Escrito por EMMA/Agencias
La deforestación de la Amazonia brasileña es más grave de lo que sugieren los números oficiales y la situación empeorará en los próximos tres meses a causa de la sequía, coincidieron este martes entidades ambientalistas. El oficial Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) informó el lunes que en abril fueron detectados 1.132 km2 de degradación de la cobertura vegetal, un área equivalente a la de la ciudad de Rio de Janeiro. El 70,7% de la devastación se registró en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
El propio INPE había detectado apenas 142 km2 de bosques arrasados en marzo. La disparidad de datos se debe a que el sistema satelital sólo revela polígonos superiores a 25 hectáreas y que no estén cubiertos de nubes.Según el INPE, que mide la deforestación desde hace 20 años, unos 700.000 km2 de la Amazonia ya fueron devastados; lo que equivale a una cancha de fútbol cada 10 segundos.
"Estoy absolutamente seguro de que la situación es más grave de lo que indican los números del INPE y va a empeorar", dijo a la AFP el director del Grupo de Trabajo Amazónico, Alberto Cantanhede.
"Los números divulgados el lunes (...) son graves, pero no reflejan la realidad. La realidad es todavía peor", insistió Cantanhede.
Para el ambientalista, el período de junio a agosto "es marcado por la sequía en la región amazónica. Es un período en que los casos de deforestación aumentarán y además habrá menos nubes sobre la región para que los satélites puedan medir la extensión del problema".
El ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc, advirtió el lunes que "lo peor aún está por llegar", en una referencia al período de pocas lluvias en la región amazónica.
La responsable por la organización WWF en Brasil, Denise Hamú, dio por seguro que el cuadro se deteriorará por la sequía durante 4 o 5 meses.
Añadió que "las necesidades del mercado se han sobrepuesto a la cuestión ambiental y hasta a la propia legislación ambiental".
Para el directivo de Greenpeace Sergio Leitao, el gobierno aún debe mostrar a la comunidad internacional que la substitución de Marina Silva por Minc en el ministerio de Medio Ambiente "no se debe al abandono, por parte del gobierno, de las políticas de defensa ambiental".
Los números del INPE relativos a abril son "preocupantes", dijo Leitao a la AFP.
Minc admitió el lunes que difícilmente Brasil conseguirá reducir este año los índices de deforestación con relación a 2007, cuando se verificaron 11.200 km2 de vegetación destruida.
Medidas anunciadas por Minc, como un "cinturón verde" formado por áreas protegidas en la frontera sur de la Amazonia y una acción más enérgica contra las haciendas dedicadas al ganado o a la soja, fueron consideradas insuficientes por analistas.
"La prioridad es actuar con las tierras invadidas ilegalmente. Quien adquiere tierras legalmente se mantiene dentro de la legalidad, pero los invasores no tienen compromiso con nada y apenas piensan en el lucro sin considerar los daños ambientales", dijo Cantanhede a la agencia France Presse.
El gobernador de Mato Grosso, Blairo Maggi, uno de los mayores productores de soja del mundo, es sindicado como el responsable por el avance de la deforestación en esa región de la Amazonía. Maggi "plantaría soja en los Andes, si le dan la oportunidad", dijo Minc.
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