternativo. Desde 1979 (Morales Bermúdez) hasta 1989 (Alan García) fueron 300 millones de dólares. Se debe valorar que la crisis socioeconómica en las cuencas cocaleras hubiese sido mayor sin esa ayuda.
Sobre el origen de la droga producida en América Latina; la DEA, dio a conocer los resultados de un estudio de mil 100 muestras de cocaína incautadas en los E.U el 2006: 88% provenían de Colombia; 9% del Perú; 1% de Bolivia; y otros 2% de lugar no determinado.
"Estamos participando en una lucha mundial contra los seguidores de una ideología asesina que desprecia la libertad, elimina toda disensión, tiene ambiciones territoriales y va en pos de objetivos totalitarios. … Y contra tal enemigo, sólo hay una respuesta eficaz: Nunca retrocederemos, nunca cederemos y nunca aceptaremos nada menos que la victoria total. … Venceremos a los terroristas y su ideología de odio al propagar la esperanza de la libertad en todo el mundo. … La seguridad de nuestra nación depende del avance de la libertad en otras naciones." Presidente George W. Bush, 4/7/2006.
“La presencia militar de Estados Unidos ya se siente en Ayacucho con la llegada de las primeras maquinarias para ejecutar obras sociales en el marco de la operación "Nuevos Horizontes 2008". Ayer, en cuatro helicópteros estadounidenses, arribaron las maquinarias pesadas a utilizarse para la construcción de postas médicas y pozas de agua. No obstante, el Frente de Defensa de Ayacucho rechazó la presencia de la tropa extranjera por considerarla intervencionista.” La República 3/6/08.
* Imágenes: 1) Felipe Páucar. Autor del artículo. 2) Presidente Bush enfrenta cuestionamientos a su estrategia antidroga. Foto embajada USA
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